Extra

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Me había revolvido toda la casa intentando encontrar ese estúpido par de medias blancos que no quería aparecer.

- ¡Isa! ¿Donde dejaste las medias blancas?- grite con toda mi frustración a flor de piel.

- ¡Que yo no lo agarre!- grito ella revolviendo el cesto de la ropa.

Resople dándome por vencida con todo esto. Fran apareció por la puerta de la habitación sosteniendo el par de medias blancas en la mano. Lo mire con un brillo especial en los ojos como si estuviera viendo a un superhéroe.

- Estaba en tu cajón de la ropa interior- murmuro sin que nadie escuche dándome la posibilidad de salvar mi orgullo.

Me rei por eso y por la complicidad que tenía conmigo. Si supiera la sorpresa que tengo para el.

- Aquí está, Isa. Fue culpa mía, estaban en mi cajon- volví a gritar.

Fran me sonrió porque sabía que yo no buscaba salvar mi orgullo. Prefería más que se rieran conmigo de mi estúpidez. Isa volvió con su vestido blanco suspirando ya cansada de mi despistes. Solo tiene 5 años y ya me tiene ella de hija a mi. Creo que en vez de ser la madre en esta casa soy la hija, no, tal vez solo la mascota. Me empecé a reír sola y Fran se rió porque siempre que hacía eso le daba gracia.

- No me animo a preguntar en qué estabas pensando- dijo.

- Me imaginaba con orejas de perro moviendote la cola.

- Bueno,- me susurro en el oido- lo de las orejas no me lo puedo imaginar, pero si imagino lo segundo creo que llegaremos tarde.

Volví a reírme.

- Lo tendré en cuenta para el regreso, necesitaré algo bueno para quitarte la sorpresa cuando te de el regalo de Navidad- murmuré.

- Ya basta- grito Isa- no voy a estar sentada en la cama esperando que dejen sus secretos.

- Perdón, amor. Deja que yo te ponga los zapatos- dijo Fran-. Y tú ve a terminar de prepararte, yo me ocupo.

Le di un beso transmitiendole toda mi gratitud mientras corría por la casa aún en ropa interior buscando mis cosas ¿Y ahora dónde dejé mis zapatos? Creo que vamos a terminar llegando tarde.

Llegamos a la casa de mi papá media hora tarde sintiendo el maravilloso aroma de la carne asada. Nos abrió la puerta con una sonrisa mientras agarraba a Isa del suelo para llenarla de besos.

- Llegan justo, ya está lista la comida- dijo después de saludarnos.

- Disculpe, Mila estaba jugando a las escondidas con un par de medias y un par de zapatos- dijo Fran-

- Y perdí- murmuré.

Mi papá se rió y nos guío a la mesa donde estaban todos. Incluso después de pasar tres navidades con mi padre, Fran aún se ponía nervioso.

Pero mi ansiedad me estaba matando y deseaba volver a casa para darle mi sorpresa.

Volvimos a la casa pasada las 1 de la mañana con Isa durmiendo en los brazos de Fran. Me tocó manejar a mi.

- De verdad, si no quieres que muera joven tendrás que dejar de apretar tanto el acelerador- murmuros aún agitado.

- Tal vez en otra vida fui piloto de carrera.

- Si fui tu copiloto creo que ya se cómo mori- dijo susurrando para no despertar a Isa.

Se encargó de acostarla mientras yo me preparaba para darle su regalo. Estaba saltando en el lugar en silencio y aprovechando que no me veía haciendo terrible acto de inmadurez. Pero no puedo con mi ansiedad.

Salió del cuarto y me observo con el ceño fruncido sin entender que hacía parada al lado del árbol de navidad. Hasta que le señale el sobre que había puesto ahí con su nombre. Y su cara cambio a sorpresa.

Lo miraba desde atrás observar la hoja que decía: "Tu regalo lo tengo yo, para descubrirlo tendrás que sacarme la ropa". Se dió la vuelta con una sonrisa traviesa.

Me tomo en brazos y me llevo a la habitación sabiendo que había entendido que su regalo era una buena sesión de sexo (pero eso lo iba a tener con o sin navidad). Me besó en los labios mientras bajaba el cierre de mi vestido mientras yo me reía internamente de que no sospechara nada.

Mi vestido cayó al suelo y bajo con besos por mi cuello, entre mis pechos y cuando llegó a mi abdomen se detuvo con el ceño fruncido.

- Por qué te rayaste el...- no termino de decirlo cuando su sorpresa se notó en su cara.

Me reía internamente mientras el observaba mi abdomen escrito con fibron. Al frente de su cara había un cartel que decía: "¡Feliz navidad! El regalo le llegará en 9 meses"

Levanto la mirada seguro queriendo confirmar que significaba lo que el estaba pensando, asique solo asentí.

- ¿Vamos a tener otro bebé?- pregunto aún sin poder creerme.

- Si, Fran.

Sonrió con un hermoso brillo en los ojos y plantó un suave besos en mi barriga.

- Feliz Navidad- le susurro-. Bienvenido o bienvenida a la familia.

Se levantó del suelo y me abrazo con fuerza para luego seguir con lo que estaba haciendo.

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Bueno espero que lo hayan disfrutado, muchas gracias por sus votos y por darle la oportunidad a esta novela. 😁😁😁

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2020 ⏰

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Amor De Mi Vida: Profesor - AlumnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora