3,

1.3K 24 1
                                    

Hola! voy a subir otra parte rápido, porque no se cuando podre seguir escribiendo! 

Espero que os guste! Comentaaad

Capítulo 3, 

Me dirigí tranquila hacia mi tienda de música favorita. En la otra parte del centro comercial, muy lejos de toda aquella locura. Sin embargo, antes me paré en el Starbucks y cogí un frapuccino. No había nada como café para una tarde interminable. 

Una vez entré en la tienda me paré durante unos minutos en el escaparate. No podía ser cierto. Había una guitarra absolutamente increíble. Me encantaba. Era una Yamaha, de color negro por los bordes y azul por el interior. Me había enamorado. Sin embargo mi madre no me dejaría comprar otra guitarra. Hacía poco había comprado una. Y ahora tenía dos. Asi que era una mala idea plantearlo. Me adentré y escuché un silbido.

-Bonita camiseta, Broo - me giré y vi a Max, el dependiente de la tienda y uno de mis amigos de la infancia.

-¿Te gusta? - sonrió - pues es MÍA.

- ¿A qué has venido? - me preguntó acercandose. 

- A matar el tiempo con mi gran amigo - le dije intentándo revolverle el pelo.

-O sea, te han arrastrado a la firma de autógrafos y vienes aquí para esperar, ¿no? - se acercó a una de las guitarras de la tienda - ¿esta?

-Ya sabes cuál quiero probar, me lo merezco - le señalé la guitarra azul.

-Lo siento, pero esa no, Broo, no puedo dejártela - se acercó a una marrón con nada de especial, una muy parecida a mi primera guitarra y me la do - haznos propaganda. Venga.

Siempre que venía a la tienda, me ponía en la entrada a tocar los instrumentos de su interior, así conseguía que la gente se acercase a la tienda al escuchar la música. Algunas veces incluso hacía pequeños conciertos, y cantaba para los dependientes. Eso me otorgaba una posición especial en la tienda. El dueño me agradecía lo que hacía con libros de partituras y otros pequeños obsequios.

- Hoy quiero una púa nueva, se me rompió la que me disteis la última vez - Max asintió y me acercó la guitarra. Fui hasta la entrada y puse mi café a mi lado. Comencé a tocar. Unos acordes y unas cuantas notas sueltas, nada de una canción de verdad.

-BROO!  - me chilló Matthew, el otro dependiente - Toca algo con sentido! - me reí y empecé a tocar esta canción http://www.youtube.com/watch?v=ysdVYA014XA&feature=related 

-Muy bien! - me contestó. Comencé a cantar casi en un susurro, cuando vi por el rabillo del ojo como cinco chicos se acercaban a la tienda y se paraban delante de mí. No levanté la mirada, pero ellos comenzaron a hacerme coros. Yo seguí cantando, y vi como Max le acercaba una guitarra a uno. Les cedí partes de la canción y ellos la cantaban con muy buenas voces, como si hacer eso fuese lo más normal del mundo. Al acabar ambos dependientes nos aplaudieron, y también las personas que se detuvieron a vernos. Levanté la mirada de la guitarra y me encontré con cinco gorras y cinco gafas de sol. Me reí. Uno de ellos era rubio y se quitó las gafas de sol.

-Hola - me dijo. Tenía un leve acento irlandés. Le miré frunciendo el ceño y contesté a su saludo - me llamo Niall. Tocas muy bien - me lenvanté y le di la mano que me ofrecía. Entonces caí en la cuenta. Ese Niall era Niall Horan, y a su lado los otros cuatro integrantes de One Direction me sonreían.

----------------------------------------------------------------------------------

¿Qué os ha parecido? Un beso muy grande y hasta pronto!!

Never mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora