DICKHEADS! (and apparently, a naive kid) [ZIAM]

25. El día

"¿Me prestas tu auto?"

"No..."

"¿Me prestas tu auto?"

"No".

"¿Me prestas tu aut-"

"¡Ya te dije que no, Louis!"

El castaño soltó un suspiro pesado mientras se detenía a observar a la madrina, quien estaba demasiado ocupada planchando un montón de mantitas con estampado de animalitos.

Esa mujer parecía más interesada en su absurda tarea que en cualquier otra cosa en el mundo, y aquel detalle tenía a Louis acongojado.

"¿Por favor?" intentó por enésima vez, recibiendo una mirada seria de la ojiverde, que finalmente dejó la plancha a un lado para prestarle un poco de la atención que merecía.

"¿Qué me asegura que lo regresarás con las cuatro ruedas en su lugar?"

El chico se notó algo ofendido ante la pregunta.
"¡Solo será un bendido concierto de música electrónica, mujer! No participaré en una carrera de demolición" aclaró indignado.

"Mjum" la madrina continuó con su tarea anterior, sacándole un gran sonido de queja a su ahijado.

"¡Por el poderoso ano de Satán!"

"¡Louis William!"

El muchacho, incapaz de seguir dándole más vueltas al asunto, tomó asiento en el colchón, justo delante de la manta que se encontraba planchando su madrina, en busca de convencerla.
"Escucha, Nina, soy una persona responsable-"

Ella ahogó una risa sin apartar la vista de lo que hacía ni por un segundo.

"-Muy en el fondo, pero lo soy" Louis se corrigió.

Nina asintió y él prosiguió.
"Tengo la capacidad suficiente para conducir hasta Leeds y regresar con la camioneta en perfectas condiciones. ¡Ya lo he hecho antes!"

"Sí, en ese entonces aún no habías recibido una multa por chocar contra un hidrante" le replicó al instante.

Louis espiró.
"Anda, dejemos el pasado atrás..."

Alanna terminó con la quinta mantita y colocó la plancha en el suelo para disponerse a doblarla.
"Lo haré cuando tenga mis cien libras de vuelta" acordó.

"De acuerdo, te las pagaré, pero realmente necesito la camioneta para el viernes" su tono insistente casi hizo reír a la madrina, que lo miró a los ojos y le reiteró:

"La tendrás cuando reciba esas cien libras" al escuchar aquellas palabras, Louis arrojó la toalla, yéndose de la habitación con un gruñido impotente.

Mientras cruzaba el pasillo, creyó oír una carcajada proveniente de la alcoba de su gemelo. Siendo un fiel metiche, detuvo el paso abruptamente, dirigiéndose a la puerta.

Tras abrirla sin preocuparse en tocar antes, Zayn lo recibió desde la cama con una mueca nada feliz en el rostro mientras sostenía su celular.

Louis entrecerró los párpados, estudiándolo con la mirada.
"¿Con quién hablas?"

El moreno continuó observándolo de forma amenazante.
"Es un maldito meme" masculló.

Louis alzó una ceja.
"¿Ah sí? Déjame verlo" cuando se acercó a la cama del muchacho para tomar el teléfono de su mano, vio la foto de un gran dedo medio saludándole simpáticamente a través de la pantalla.

"Já já" murmuró devolviéndole el aparato.

Zayn le sonrió de una forma demasiado falsa, arrojándolo a algún lado del desordenado colchón, donde, poco después, su gemelo también se dejó caer.