→La primera vez.

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►Capítulo 25•


«4:20 am»

Jimin caminaba a pasos lentos sobre la desolada avenida, el viento soplaba leve pero frío y molesto... ruidoso. Parecía susurrarle cosas, soplándole al oído cada vez que pasaba a su lado.

No terminaba de creer lo que había pasado, era increíble lo mucho que podía cambiar una persona con el alcohol, aunque quizás Hoseok había tomado algo mas... no, no quería pensar así de él. Ese no era el mismo hombre que le daba flores de vez en cuando cuidando mantenerlo como un detalle y pedía permiso con la mirada antes de acercarse o pedía perdón, si pecaba de travieso y le robaba uno que otro beso. No podía estar dolido ni mucho menos enojado con él... no justificaba su comportamiento pero no cabía duda de que actuaba bajo el efecto de lo que sea que se hubiese metido. 

Aún así dolía que la vida no le dejara regocijarse en los pequeños momentos de felicidad. No pudo disfrutar ni siquiera por 30 minutos la buena noticia de que TaeHyung había despertado y peor aún, YoonGi se vió arrastrado de nuevo, por su debilidad... ¿Por que la suerte nunca estaba de su lado? Se sentía dentro de un drama o una novela sin fin, donde el autor se desquitaba con él... cada vez que todo parecía mejorar, ocurría algo. 

Sin darse cuenta ya había llegado a su edificio. «Quizás debería llamar a Jin y a Namjoon para avisarles que Hoseok ya volvió, aunque tal vez YoonGi ya los habrá llamado o incluso puede que ya hayan vuelto... de cualquier manera»  pensó «Sería mejor que no interviniera mas.» Intentaba abrir la puerta de su departamento cuando oyó que alguien subía a toda prisa por las escaleras.

Un agitado YoonGi cruzó miradas con él, ni siquiera había querido esperar el elevador. Jimin, que aún no salía por completo de su estado de shock por lo que acababa de vivir, respondió con una mueca de sonrisa y entonces en un parpadeo, YoonGi ya estaba abrazándolo, mientras Jimin se aferraba con fuerza a su cuello y hundía el rostro en su hombro. 

— Por Dios Jimin... No sabes cuanto me asustaste... No vuelvas a desaparecer, por favor, no vuelvas a asustarme así Jiminie. —Temblaba.

— Lo siento hyung s-solo quería bañarme y cambiarme y... y... Tu rostro hyung... —el menor notó los golpes y de inmediato quiso volver a llorar.

— No es nada Jimin... Perdóname por favor, no debí dejarte solo. —

— Estabas con TaeTae, esto no es tu culpa. —

— Hoseok quiso disculparse contigo pero te habías ido. Ese no era él Jiminie, Hoseok no es así. —

— Lo se hyung, lo se.. —Jimin se frotó el rostro con la manga de su camisa y luego mirando a los ojos al mayor preguntó— ¿Puedes quedarte conmigo lo que queda de la noche?... —realmente necesitaba su compañía, se sentía solo y aunque no quería, estaba un poco asustado todavía. 

— Por supuesto Jimin... Me quedaré todo el tiempo que quieras. —


«•••»

«4:35 am»

— Hyung, ¿hablaste con Jin y Namjoon?. —Jimin estaba parado en la puerta del baño, ya un poco mas calmado a punto de tomar una ducha. 

— Si, llegaron justo cuando me iba. Se quedaron atendiendo a Hoseok asique no te preocupes por él. — YoonGi pudo notarlo, ese pequeño ángel no podía sentir odio ni rencor contra nadie... lo único que sentía por el pelirrojo era preocupación. 

— mm... —y culpa— voy a bañarme... —

— Entonces yo también iré a hacerlo... vuelvo en cuanto termine pequeño. —

Jimin se tomó su tiempo en la ducha intentando lavarse el cuerpo, pero las marcas no desaparecían, frotó hasta el hartazgo su pecho y cuello pero todo esfuerzo era inútil. Cuando por fin salió del baño YoonGi aún no volvía, fueron apenas 3 minutos de soledad pero se sintieron como si hubiesen sido horas... No era estaba siendo para nada una de sus mejores noches y empezaba a hundirse de nuevo en sus recuerdos y los pensamientos negativos cuando el mayor golpeó la puerta.

— ¿Eres como mi ángel guardián sabías hyung? —YoonGi, aún con el cabello mojado y parado en el umbral, lo miraba perplejo por el comentario. 

— ¿Que sucedió? — 

— Nada... solo me he dado cuenta que desde que te conocí, tienes el don de aparecer en los momentos justos. —Los ojitos rasgados del menor casi se perdieron por completo gracias a la gran sonrisa que nació en sus labios y YoonGi no podía sentirse más contento despejar sus dudas. El menor sonreía, él había llegado justo a tiempo, quizás Hoseok no lo había dañado tanto. 

Jimin era el verdadero ángel, el había llegado a su vida solo para sacarlo de la oscura soledad en la que se había sumergido para evitar que lo lastimaran otra vez. Le daba calidez, alegría, ganas de levantarse todos los días y jamás pedía nada a cambio. Despertar escuchándolo cantar al otro lado de la pared era un regalo, nunca había sentido algo tan fuerte y eso le aterraba. 

Temía no poder cuidarlo y tratarlo como Jimin merecía... Lo que ocurrió esa noche no ayudaba. Tenía pavor de perderlo, de que algún día el viento se lo llevara. El estómago le dolía cada vez que pensaba en eso, ¿como podría vivir sin el? ¿Y si llegaba alguien más y se ganaba su corazón otra vez?  Ya había pasado con Hoseok... Sufría pensando que quizás su amor no era suficiente.

Sus miradas no se habían despegado, eso tenía que ser sobrenatural... ninguno estaba viéndose a los ojos, estaban viéndose las almas y podían leer como un libro lo que pasaba en la mente del otro... entonces Jimin se quebró. 

— Lo s-siento mucho hyung... — 

— No, Jiminie... —YoonGi dio un paso dentro del departamento para poder abrazarlo con todas sus fuerzas. 

— No se defenderme y siempre te traigo problemas. Soy un inútil... jamás podré protegerte. — 

— ¿Protegerme?... Ay Jimin... —sonrió de costado— solo ver tu sonrisa puede salvarme la vida. —

Y no importó nada mas... No podían evitar sentir lo que sentían el uno por el otro, no era justo sufrir tanto y estar siempre a merced de los demás. Se perdieron en un beso que ambos iniciaron, primero lento, suave y dulce que pero poco a poco fue mas necesitado y urgente.

YoonGi cerró la puerta detrás suyo y tomó a Jimin por la cadera, levantándolo y haciendo que enrollara sus piernas por su cintura. Sus labios jamás se despegaron, incluso cuando sus cuerpos cayeron sobre la cama, ellos siguieron disfrutando el sabor del otro. 

Jimin traía solo un bóxer y una playera holgada que logró enloquecer los sentidos de su hyung. Recostados sobre la cama, con los cuerpos tan juntos, era imposible no sentir que Jimin temblaba. YoonGi lo tomó fuertemente entre sus brazos y repartió tiernos besitos por todo su rostro, haciéndolo reír bajito. 

Un poco mas calmados, sus miradas volvieron a encontrarse y así sin dejar de observarse, YoonGi le quitó lentamente la camiseta, acariciando su piel, erizándola, haciendo que Jimin soltara pequeños y tiernos sonidos que intentaba callar tapándose la boca. YoonGi sonreía, con su mano libre sostuvo ambas muñecas del peligris sobre su pecho, para poder callar el mismo los gemidos con su boca. 

Se detuvo esperando una luz verde. 

— S-sigue... —

Jimin ya no aguantaba, necesitaba que YoonGi lo tocara aun más, no terminaba de creerlo... sería la primera vez que haría el amor.

«4:55 am»


Sweet & Cold ♡1♡| Can You Love Me?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora