Todo el mundo dice que la vida es difícil, pero ninguno de ellos lo está sintiendo realmente, ninguno de ellos siente lo que yo.
Se de sobra que absolutamente nadie está viviendo lo que yo, tú ausencia.
Yo solía ser una prioridad para ti, ¿lo recuerdas?, y si eso era real, ¿Porqué me dejaste?. Sé qué hay cosas que no controlamos, ¿pero alguna vez dejaste de amarme?, ¿cuándo decidiste no querer estar a mi lado nunca más?.
Los días de la semana se habían convertido en rutinas, los viernes de películas y comida chatarra en mi casa, los sábados de cita, los domingos de FaceTime, ¿es que acaso no lo extrañas tanto como yo?.
Era lunes, día de picnic. Nos encontrábamos en un parque cerca de tu casa, yo nunca antes había ido ahí pero era lindo, demasiado lindo, aunque no tanto como tú, eso ni en un millón de años.
Colocamos una manta y dejamos la comida sobre ella, nos sentamos lado a lado y a las prisas hicimos la tarea de la materia más odiosa, historia. Al terminar hablamos durante horas, recorrimos el lugar a paso lento y sin ninguna prisa, comimos helado (creo que es lo que mejor sabíamos hacer) y al esconderse el sol, nos recostamos en aquella manta y estuvimos abrazados viendo el cielo por horas, ¿aún te preguntas porque las estrellas me recuerdan a ti?.
Tú me hacías sentir que nada malo pasaría si estábamos juntos, tú te convertiste en mi persona favorita, en aquello que siempre podría hacerme sentir bien sin importar que, me hiciste creer que siempre estarías ahí para mi, pero te fuiste.
Es cansado repetirte una y otra vez que te extraño y lo vacía que esta mi vida sin ti, lo mucho que el frío de tu ausencia quema mis huesos y me desarma.
De verdad anhelo más que nada el verte otra vez, tenerte en mis brazos, repetir alguno de nuestros días de cita, de pícnic, de FaceTime, o cualquier otro, pero solo si es contigo.
Dicen que Dios existe, así que he comenzado a rezar y espero que el me escuche, le he pedido que vuelvas a mi lado, le he pedido que estes bien, pero sobre todo le he pedido volver a verte. ¿te das cuenta la desesperación que siento como para hacer eso?.
Creo que aún no puedo perdonarte, pero lo he intentado; es solo que me duele demasiado dejarte ir, pero quizá algún día pueda lograrlo, o eso es lo que trato de creer sin mucho éxito.Quisiera poder evitar llorar al pensar en ti, B.
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El día en que te perdí. (Versión cartas).
Подростковая литератураLa tragedia envuelve la dramática historia contada a través de las cartas.