Dancing queen » Kino

9.

Las luces que apuntan directo a mi figura en el escenario me ciegan, pero aún así la sonrisa no se desvanece de mi rostro al deslizarme hacia el suelo y realizar la pose final, seguida de una horda de aplausos.Mi pecho se llena de felicidad y me siento completa mientras escucho las últimas notas de la canción, las cuales dan cierre a un exhaustivo año de trabajo.Entonces, en cuanto me repongo, me pongo de pie y tomo la mano de mi compañero de baile para inclinarnos ambos al mismo tiempo en una grácil reverencia.

Mientras intento regular mi respiración y batallar contra el calor que inundó mi cuerpo con el reciente esfuerzo, mis ojos recorren la gran cantidad de rostros mirando en mi dirección.Todas las entradas fueron vendidas en la primera noche al ser la última fecha, así que el teatro está lleno.Rosas son arrojadas a mis pies y mi pareja de baile se agacha para tomar varias de ellas mientras dan por finalizado el espectáculo, pero yo no me muevo de mi lugar mientras los flashes parpadean en medio de la oscuridad.Estoy buscando a una persona en particular, a un espectador especial, el cual no vi al iniciar la presentación.Pero por más que lo busco entre los desconocidos, no puedo encontrar aquellos cálidos ojos oscuros dándome su apoyo silencioso.

—Estaré allá a tiempo, Baby.Lo prometo, así que buscame entre el público.Te veré cerrar el espectáculo.—Sus palabras, las cuales había pronunciado esta mañana antes de marcharse al estudio, resuenan en mi mente.

Quizás estaba demasiado ocupado con las promociones y presentaciones como para venir, quizás no pudo llegar a tiempo...

Sé que no puedo culparlo por no cumplir su promesa.Es algo que lo sobrepasa.Con el asunto del comeback a penas tuvo tiempo para llegar a casa y dormir un par de horas para recuperar energías.Sin embargo...mis hombros caen, pesados a causa de su ausencia.No puedo evitar sentirme triste.Hay hermosas rosas entre mis brazos, las cuales mi compañero deposita mientras me felicita y agradece en voz baja por el arduo trabajo, pero yo no consigo respondele más que un balbuceante "gracias" a cambio.La desilusión me llena y amenaza mi sonrisa.

Y entonces lo veo.

Él está parado a un lado del escenario.Me ha estado mirando con una sonrisa probablemente todo el rato y al percatarse de mi atención alza sus dos pulgares en el aire, alzando sus cejas con emoción.Sus ojos brillan al observar mi vestuario, repleto de brillantina, y el maquillaje ahumado en mis ojos.Y por primera vez durante todo el acto me siento hermosa e incluso sexy.Pero no por mi aspecto en concreto, sino por la forma en la que él me mira, como si fuera la cosa más preciosa y magnifica que hubiera visto en toda su vida.

Allí mismo el público desaparece.Los aplausos y silbidos se esfuman, dejando simplemente la visión de sus ojos convertidos en un par de tiernas líneas.Él es la cosa más hermosa que he visto en el mundo con sus pantalones deportivos y el cabello oscuro despeinado, probablemente de correr.

—¿Lo ves?—Megesticula entonces con sus labios, señalando hacia el público con emoción y orgullo—Ellos están aquí por ti.

Mi sonrisa se ensancha y se transforma en una real, alentada por la calidez que crece en mi pecho.Deslizo mi mirada hacia el enorme público que está aplaudiendo debajo del escenario y la emoción se me atora en la garganta, a punto de las lágrimas.

Por primera vez en toda mi vida, después de tanto esfuerzo y tanto luchar, finalmente me siento realizada.Por fin le hice justicia a los sueños de esa niña que vivía entre zapatillas de baile gastadas y las paredes de su habitación, soñando con algún día bailar en las grandes ligas.Lo logré.Llegué hasta aquí.Todos los años de esfuerzo dieron sus frutos y me trajeron justo hasta este momento.

Y luego lo tenía a él, la única persona con la que pensaba compartir mis logros, mis sueños, mis inseguridades.

No le veía ni pies ni cabeza a la idea de existir si Kino no me despertaba con suaves besos en mis pantorrillas, besando toda mi anatomía hasta llegar a mi boca, donde cada mañana suspiraría que me amaba.No podía imaginarme un mundo donde Kang Hyung Gu no me molestara serias veces para hacerme sonreír, entre cosquillas, cuando la impotencia por algún paso fallido me llenaba.Tampoco puedo pasar por alto las veces por noche en las que me despertaba para preguntarme si no estaba lo suficiente cansada como para dejarlo mostrarme nuevamente cuánto me necesitaba o como su hombro me rodeaba los hombros cada vez que estábamos en público, sin importar lo que el resto pensara porque sabía que la noche estaba fría.

Sí, las cosas habían cambiado entre ambos.Pero eso suele suceder cuando las personas maduran y crecen.Estando en la industria en la que estábamos varias veces tuve que bailar con otros hombres, pero él siempre se encargaba de sentarse en primera fila durante los espectáculos para asegurarse que sus manos estuvieran en el lugar correcto.Eso y llamadas a las tres de la mañana, a pesar de la franja horaria, para asegurarse de que estaba comiendo correctamente y estirando mis músculos de la manera correcta para evitar lesionarme.

Nos cuidamos la espalda, siempre lo hicimos.Crecimos juntos al igual que lo hicieron nuestras carreras pero en nuestros momentos libres, fuera de nuestras exhaustivas agendas, seguimos bailando cada día como si fuera el primero cada que una canción suena en la radio.Cuando viene a verme durante los ensayos y estamos sin compañía él se encarga particularmente de acorralarme tras bambalinas, robándome algún que otro gemido de excitación si no logro contenerme lo suficiente como para recordarle que ambos somos profesionales ahora.Desgraciadamente, él siempre se sale con la suya.En el momento en el que me mira con aquellos ojos de cachorro, me tiene.Solo tiene que decir una palabra.

"Te necesito."

Y ya.Me tiene dispuesta en menos de un segundo.Resulta ser que mi novio es un idol tan preciso en la cama como en el escenario, lo cual me tenía bastante arruinada de la cabeza y con serios problemas para caminar, pero me considero realmente afortunada.

Lo amo y sé que él me ama a mí.No porque me lo diga, las palabras no significan nada.Sus actos son los que siempre me lo demuestran.

En cuanto cierran el telón me lanzo a sus brazos y él me gira en el aire, susurrándome al oído:

—¿Qué te dije? Toda una Dancing Queen.

holi.

una pregunta: ¿cuál es su sueño? el mío publicar algún día un libro jiji.

capitulo corto y hermoso porque ya subo el siguiente...

prepárense, solo diré eso.