En la vida todo son solo momentos, momentos que se van, que se olvidan o que llegan a ser tan importantes como para convertirse en recuerdos.
Todo es pasajero, y no podemos saber cuándo será el último día que podamos disfrutar de alguna cosa, y es por eso qué hay que aprovechar y disfrutar cada momento de nuestras vidas, un atardecer, un día lluvioso, el frío que penetra los huesos o el incansable sol que nos quema en la piel, el dulce sabor del chocolate caliente de invierno y todo el placer que nos brinda nuestro helado favorito, disfrutar de la compañía y la soledad, disfrutar del silencio tanto como disfrutamos de nuestra canción favorita, cada pequeña cosa, porque eso es lo que importa; disfrutar el estar con vida hasta la muerte.
Algunas pérdidas son más permanentes que otras, pero al final del día todo se resume a tu actitud ante la vida, todos quedamos resumidos a cómo los demás nos recuerdan.
La gente cree que no es importante lo que piensen los demás si vives tú vida de manera feliz, pero es claro que es importante si obtienes tu felicidad a costa de la infelicidad de otros, si para ti eres más importante tu que cualquier otra persona en este mundo, porque de ser así entonces tú no eres feliz, eres una basura.
En la vida hay que aprender a disfrutar de todo, pero también a sufrir, a luchar por lo que quieres y mereces, a ser constante, a perseverar, en la vida se tiene que aprender de todo, pero lo más importante que se tiene que aprender es la humildad de ser feliz junto a otros y no por sobre de ellos.
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El día en que te perdí. (Versión cartas).
Teen FictionLa tragedia envuelve la dramática historia contada a través de las cartas.