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El carruaje se detiene ante la puerta principal de la casa de los Karsten. Tyler y Connor ayudan a las chicas a bajar mientras Dorian salta ágilmente del carro. Rápidamente entran en la casa y se dirigen a la sala de estar.

— ¿ya habéis vuelto? — dice Isaura al ver a los muchachos entrar a gran velocidad buscando el calor de la chimenea.

— que frío — dice Tyler acercandose a la chimenea.

— ¿Que tal lo habéis pasado? — dice Aller.

— bien — dice Charissa sin especificar y sentándose junto a su tía al ver que el pequeño Kenan dormía plácidamente en los brazos de su madre.

— con permiso — dice Dorian al entrar en la sala.

— Dorian te han traído una nota — dice Aller cogiendola de la mesa baja que había ante ella.

— ¿una nota? — dice algo nervioso.

Aller estira el brazo y Dorian la coge. Tras leerla se dirige a la señora Karsten.

— debo salir. Mi amiga Bahar está en cama.

— ¿que le pasa? — pregunta Charissa.

— no lo sé. Sólo dice que esta en cama y que quiere que valla.

— voy contigo — dice Charissa.

— ¡Que! — dice Dorian.

— no sabes lo que tiene y además no pienso dejarte solo.

— bueno si es lo que quieres — dice Dorian al recordar que Zarek estaba allí.

— ni mucho menos — dice Isaura.
— tú no vas a pisar ese burdel.

— ¿Que burdel? — pregunta Charissa.

— la muchacha que trajo la nota dijo que venía de la casa de Mamaletona.

— si — dice Dorian.
— según la nota le ha abierto las puertas mientras esté en cama.

— no me importa. Además ahora estará cerrado. Prometo que volveremos antes de que ese lugar empiece a recibir clientes.

prometemelo — dice Isaura.
— prométeme que estaréis de regreso antes de que abra las puertas ese lugar.

— gracias mamá — dice volviendo a cerrarse el abrigo.

— no creo que sea buena idea que pises un lugar como ese — dice Tyler con voz sería.

— el consentimiento de mi madre es el único que me interesa — dice mirandolo sería

— ¡Charissa! — le regaña su madre.

— vamos Dorian — dice cogiendolo por la mano y tirando de el.

Dorian camina tras Charissa y llegan a las caballerizas.

— ¿no deberías de hablarle así a Tyler? — dice al mismo tiempo en que prepara la pequeña calesa.

— es que no lo aguanto. Cada vez que me toca me revuelve toda.

— sigues pensando en Zarek.

Charissa lo mira ya que hacía meses se obligaron a no mencionarlo.
— ¿por qué lo dices?

— no se. Una persona te gusta y te gustan sus caricias.

Y Que Hago Si Me Gustas. Libro 2. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora