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Hola otra vez!

dado que el anterior capítulo tardé tanto en subirlo... decidi subir este un poco antes de lo previsto!

espero que os guste! y si tenéis alguna opinión no dudéis en comentar!

muchas gracias por leer <3

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Los rayos de sol acariciaban sin piedad mi rostro. Me gustaba despertarme así, de forma natural. Sin despertadores ni sonidos que me obligasen a abrir los ojos. Estaba casi segura de que era bastante tarde, pero aún así me negaba a abrir los ojos. Era mi verano, e iba a disfrutarlo al máximo. Durmiendo.

En realidad ese no era mi plan original. Mi principal idea era aprovechar a hacer todas las cosas que se han de realizar con el sentido de la vista. Pero cuando estás en la cama no quieres precisamente salir a hacer senderismo por una montaña. Sólo para admirar la hermosa vista y respirar el aire puro...en realidad sí que quieres salir, a quién quiero engañar.

Pero ese no era el motivo por el cual tenía pensado quedarme gran parte de la mañana en la cama, lejos de la civilización. El motivo original era en realidad los cinco chicos que probablemente estaban zumbando por mi casa en ese preciso momento. Aunque no se oía nada.

No se cuánto tiempo permanecí así. Pero mi plan fue interrumpido por la melodía de mi móvil. La melodía que indicaba que mi madre me llamaba. Su canción favorita. Hey jude. Resoplando abrí un ojo y cogí mi móvil de la mesilla de noche. Lo miré fijamente antes de cogerlo. Tenía una raya atrevesando la pantalla, aunque esta seguía funcionando. Estaba comprobado que las blackberrys son indestructibles. Finalmente contesté.

-¿Digaaaaaaaa? - mi voz sonó terriblemente ronca. Era obvio que estaba durmiendo.

-¿Brooke? ¿Aún en la cama? - casi pude ver como se reía.

-Es verano.

-Bueno, yo te llamaba para avisarte de que volveré mañana por la noche, y que llegué bien del viaje. Pero no te llamé ayer porque estaba tan cansada que se me pasó por completo - comenzó a contarme todos los detalles de su viaje. Incluyendo que había conocido a un "hombre atractivo" que le había llamado la atención. Traducción de la última frase: sexo.

-Mamá... - no pude evitar interrumpir.

-¿Qué pasa, cielo?

-Ha vuelto a suceder - esperé en silencio a que contestase. Tardó unos segundos que se me hicieron eternos. Cuando finalmente habló, su voz temblaba.

-¿Sabes qué te lo pudo provocar, cariño?

-Ja...Jack... - tartamudeé - me...mmm...llamó ayer.

-¡VOY A MATAR A ESE NIÑATO! - chilló mi madre notablemente enfadada - ¿Por qué demonios le contestaste al teléfono?

-Mamá...estaban todos delante...no...sé - En realidad en ese mismo momento no estaba actuando como yo misma. Com la chica fuerte e independiente que siempre fuí. Y que siempre seré. Estaba actuando como una hija que necesitaba un abrazo de su madre. De una madre que le dijese que todo iba a salir bien. Que ella iba a estar ahí para mí.

-Lo siento, Brooke. Siento no estar ahí - me mandó un beso que explotó contra mi oreja a través del auricular.

Tras unos 10 minutos de charla interminable con mi madre, colgué el teléfono y salí de la cama con lentitud. Tantee en mi escritorio en busca de las gafas y bajé por las escaleras como un zombie. Con mi pelo acariciando mi espalda en las partes que quedaban descubiertas por la camiseta de tirantes.

Cuando finalmente alcancé la puerta de la cocina pude escuchar el televisor encendido, y a alguien cocinando. Olfatee el aire y descubrí con placer que eran tortitas. Abrí la puerta de golpe esperando encontrarme a Zayn allí, pero este no estaba presente. En cambio, se hallaba Niall, con un delantal de pollitos y el pelo totalmente despeinado.

-Mmmm.... ¿buenos días? - él se asustó y se giró rapidamente para hallarnos frente a frente.

-Buenos días, Brooke. Menudo susto me has dado - sonrió y pude ver que llevaba aparato dental. Lo que le hacia lucir realmente adorable.

-¿Y dónde están los demás? - pregunté acercándome a la sartén. He de decir que no soy una buena cocinera. Cuanto más lejos esté de cualquier cosa comestible que se esté cocinando mejor. Sino, la persona que lo ingiera corre un terrible riesgo de intoxicación. No se cómo lo hago pero siempre se quema todo lo que intento cocinar. Por eso cuando mi madre se va me alimento de sobras y comida china de un restaurante cercano.

O simplemente ataco la casa de Marie o Alex. Suelo ser bien recibida. Sus familias me adoran. Bueno, lo harán hasta que descubran que tengo un par de tatuajes. Entonces me habré vuelto "macarra".

-Se fueron todos con Zayn a organizar no se que cosa con Paul - yo asentí, fingiendo saber a quién pertenecía ese hombre. El se rió ante mi reacción y dijo - es algo así como nuestro niñero - y ahí fue mi momento de risa. Pero me detuve bruscamente al ver la tortita prácticamente carbonizada.

-¡NIALL! - chillé - ¡la comida! - él contestó girándose y cogiendo la "tortita" de la sartén y tirándola directamente a la basura.

-Me distraes cuando cocino - me miró dulcemente - sientate. Yo te haré el desayuno.

Yo obedecí sin rechistar, y me senté en la mesa, que ya tenía todos los cubiertos y platos puestos, solo para dos personas.

- ¿por qué te has quedado? - le pregunté al cabo de unos minutos.

-Shhh... que tengo hambre - se quejó. Me reí de nuevo. Era un chico realmente agradable y dulce. No me lo imaginaba así. Al menos no siendo un famosillo, como lo eran los demás.

En ese momento de silencio, en el que sólo se oía la sartén y las voces de la televisión, me dí cuenta de lo poco que sabía sobre los inquilinos de mi casa. Es decir, conocía a Zayn. O al menos conocía al Zayn de hace dos años. Pero sin embargo no sabía absolutamente nada del resto.

Ni siquiera su procedencia, aunque era fácilmente adivinable por sus diferentes acentos. Entonces me sentí terriblemente incómoda. Es decir, estaba en mi casa con un desconocido cocinando para mí. Me sentía como un día de un ligue afortunado de mi madre.

Me prometí a mi misma que intentaría buscar cosas en internet sobre ellos, sobre lo que habían hecho todo este tiempo. Aunque según lo pensé me pareció ridículo. Porque son famosos, pero no por eso tengo que saber cosas de ellos. Iría conociéndolos poco a poco.

Y a pesar de todo, ella ya los había tratado como si los conociese de siempre. Y más aún después de que descubrieron sobre su enfermedad. Muy poca gente lo sabía, y ellos lo habían aceptado. Sin prejuicios.

-¿en qué tanto piensas? - me interrumpió Niall, ofreciéndome un plato con dos tortitas cubiertas por nata y sirope de chocolate.

- En que no se nada sobre ti. O sobre los demás. Y estáis en mi casa... - alcé las cejas en su dirección, indicandole mi situación.

-Oh bueno, eso es cierto - se llenó la boca de comida y continuó - pero nosotros sabemos muchas cosas sobre tí.

-¿ Ah si? - hice lo mismo que él, y di un sorbó a mi café recién hecho - ¿ y cómo es eso?

-Zayn nos hablaba sobre ti. Te echó de menos. Asi que es como si ya te conociese, mona.

Espera, espera, espera. ¿Aacababa de llamarme mona?

Ya me había encantado este chico. Lo quería como mejor amigo ya.

Never mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora