12. Permanecer, no pertenecer

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El día jueves durante la clase de Cálculo básico, el maestro Bixman había asignado un montón de actividades prácticas que debían ser enviadas tan solo dos días después mediante la plataforma estudiantil.

Eran una totalidad de cincuenta y dos ejercicios... Cincuenta y dos ejercicios que por supuesto Louis había dejado hasta último minuto, demasiado ocupado en completar el nuevo nivel del videojuego que lo tenía obsesionado como para prestarle atención a ese tipo de cosas.

Asimismo, Liam, sin percatarse de ello, se distrajo entre mensajearse con el moreno y adelantar otros deberes que debía entregar primero... Mas, al fin y al cabo, ambos terminaron de la misma forma: Retrasados, estresados y jodidos... Muy jodidos.

Por ello, el viernes al salir de clases, corrieron a casa del ojiazul, dispuestos a iniciar de inmediato.

Bueno... Luego de comer.

Ah, y también reposar un rato.

¡Además, no podían olvidar echarle un ojo a la nueva actualización de Fortnite!

Siguiendo ese mismo plan de matar el poco tiempo que les quedaba, vieron llegar las seis de la tarde, y fue cuando realmente empezaron a trabajar.

El reloj deslizó sus agujas hasta el número siete, la luz del sol se esfumó y Lanna regresó a casa con un flan que lucía delicioso, el cual devoraron rápidamente mientras resolvían el vigésimo ejercicio.

Zayn había bajado a la sala poco después en busca de una porción de ese postre. Liam, quien sintió su mirada penetrar profundo en él antes de oírlo subir las escaleras, perdió la concentración, y terminó retirándose con la vieja excusa de que iría al baño.

¡Y por supuesto que fue al baño! Aunque no estaba solo...

Los labios de Zayn aún tenían ese toque dulce y acaramelado del postre, que saboreó mientras lo besaba contra la pared de forma hambrienta.

El chico lo tenía en la jodida punta de su dedo, controlándolo a su antojo...

Liam se apartó tras haberse quedado sin aliento, plantando la mirada en el moreno que lucía igual de sofocado, con las mejillas coloradas y leves jadeos escapando de su boca ligeramente hinchada.

"Tengo que volver abajo" susurró el castaño, manteniendo una de sus manos en el cachete del muchacho, que no se notó muy alegre al oír aquello.

"Hazlo, no me perteneces" murmuró tan solo para molestar al mayor, que soltó un suspiro, mirándolo seriamente.

"¿Cuándo dije lo contrario?"

Zayn se encogió de hombros desinteresadamente, aún apoyándose en la pared.

"¡¡LIAAAAM!! NO PIENSES QUE ME DEJARÁS TODO EL TRABAJO A MÍ" la voz de Louis se hizo escuchar desde la planta baja, quien se sentía con el derecho de reclamar a pesar de que Liam estaba haciendo casi todo.

Sin decir ni una palabra más, el moreno se dirigió a la puerta que conectaba a su alcoba, dejándolo en paz para que pudiera regresar a sus deberes.

"Tardaste tanto que empecé a preguntarme si tenías una vagina ahí abajo" Louis le reclamó tras verlo recuperar su asiento.

Liam rió desganado.
"Si tuviera una vagina no estaría haciendo esta basura, créeme".

"¿De verdad quieres una? Tengo contactos, ya sabes, sin remordimientos-"

El rostro interrogante del veinteañero lo hizo callar y continuaron sin descanso.

Lápices danzaban sobre las hojas de papel; en ocasiones, uno que otro borrador se entrometía inesperadamente y el baile iniciaba de nuevo, siendo guiado por la mano adolorida de Liam, que se rompía la cabeza para solucionar los problemas y así pasárselos a Louis, quien rápidamente los transcribía en el computador.

DICKHEADS! (and apparently, a naive kid)  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora