Sweet & Cold ♡1♡| Can You Love Me?.

→Min "Testarudo" YoonGi.

►Capítulo 7•

Al otro día sus heridas ya eran un poco mas que molestas, repitió la rutina y las lavo con agua oxigenada como la noche anterior. Ni siquiera la voz de Jimin pudo calmar su humor, se sentía ya bastante mal pero aun podía soportarlo hasta salir del trabajo. Se preparó mentalmente y salió mas temprano para poder pasar a comprar sus pastillas. Cuando por fin llego a la tienda J-hope lo esperaba con una taza de café recién hecha... Como si se estuviera disculpando por algo.

El pelirrojo estaba extrañamente sonrojado ese día, pero como no se sentía bien, YoonGi simplemente lo ignoró, aceptó la bebida y mientras la tomaba comenzó con sus deberes. Grande es poco decir de la sorpresa que se llevo cuando, yendo al deposito, se encontró con su animado nuevo vecino en las escaleras.

— Hyung no encuentro las bolsas que me pedis-.. —Jimin se detuvo en seco cuando vio al mayor — B-buen día hyung —hizo una reverencia— e-es mi primer día, asique por favor cuide de mi y espero que trabajemos bien. —YoonGi quedo atónito, pero ya le quedaba clara la razón del sonrojo de su amigo y el porqué del café.

— Buen día Jimin, llevémonos bien a partir de ahora... — dijo para luego darse media vuelta y volver detrás del mostrador a atender a los clientes que ya habían empezado a llegar.

En cuanto tuvo la oportunidad se encerró con J-hope en el depósito.

— ¿Que demonios hace Jimin aquí?, esto tiene que ser obra tuya ¿no?.—

— Jiminie necesitaba un empleo y el puesto estaba vacante, no negarás que necesitamos las manos extras... —la sonrisa en su rostro dejaba ver sus verdaderas motivaciones.

— Serás tonto. No sabes mentir ni para salvar tu vida... —YoonGi tomó las cajas que había ido a buscar y riéndose del menor volvió al negocio— y te dije que me trataras con respeto. —

Jhope quedó solo con sus pensamientos, de verdad había actuado limpiamente. Jimin necesitaba el trabajo y ellos necesitaban la ayuda...  No tenía segundas intenciones pero eso no quitaba el hecho de que estaba realmente feliz por poder pasar tiempo con el menor. Quería verlo todo el tiempo, quería seguir escuchándolo cantar, Jimin era una persona hermosa.

El día siguió sin mayores inconvenientes, Hoseok podría jurar que oyó a YoonGi maldecir en el baño y hacer una que otra mueca al levantar la mercadería o mientras limpiaba el piso, pero no le dio mayor importancia, después de todo era Min "Gruñón" YoonGi... uno de sus tantos apodos, lo suyo era estar irritado.

Al terminar el turno, YoonGi se preparó una bolsa con productos que necesitaba, tomo vendas y demás cosas necesarias para sus heridas y para la casa, las anotó en el cuaderno especial que tenían para cuando sacaban algo del local y esperó a que J-hope y Jimin salieran para cerrar.

— ¿Sabes como volver Jimin?... yo iré a ver a Jin asique no podré acompañarte. —

— Si hyung, no te preocupes, Hoseok se ofreció acompañarme asique estaré bien. —

«¿Lo llamó Hoseok?»

— Si "Hyung" tranquilo que yo cuidare de Jiminie, avísales a los chicos por mi ¿si? —dijo el pelirrojo en tono burlón, sonriendo como si hubiera ganado una pelea. 

«¿Jiminie?»

— Como sea. — respondió YoonGi terminando la charla mientras agarraba sus cosas para irse. 

Al llegar al departamento de los chicos, NamJoon lo atendió por que Jin aun no llegaba.

— ¿Crees que tardará mucho?, estoy algo cansado. —

— No hyung, hace 15 minutos dijo que ya estaba preparándose para salir, asique no estará muy lejos. — contestó el de hoyuelos mientras levantaba la camiseta de YoonGi para descubrir la herida.

— Puedo ver que la limpiaste bien pero se ve roja y esta empezando a soltar fluido... Jin seguramente querrá desinfectarla o que vayas al hospital. —Los interrumpió el teléfono.

— ¿Si?... ¡Hyung! YoonGi-hyung esta aquí y creo que su herida esta empezando a infectarse, ¿tardarás mucho más?... Esta bien hyung yo le digo. —colgó el teléfono— Dice que lo esperes una hora más. A último momento le pidieron que ordenara las historias clínicas. —

— Demoniosss... ya tengo sueño, estoy muy cansado... Me voy, mañana es mi día libre asique vendré temprano en la mañana, así lo encuentro. —

— Mañana es su descanso también, pero creo que deberías quedarte hyung, eso ya no se ve bien, es necesario que te él te revise. Quizás debas ir a la guardia... —

— Shhh, no respondas a tus mayores... —y sin mas charla tomó sus cosas y se fue 

Era terco como nadie cuando se le metía una idea en la cabeza y por el momento lo único en lo que podía pensar era en que tenia sueño. A pocas cuadras se encontró con Hoseok en el camino.

— YoonGi, ¿ya te vas? ¿pudiste hablar con Jin?. —

— Todavía le quedan un rato de trabajo y yo estoy demasiado cansado asique me voy a dormir. ¿Y tú?, ¿Qué te traes con "Jiminie"? —

— Nada...¿?, solo fui un caballero de brillante armadura como tú... — dijo riéndose de él

— Aja si, bueno cuídate y no rondes demasiado por mi edificio o te denunciaran por acosador y actitud sospechosa... — contestó el mayor mientras se alejaban uno del otro.

Por el camino iba sintiéndose cada vez mas débil, tanto que al llegar al departamento, puso lo ultimo que le quedaban de fuerzas en sus manos para sacar las llaves y abrir la puerta.

Jimin se relajaba leyendo un libro con su rico té de manzanilla sobre la mesita de luz, siempre lo ayudaba a dormir y vaya que lo necesitaba desde que había dejado los medicamentos. Descubrió que las hierbas lo ayudaban casi tan bien como aquellas pastillas que le habían recetado para dormir y su psiquiatra, al ver la mejora, no se opuso a su decisión de darle un descanso del tratamiento. Aun así habían noches en las que las voces y las imágenes lo atormentaban pero con el tiempo aprendió a reconocerlas como simples pesadillas y ya había dominado el arte de dar vuelta la almohada, hundir el rostro en el lado frío y seguir durmiendo.

El estar tranquilo también ayudaba, asique con lo que le gustaba leer novelas románticas, reservaba un tiempito antes de dormir para avanzar un capitulo por noche, aunque esta vez lo habían interrumpido.

Se oyó un fuerte golpe, como si cayera un mueble, sonó como si algo pesado hubiera caído en seco y parecía venir del pasillo. Sin pensarlo dos veces fue corriendo hacia la puerta y al abrirla se encontró con un par de piernas que yacían en el suelo, sobresaliendo de la entrada vecina.

— ¿¡Hyung!? —