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No tenía ni idea cuánto tiempo había pasado. Me daba igual. Pero ya se estaba aclarando el día. Comenzaba a amanecer, y yo seguía ahí. Envuelta en la chaqueta de Harry, entre las rocas en una esquina de la playa, bajo el muelle. Nadie me buscaría ahí.

¿Se preguntarían a dónde había huído? Lo más probable es que sí. Aunque Jake haya dicho que no le importaba a nadie, yo sabía que no era así.

O eso quería creer.

En un desesperado intento por volver a la realidad miré la pantalla de mi teléfono y sonreí. Tenía cerca de 30 llamadas perdidas y 43 mensajes. De Alex, Marie...de todos. Había incluso números que no tenía guardados en mi móvil. Los demás chicos también estarían preocupados.

¿Qué me pasaba? Yo no era así. A mi no me importaba que me dijesen que nadie me quería. Nunca me había afectado de esa manera. Más bien nunca me había afectado. Que esas terribles palabras saliesen de la boca de Jake había hecho que el significado tuviese más peso en mi corazón. 

¿Por qué me había afectado? Exactamente porque todo lo que había dicho era en parte cierto. Él siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, y también cuando no. Me escuchaba, me consolaba. Era casi mi héroe. Era dos años mayor que yo, como Zayn. Pero era la persona que mejor había comprendido mis dudas, mis sentimientos, mis pensamientos.

A pesar de sólo  venir a este pueblo en verano, hablabamos prácticamente todas las semanas por teléfono. Pero este año había sido diferente, cada vez hablábamos menos, hasta llegar al punto de llevar unas dos o tres semanas sin tener noticias de el otro. Lo echaba de menos, mucho. Por eso estaba incialmente tan emocionada con el viaje. Le vería de nuevo, podría hablar con él.

A parte de todo eso, él fue mi primer amor. ¿Cómo no serlo? Lo era todo para mí. Llegamos a salir un tiempo. Fue un verano increíble, pero ambos habíamos confundido nuestros sentimientos.

Nuestra relación funcionaba mejor como amigos, y así volvimos a serlo. Todo era como antes, hasta que me hizo esto. ¿Por qué? No podía evitar preguntar al aire por qué.

-No tiene que importarte, es un cretino. No tiene que importarte - me repetía una y otra vez. Vi el hermoso amanecer desde debajo del muelle. Precioso. 

No pude evitar sentirme sola.

Miré el móvil de nuevo y respondí a la llamada entrante.

-Diga - murmuré.

-¡Brooke! - dijo la voz de Zayn alarmada al otro lado de la línea - menos mal que contestas. ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste sola? ¿Cuándo piensas volver?

 -Poco a poco, Zayn - el suspiró, exasperado. Logicamente - volveré ahora, ya estoy de camino a casa.

-Más te vale - hizo una pausa antes de colgar - por tu propio bien, ven aquí en menos de diez minutos.

Once minutos más tarde abría la puerta de mi casa, que se hallaba en completo silencio. Me quité los zapatos y los dejé al lado de la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Aún así me oyó.

-¿Dónde demonios pasaste la noche? - me espetó Zayn atravesándo la puerta del salón.

-En la playa.

-No vuelvas a hacerme esto - se quejó.

-No es para tanto.

-No he dormido en toda la noche esperándote - me puso las manos sobre los hombros y clavó su miráda ambar sobre mí - estaba muy preocupado, Broo, tienes que tener cuidado..

-Lo pillo, Zayn. No es un buen momento, ¿vale? - intenté irme pero me detuvo agarrándome del brazo.

-¿Qué demonios te pasó con Jake?

-No es asunto tuyo - me aparté bruscamente.

-Claro que lo es.

-¡No, no lo es! - todo estaba empezando a caer de nuevo sobre mí y comencé a alzar la voz.

-¡Por dios, Brooke! - él también elevó la voz - ¡Intento ayudarte! Pero no me dejas.

-¿Qué esperabas? - chillé enfurecida - ¡Te fuiste dos años! ¡Dos malditos años! No puedes pretender volver y pensar que todo está como lo dejaste, perfecto. En tu maldita perfecta vida - le grité, totalmente fuera de mí.

-¡Deja eso! Sé que me equivoqué pero estoy aquí contigo, para ayudarte. ¡Soy tu primo y lo quieras o no estoy preocupandome por ti!

-¡TU NO ERES MI PADRE! - le empujé fuertemente en el pecho - ¡No tienes que preocuparte por mi! No te lo pedí, nunca lo hice y ahora menos - la rabia se apoderó de mí totalmente y lágrimas amenazaban con salir de mis ojos. No podía, no podía más.

-¡NUNCA INTENTÉ SER TU PADRE! - gritó él a su vez.

-¡DÉJAME EN PAZ! VUELVE A TU PERFECTA VIDA DE ESTRELLA Y OLVÍDAME! - le di otro empujón y subí hacia mi habitación corriendo, encontrándome con todos los demás asomados a las puertas de sus habitaciones. Me miraban fijamente, y en sus ojos se podía ver la tristeza... la compasión.

Odiaba y odio que la gente se compadezca de mí. Echándoles una mirada de furia me acerqué a un cable que colgaba del techo en el pasillo y tiré fuertemente de él. Ese era mi lugar, mi único sitio privado. Nadie entraba allí sin mi permiso. Era como una segunda habitación. Que estaba vetada para todos.

Bajé las escaleras con el brazo y subí rápidamente, sintiéndo el silencio detrás de mí. No había nada que hacer. Ellos lo sabían. Si  había una persona realmente cabezona en este sitio era yo, y Zayn era el único que me hacía competencia.

Tiré de las escaleras hasta cerrar finalmente toda entrada a mi ático.

Por fin sola.

La soledad era acogedora, nunca me dio miedo. Nunca me importó. Sólo necesitaba el cariño que me aportaba mi madre para seguir adelante.

Podía prescindir de todos ellos.

Y miré un cuadro, en el que salían todas las fotos con Alex y Marie.

-¿A quién quiero engañar?

Y entonces escuché una serie de golpes en el acceso al ático. Genial.

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Se que es muy corto, pero si no iba a tardar mucho en subirlo! espero que os guste! <3

Never mindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora