6. ¿Cita?

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La pintura era la cosa preferida de Zayn. Sentir los colores deslizándose entre sus dedos con cada pincelada que plasmaba delicadamente sobre el lienzo en blanco, le brindaba una paz incomparable, junto al intenso olor colándose por sus fosas nasales y nadie más que él mismo.

Él, su amplia habitación de arte y... ¿Liam?

Sí, aunque difícil de creer debido al largo rato que llevaban sin mensajearse, el castaño de ojos marrones apareció bajo el umbral de la puerta con dos breves toques y una afirmación del moreno.

Su sonrisa de labios rosados se extendió en dirección del pelinegro mientras accedía al cuarto tras cerrar la puerta.
"Hey..."

Zayn lo miró un tanto confundido. Se limpió las manos usando un trapo rojo y se giró completamente hacia el ojicafé, apartándose del lienzo.
"¿Qué hay?"

Liam colocó los puños dentro de sus bolsillos antes de hablar:
"Alanna me dijo que Louis no estaba aquí, así que pasé a saludarte."

El ojimiel, denotando ligera sospecha, le regaló un asentimiento, apretando el trapo manchado de pintura.
"¿Sólo eso?" le preguntó, a lo que el veinteañero se encogió de hombros, luciendo un pequeño brillo en esos ojos pardos.

"¿Estás muy ocupado?"

Y Zayn, nunca dispuesto a quedarse con las dudas, dio dos pasos más cerca de él, observándolo casi de forma provocativa.

"¿Qué tienes en mente?"

Hacía años que no iba a la feria, pero Zayn no había olvidado cuán divertido era gastarse toda una tarde allí; entre juegos mecánicos, palomitas de maíz, competencias absurdas, algodón de azúcar y muchas carcajadas.

Recordó cómo Louis y él solían desafiarse salvajemente en los carritos chocones, a tal nivel que la madrina terminaba viéndose obligada a sacarlos de ahí antes de que se mataran... O mataran a alguien más.

Estuvo a punto de atragantarse con su propia saliva al reír tanto cuando bajaron por la interminable resbaladilla y Liam no dejaba de repetir que necesitaba ir al baño o se haría de cuentas que estaban en un parque acuático... En los trampolines tampoco fue muy distinto.

Por supuesto que lo derrotó sin la mínima gota de misericordia en la máquina de baile, aunque ambos apestaban bailando.

Cuando todas las luces de los puestos se encendieron y la luna se mostró gigante en lo más alto del cielo, creyeron necesario ir por algo de comer.

¿Y qué mejor que unas grasientas banderillas para cerrar la noche?

Poco habían hablado desde que llegaron al pequeño puesto de embutidos poco alimenticios -pero condenadamente deliciosos-, hasta que Zayn decidió romper el silencio de la manera menos discreta posible.

"¿Esto... Es una cita?" le preguntó a Liam sobre el bullicio de la zona, quien se encontraba concentrado en bañar su banderilla en la fuente de queso caliente.

Tras girar el rostro a su izquierda, donde el chico yacía de pie esperando una respuesta, le resultó imposible no esbozar una sonrisa.

"¿Lo es para ti?" cuestionó de vuelta, ganándose una mueca disconforme por parte del adolescente, que tragó su comida antes de replicarle.

"¿En serio vamos a jugar a esto?"

Liam rió ante su reacción, regalándole un corto asentimiento que fue bastante bien recibido.

Zayn se distrajo un poco con la fuente mientras confesaba en un murmullo vergonzoso:
"Es la primera vez que tengo una cita con alguien que no sea mi dentista..."

Liam arrugó las cejas un segundo.
"Me sorprende."

Los ojos mieles lo observaron con un toque de sorna.
"¿Que vaya al dentista? No conseguí esta sonrisa por arte de magia."

A lo que el castaño simplemente negó, ocultando una sonrisita cómica.
"No" respondió "Que sea tu primera cita."

Zayn se encogió de hombros notablemente incómodo, tragándose un bocado.

"¿Por qué?" preguntó "Es decir, admito que soy un poco ñoño. Ya sabes, los videojuegos, las historietas, mi intenso fanatismo con las películas de acción... "

El ojicafé no pareció conforme tras escuchar las palabras del muchacho. En su lugar, lo miró fijamente y lo interrumpió en seco:

"Tus gustos no te hacen ñoño."

Zayn parpadeó en silencio antes de alzar una ceja hacia él:
"Lo dices porque son parecidos a los tuyos" recordó.

El mayor suspiró, dándose un poco por vencido ante la terquedad de su acompañante, pero aceptando que no mentía.
"Bien, tienes razón..." Zayn lo miró como todo un ganador "Pero eres bastante lindo" entonces la sonrisa soberbia desapareció de su boca y un tono carmín se apoderó de sus mejillas.

Liam se mordió los labios en un intento fallido por ocultar la sonrisa tierna que se había enganchado allí. Zayn, quien no podía mantener la mirada sobre los ojos cafés, imitó su acción, sólo consiguiendo lucir más adorable.

"¿Ves? A eso me refiero" señaló. El moreno lo miró de inmediato con un figurado signo de pregunta en el rostro "¿Qué chico de diecisiete años se sonroja con un simple halago?" preguntó a la nada.

El pelinegro, que había llenado sus mejillas de comida, tragó de un tirón, mirándolo un poco apenado.
"Zayn" respondió usando un tono de pregunta que le resultó imposible ocultar.

Liam no pudo resistirse un minuto más, y acercándose a él, le acarició los cachetes brevemente antes de atraer su rostro cerca del suyo para besar sus labios, tan lenta y suavemente que esos pocos segundos parecieron toda una vida...

Una dulce y bonita vida.

I'm back, pussyheads...

Ahre, sólo les haré saber algo y es que esta historia es más corta de lo que parece jeje nos leemos. ❤

DICKHEADS! (and apparently, a naive kid)  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora