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Evan cierra la puerta del cuarto de trabajo.
— normalmente le ofrecería un buen trago, pero como comprenderá no deseo hacerlo — dice sentándose en uno de los sillones.

Zarek que se mantiene en pie se muerde la lengua ante semejante ofenda.
— tranquilo señor Karsten. Tampoco la aceptaría, no confío en sus falsos hábitos.

Evan sonrie con ironía mientras lo insulta mentalmente.
— no deseo perder mi tiempo con alguien como usted,  me veo obligado a mantenerlo en mis tierras como seguro sabe.

Zarek se cruza de brazos y lo mira serio.

— pero quiero a mi hija, y no pienso permitir que la separe de su familia.

— yo tampoco deseo eso.

— pero soy su padre, y el señor de estas tierras, soy la máxima autoridad en la Comarca del Norte y me merezco un respeto.

— estoy de acuerdo. Pero no piense que me va a volver a enviar lejos de Charissa, antes de que usted de la orden yo ya me habré llevado a Charissa lejos de aquí.

— si es cierto que la quiere hará lo que le mande.

— cuidado señor Karsten, amo a su hija con todas mis fuerzas y no pienso alejarme de ella — dice amenazandolo.

— baje esos humos — dice Evan al verlo alterado.
— en unos meses Charissa será mayor de edad, y aunque me duela tendré que entregarla a un bastardo que ni apellido posee.

— modere sus palabras si no quiere que le parta la cara.

— ¿acaso no es cierto? Lamentablemente voy a tener que casar a mi hija con un don nadie que para colmo es un delincuente buscado por la ley.

Zarek lo mira furioso mientras siente unas ganas tremendas de callar a ese hombre.

— mis hijas están destinadas a expandir nuestras tierras, la Comarca del Norte se extendería hasta llegar a ser más grande y más importante de lo que ahora son. Seríamos los que mayor ectareas de tierra tendríamos, mis hijas serían gobernadoras de sus nuevas tierras. Pero no. El destino de Charissa es la de vivir junto a un hombre que le dé penas y faltas.

— nada le faltará a Charissa, de eso puede estar seguro.

— no me cabe la menor duda, pero que vida puede darle usted. Acaso piensa introducir a Charissa en ese mundo del que usted procede.

— jamás pondría la vida de Charissa en peligro.

— pero ya lo hace, Charissa se casara con usted con alguien que ni trabajo tiene. Que vida sana le espera.

— ¿Que es lo que quiere realmente? — dice Zarek al ver que por ese camino lo tenía todo perdido.

— algo que sin duda me dará un respiro de paz. Cómo comprenderá no puedo evitar ese enlace. Pero si hay algo que usted puede hacer por mi ya que esa boda es un hecho.

— ¿Que quiere?

— lo quiero fuera de mi casa. Lejos del único muro que lo separa de Charissa. Vuelva a la casa que le facilitamos cuando llegaron a las tierras Karsten.

Zarek sonrie con gesto molesto por semejante petición.

— no ponga esa cara. Charissa es mi hija y aún es menor de edad. Sólo le pido que respete mi nombre.

— desde que estoy bajo su mismo techo no he ofendido su nombre.

— y quiero que siga así. No pienso permitir que Charissa caiga en sus brazos antes de que cumpla los dieciocho. Si llega a pasar me encargaré de que lo condenen por violar a mi hija.

Y Que Hago Si Me Gustas. Libro 2. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora