Sweet & Cold ♡1♡| Can You Love Me?.

→El corazón habla a través de nuestros ojos.

►Capítulo 12• 

Todo fue tan perfecto que Jimin realmente no quería arruinar el momento pero quizás la ocasión lo ameritaba.

No estaba seguro de lo que estaba haciendo, Dios era su testigo... algo no cuadraba y en su corazón lo sabia. Hoseok era una persona tan buena, tan sincera, le hizo sentir mariposas con cada palabra que le había dicho y estaba muy feliz de poder iniciar una relación con él... pero aun así algo le molestaba.

Luego del "si" fundieron sus bocas en un tierno beso que poco a poco fue aumentando en intensidad... sus manos estaban por todos lados, les faltaba el aire y empezaron a sentirse acalorados pero ninguno se detuvo: Hoseok por que realmente quería que ocurriera y Jimin por que se encontraba tan aturdido que apenas podía coordinar sus pensamientos y los movimientos de su cuerpo.

— H-hyung... espera hyung p-por favor. —dijo intentando contenerse por los besos del mayor en su cuello.

Hoseok se detuvo de inmediato mirándolo fijamente con la confusión plantada en su mirada.

— Perdón Jiminie, perdóname de verdad.. —se alejó.

— No Hoseok no te disculpes, solo quiero que vayamos con calma. —

— Tienes toda la razón Jiminie... me dejé llevar. —

Jimin solo le ofreció una cálida sonrisa y se acurrucaron en el sillón de la sala.

— Gracias... —dijo casi susurrando mientras cerraba los ojos y se apoyaba en el pecho del mayor.

— No me agradezcas corazón, perdóname por atacarte así. —

Jimin negó con la cabeza y soltó una pequeña risita que hizo al pelirrojo relajarse. Ya encontrarían otro momento para eso, él planeaba pasar mucho tiempo al lado de ese bello chico y no quería arruinarlo.

«Aunque de todas formas tengo que solucionar este problema en mis pantalones.»

La velada siguió tranquila hasta que un mensaje le hizo saber que sus roomies estaban llegando, se levantaron ambos del sillón y ordenaron la casa antes de que llegaran Nam y Jin.

— Peeermiiiisoooo —Jin cruzo la puerta con una sonrisa de oreja a oreja— ¿¿se puede?? —la nueva pareja no hizo mas que reírse de la cara de picardía que lucía el intruso.

— ¿Y... todo bien? —preguntó NamJoon.

— Si Nam, todo bien —contesto Hoseok— creo que no se conocen todavía, el es Jiminie mi novio — dijo mientras empujaba al pequeño contra su pecho, haciendo que los dos mayores largaran una carcajada y los felicitaran. Jimin escondió su rostro por la vergüenza y agradeció los buenos deseos.

Cuando todo terminó, el menor decidió que ya era hora de volver a casa, asique Hoseok se dispuso a acompañarlo.

— De verdad la pase muy bien hoy, muchas gracias... fue una cita perfecta. —Murmuró Jimin mientras metía la llave al gran portón.

— No fue nada Jiminie, el que mas lo disfruto fui yo asique mis intenciones fueron egoístas... —contestó mientras sonreía alegremente.

Terminaron de despedirse con un dulce y casto beso y Jimin desapareció dentro del edificio.

«•••»

Luego de ver como J-hope se declaraba, YoonGi volvió a su casa, sería el rey de los imbéciles si todavía les arruinaba la velada. Quería estar solo, se sentía patético e inquieto y no podía dormir por mas que intentaba hacerlo, asique luego de un buen rato dando vueltas en la cama, decidió salir al balcón y encender un cigarrillo. Últimamente fumaba con mas frecuencia. Habían pasado unos 40 minutos cuando escucho la inconfundible risa de su amigo.

La curiosidad lo llevo a mirar hacia abajo, aunque hubiera preferido no hacerlo, ya que para su mala suerte, ahora presenciaba otro beso de la feliz parejita. Simplemente levanto la vista, fijándose en la luna y lo hermosa que brillaba esa noche, preguntándose por que era tan jodidamente estúpido y cobarde.

El segundo cigarrillo siguió al primero, lo fumó enseguida y luego encendió otro. No sabía qué lo mantenía mas despierto, si la nicotina o sus pensamientos. De todas formas la noche era realmente agradable, a pesar de lo que acaba de ver, parecía una buena idea quedarse sentado allí un rato más y entonces escuchó la puerta corrediza del balcón vecino, seguido de un grito que venia de la entrada del edificio. Hoseok aún estaba parado ahí abajo. 

— ¡Duerme bien bebé! —

De reojo pudo ver que Jimin se había inclinado sobre el vacío para contestarle con un simple movimiento de sus manos. No pudo evitar girarse por completo para verlo, era muy atractivo, la luz de la luna le sentaba muy bien. Cuando J-hope se fue, el menor volteó en su dirección haciendo que sus miradas se encontraran...

YoonGi estaba confundido, Jimin parecía triste.

El mayor se le quedó viendo unos instantes más, hasta que Jimin le dedicó una sonrisa apagada, como si se lamentara por algo y luego volvió a entrar, dejándolo confundido y molesto consigo mismo... su corazón había captado el mensaje.

Al otro día en la tienda, YoonGi noto a su amigo demasiado feliz... obviamente sabia la razón pero aun así fingió total ignorancia.

— Te ves muy animado hoy... más que de costumbre. —

— ¿Se me nota demasiado? —el pelirrojo no podía ocultar su sonrisa.

— Exageradamente, cada que ves el teléfono sonríes como tonto. —

— Es el amor que me tiene idiotizado. —Dijo abrazándose a la escoba con la que barría segundos antes.

— ¿Ya te le declaraste a Jimin? —

— Si YoonGi, ya somos oficialmente una pareja —contestó con una repentina seriedad.

— Tranquilo viejo... te felicito, no lo arruines como siempre lo haces. —J-hope tenía la mala costumbre de dejarse llevar por las tentaciones de la carne.

— Esta vez quiero hacer las cosas bien YoonGi, no lo voy a arruinar... Jiminie se merece que de lo mejor de mi. —Respondió y siguió con la limpieza.

YoonGi ya había aceptado que perdió su oportunidad y deseaba sinceramente la felicidad para ambos. Él realmente quería ser un buen amigo, pero conocía al pelirrojo... podía apartarse y no meterse entre ellos, pero no toleraría que lastimara a Jimin ni una sola vez.

A pesar de comportarse como un idiota, él estaría ahí para Jimin si fuera necesario.