Me encontré a mi hermano otra vez en la puerta de mi casa, creo que estaba esperando que lo viniera a buscar. Alguien parece que se va con sus amigos devuelta. En cierto modo me preocupaba. No veo tan normal que un chico de su edad salga hasta la madrugada con sus amigos. Más que nada porque algunos son mayores que el. Me preocupaba el hecho de que no tenga límites, yo había aprendido a ponérmelos yo misma, pero no se si el también.
- ¿Cómo andas hermanita? ¿Novio nuevo?
- ¿Qué?-. El es el único que sabe que mi relación con Marcos terminó, hay mucha confianza entre nosotros.
- Llegas muy tarde últimamente.
- Siempre llegó tarde, Gaby.
- Es verdad, pero noto algo distintos-. Odio mi jodida transparencia.
- Estoy en un taller de escritura o algo así-. Siempre le cuento todo pero no estoy segura de decirle la verdad.
- Claro, como digas-. No se lo creyó una mierda, pero tampoco insistió a que lo diga.
- Cuídate ¿si?
- Si, no te preocupes.
Obviamente me preocupaba, no tenía ni una mísera idea de donde se metía.
Dentro de la casa, estaba mi mamá sentada en la mesa, como siempre, mirando televisión. Por la cara que traía me Di cuenta de que no estaba de buen humor, asique termine corriendo a mi cuarto a esconderme.
Me tire en la cama al estilo palomita, como amo dormir. De todas maneras todavía no lo haría, esperaré a que se acueste e iré a comer algo a la cocina. Mientras ideaba mi plan como ladrona de neveras, escuche mi teléfono soñar en el bolsillo de mi campera y se me quito hasta el hambre.
Me asusté más cuando vi en la pantalla que decía que había un nuevo mensaje de "F.H.". Dude casi un siglo abrirlo mientras intentaba calmar la velocidad en que mi corazón iba. Arruine todo. Ya Mila, abre el mensaje.
"F.H.:
Señorita Ribelles, mañana tengo que llevar a mi hijo a un partido de fútbol, pero esta re disponible a partir de las 5 de la tarde ¿Le parece bien?"
Largue todo el aire que había estado manteniendo con unas terribles ganas de gritarle millones de cosas por haberme asustado así.
"Mila:
Por mi no hay problema. Lamento mucho lo de hoy, me cuesta mucho controlarme."
Pulse enviar y releyendo el mensaje me Di cuenta de que sonaba a que me lo quería violar básicamente y me estaba costando no hacerlo. Estaba apunto fe arrepentirme o darle una explicación extra cuando me dije a mi misma que eso mismo era lo que me pasaba. Va, si ya se lo debe imaginar.
"F.H.:
Creo que ambos tenemos problemas que tenemos que solucionar."
MI cabeza estalló en miles de preguntas ¿Qué problema tiene el ahora? Bueno, además de una alumna desquiciada que no puede mantener la boca cerrada.
"Mila:
Discúlpeme si soy el problema"
Me disculpe tantas veces con el ya que si el fuera Dios ya me hubiese condenado al infierno. En estos momentos creo que hasta yo misma me planteo ir por mi cuenta. Cuando se trata de el creo que hasta me nacen cuernos y cola.
"F.H.:
Es una muchacha difícil, es verdad. Pero el problema lo tengo Yo
"Mila:
¿Puedo ayudarlo en algo?"
Un momento...
"Mila:
¿Difícil? Que sutil manera para decirme que soy insoportable."
"F.H.:
No me imaginé que conociera la palabra "sutil""
"Mila:
No me provoque Hartmann. Después cuando quiero decir algo se esconde bajo la alfombra como si yo fuera el coco que se lo quiere comer"
