►Capítulo 5•
Al otro día Jimin se levantó decidido a empezar su nueva vida, esta vez con el pie derecho...
Jin lo había invitado al departamento cuando quisiera, así que se preparó para ir a tomar un café con el mayor. Además, aunque ya le daba vergüenza seguir molestando, necesitaba que alguien lo aconsejara pues debía conseguir un trabajo, quizás el sabría de algún lugar. Sus padres estaban dispuestos a pagar la renta, pero ya habían hecho muchísimo por él y no quería molestarlos más. Aceptó por unos meses pero solo hasta que pudiera mantenerse por su cuenta.
Aún era temprano cuando Jimin sintió ruidos en el departamento vecino, al parecer YoonGi también se preparaba para salir... Desde que lo que vio por primera vez no podía dejar de pensar en él como un ser extraño. Estaba realmente interesado en aquellas alas negras, Jin dijo que había sufrido mucho en el pasado ¿Tendría algo que ver? ¿Era acaso una especie de ángel guardián? ¿Estaba volviéndose loco?... No, lo último no era una pregunta. Jimin creía firmemente que había perdido la razón hacía varios años.
No era raro para él ver ángeles, ese "don" lo había adquirido hacía años, pero los había visto portaban alas maltratadas, con unas pocas plumas muchas veces quemadas, grises, como si estuvieran manchadas, pero aún así se notaba que alguna vez fueron blancas. Por eso las que vio detrás de YoonGi le habían impactado tanto, eran hermosas, majestuosas, nunca había visto un par de ese color, un profundo negro azabache y las plumas mas altas brillaban con la luz de la luna... Las recuerda por que puso toda su atención en ellas antes de desvanecerse. Quizás lo acompañaba un ángel muy especial.
El sonido de la puerta vecina cerrándose lo saco de sus pensamientos, se apresuró para salir a saludar a su hyung pero éste ya había subido al ascensor así que volvió al departamento, tomó su gran bolso negro y emprendió viaje a casa de Jin.En el camino encontró una pastelería y decidió llevar una tarta de fresas con crema, esperando que a su hyung le gustara. Ese día se levantó con un muy buen humor, agradecido por estar en una pieza luego de lo ocurrido y decidido a tomar su rescate como una segunda oportunidad que le había sido regalada. Cantó durante todo el camino, inconscientemente lo hacía solo cuando estaba feliz.
Jimin amaba la música, tenía el sueño de dedicarse a ella por completo, vivir de su arte, pero sabía que le sería complicado seguir una carrera y trabajar al mismo tiempo, si quería ser independiente un trabajo de medio tiempo bastaría. Aún así quería intentarlo, todo estaría arreglado tan solo con levantar el teléfono y llamar a sus padres pero de verdad necesitaba ser autosuficiente... Quería que sus logros fueran solo suyos y lucharía por alcanzar sus metas. Todo llegaría, solo debía ser paciente y por el momento el primer paso era conseguir un trabajo.
Al llegar fue J-hope quien le abrió la puerta, mostrándose sorprendido por su visita.
— Ohh Jimin, buen día... ¿Que haces aquí tan temprano? —
— H-hola hyung, quería preguntarle algo a Jin hyung asique pensé en traer una tarta para tomar un café —dijo sonrojándose, no podía evitarlo, esa era su reacción inevitable ante todo, casi siempre.
— Pues, Jin salió hace un rato, fue a trabajar pero adelante, con gusto yo tomaré ese café contigo. —respondió esbozando una luminosa sonrisa y dejando ver sus hoyuelos. Ya en la sala, J-Hope preparaba las bebidas en la cocina mientras Jimin se acomodaba en el gran sillón— Y dime Jiminie, ¿como estas?, lo de anoche fue realmente intenso. —
— Muy bien hyung, gracias por preguntar. — «"Jiminie" » — De verdad tengo mucho que agradecerles, espero poder corresponderles la amabilidad que tuvieron y siguen teniendo conmigo siendo un perfecto extraño. —
— Por favor Jiminie, cualquiera que sea el mínimo de buena persona hubiera hecho lo mismo. Cambiando de tema, ¿que querías preguntarle a Jin?, quizás yo pueda ayudarte. —
— Bueno quizás si... necesito encontrar un trabajo y quería preguntarle si sabía de algún lugar. Como buen recién llegado no tengo idea de nada. —
— Aah entonces sí puedo ayudarte. En la tienda en la que trabajo necesitamos un empleado más, justamente hoy es mi día libre después de mucho tiempo, nos hace falta un par de manos extra. —
— ¡¡Ohh hyung!! Dime donde es y voy a hablar con el dueño hoy mismo... — dijo dando saltitos por la emoción.
— No te preocupes Jiminie, yo voy a hablar con el viejo por ti. Emmm... quizás deberías darme tu número así te llamo ni bien tenga su respuesta. —Por supuesto Jimin no lo dudo y tomó el teléfono del pelirrojo para guardar su número, mientras que el mayor hacia lo mismo.
— Dime hope Jiminie, no hacen falta las formalidades. —
— Es un lindo apodo, de seguro tu nombre es aún mas bello... ¿Por que no lo usas?. —
— Me llamo Hoseok, pero nadie me dice así, me he acostumbrado a mi apodo. —
— Bueno, seré el único entonces...— respondió Jimin dejando salir una gran sonrisa que enterneció al mayor.
Al terminar el café Hoseok le ofreció salir a recorrer un poco la zona de los centros comerciales, no tenía nada más que hacer ese día y además le gustaba la idea de pasar tiempo con el menor. Toda la tarde admiró a Jimin mientras indiscriminadamente iluminaba a cualquiera que le correspondiera la mirada con una sonrisa, era muy amable y agradable. No sólo tenía la belleza a su favor, también tenía una forma de ser radiante, ante la cual Hoseok no pudo evitar rendirse.
Faltaba un solo acto más de parte del joven de cabello naranja para que él cayera por completo, Jimin era como un intruso intentando entrar en su corazón..
Todo terminó cuando al llegar a una plaza central, se encontraron con un artista callejero que tocaba su pequeño teclado para el público. Cuando Jimin escuchó que interpretaba Make you feel my Love, le llevó segundos acercarse al músico pidiéndole permiso con la mirada para cantar con él y así lo hizo.
Quien pasaba detenía sus pasos para poder escucharlos, era como si el tiempo mismo se hubiera dado un respiro para poder oír su voz, así también el pelirrojo pudo sentir cómo su corazón se detenía para no molestar con el sonido de sus latidos. Listo... estaba perdido, había caído a los pies de Park Jimin, un criminal, había sufrido un ataque terrorista en plena plaza central.
J-hope estaba enamorado, en el sentido mas puro... se había hipnotizado con la voz de Jimin y estaba encandilado con el brillo de sus ojos mientras cantaba. La personalidad del menor era tranquila y dulce, muy contraria a la suya, arrebatada y demasiado efusiva. Jimin transmitía paz.
Luego de dar muchas vueltas por las diferentes tiendas decidieron que ya era hora de volver, Hoseok lo acompaño hasta su departamento y el menor se despidió de él, sacudiendo su mano como un niñito, antes de cerrar la puerta del edificio. Jimin se la había pasado bastante bien también, estaba contento de que fuera Hoseok quien lo atendió, porque disfrutaron de un muy divertido día.
Ya metido en su cama y a punto de irse a dormir recibió un mensaje:
— Buenas noticias Jiminie, empiezas mañana a primera hora. —
— No se como agradecerte Hoseok :3 —
— Tendremos que repetir nuestra salida de hoy, que remedio :D —
— Jajaja esta bien, te lo quedo debiendo. La pase muy bien... gracias de nuevo. Que duermas bien y sueñes bonito Hoseok. —
— Igualmente Jiminie ♥. —
« Hyung realmente es tan amable como es guapo»
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Sweet & Cold ♡1♡| Can You Love Me?.
Fanfic❣| TERMINADA |❣ Parecía solo un encuentro fortuito, una coincidencia, una consecuencia de sus insufribles actos heroicos. Pero Min YoonGi, aquel joven envuelto en las mil capas de su armadura, pronto descubriría que encontrarse con esa hermosa visió...