Es muy temprano por la mañana.Hyunggu devora un cuenco de cereal frente a mí mientras yo me siento en silencio, observándolo con la mirada fija y la cuchara presionada entre mis dedos.Él lleva puesto un par de boxers y una camiseta blanca sin mangas, tiene sus piernas flexionadas sobre el alto banco de la mesada.
No puedo comer.Siguen merodeando mi cabeza las noticias que alcancé a escuchar justo antes de que él me ayudara a llegar a la cocina.Al entrar, él tomó el control y cambió rápidamente.Pero aún así lo que decían en la televisión quedó grabado en mi mente.
"Kang Hyung Gu, integrante de Pentagon, está en un aparente hiatus de las actividades de la banda por motivos personales.Hace tiempo no se muestra en ninguna de las presentaciones, eventos o firmas.Las fanáticas están sumamente preocupadas e insatisfechas con éste hecho y CUBE se muestra sumamente reservado en cuanto éste asunto, al igual que sus compañeros..."
"¿Qué estará haciendo Kang, alejado de la mirada pública?..."
—Hyunggu.
No puedo fingir no saberlo.No puedo fingir que no sé que él ha detenido todas sus actividades, toda su vida, por mí.No cuando ha trabajado tan duro por ello y yo se lo estoy arrebatando.
Sus ojos negros se alzan hacia mí y mi corazón parece volverse una roca en mi pecho.
—Quiero...—Trago—Quiero que te vayas.
—¿Irme?—Habla con la boca llena.Un mechón de cabello le cae por la frente y lo hace ver como un niño junto con sus abultadas mejillas—¿A dónde?
Inspiro profundamente y termino de retorcer el puñal en mi pecho:
—De mi vida.
Al oírme él deja caer la cuchara lentamente de regreso a su plato, sin dejar de observarme.
—¿Estás intentando alejarme de nuevo?
Me quedo sin palabras.Al instante, desvío mi mirada hacia un lado para evitar que vea las lágrimas agrupándose en mis ojos.
—Creo que no lo estás entendiendo.—Digo, con un nudo en la garganta—Es probable que nunca consiga levantarme de ésta silla otra vez.Te agradezco por todo lo que has hecho por mí hasta ahora pero no soy la persona de la que te enamoraste.Nunca volveré a ser la misma.Yo...
—No, creo que tú eres la no lo está entendiendo, Baby.
Su tono molesto hace que me gire hacia él, descubriendo su oscura mirada fija en mí.Su voz es como un látigo cuando vuelve a hablar.
—Mierda.—Inspira—Te amo con cada fibra de mi ser.Te amo más que a mi propia vida.No hago ésto para que me agradezcas, lo hago porque me juré que estaría contigo siempre, y no porque tenga que hacerlo.—Hace una pausa antes echar su banco hacia atrás—Es porque jodidamente quiero hacerlo, porque estar sin ti sería como arrancarse la parte izquierda del pecho y pretender que se puede vivir sin corazón.
Mis lágrimas gotean sobre la leche en mi cuenco.No me atrevo a elevar la mirada mientras mis labios tiemblan ligeramente y tampoco me animo a hablar por temor a que mi voz se quiebre.Por primera vez en días, un desolador dolor me abraza el cuerpo.Pero ésta vez no es físico, sino emocional.
Estoy tan exhausta.
Tan, tan cansada.
Las emociones que he reprimido, las lágrimas que he evitado soltar, todo se agrupa en mi pecho.
Kino se pone de pie para arrojar con fuerza e impotencia el cuenco de su cereal debajo de la canilla sin siquiera terminárselo, sujetando con tanta fuerza la mesada después de eso que sus nudillos se ponen blancos.
—¿Por qué no quieres oírme?—Un sollozo rompe mi garganta repentinamente—¿Por qué no quieres entender que no deseo que tu vida se detenga por mi culpa?
Él sigue dándome la espalda pero al oírme sus hombros caen, al igual que su cabeza.Pasa así los próximos segundos hasta que finalmente gira su torso hacia mí para observarme y descubro como su rostro se ablanda al ver mis silenciosas lágrimas.
—Baby...—Pronuncia mi nombre con suavidad, acercándose.
Por un momento me siento tentada a aceptar su abrazo, pero luego me alejo de él antes de que siquiera consiga tocarme.
—¡Simplemente quiero que te vayas!—Grito violentamente, causando que él se encoja en su lugar debido a la sorpresa—¿Por qué simplemente no puedes caminar lejos de mi vida? ¡Quiero hacer las cosas más sencillas para ti! ¡Quiero que sigas con tu vida, Hyunggu!
Antes de que pueda alejarlo, él fuerza sus brazos a mi alrededor, obligándome a aceptar su abrazo.Yo intento luchar contra él, intento quitar sus brazos de mi alrededor, pero finalmente me quiebro y caigo como peso muerto en su pecho.Lo dejo sostenerme durante un par de minutos mientras las lágrimas siguen corriendo por mis mejillas y los sollozos no se detienen, sintiendo su respiración en mi oreja mientras me mece suavemente de adelante hacia atrás.
—Tranquila, nena.—Lo escucho susurrarme mientras besa la cima de mi cabeza—Te tengo.Está bien llorar.Sácalo de tu pecho.
Me aferro a su camiseta, enredando mis dedos en la tela, mientras escondo mi rostro en la curva de su cuello y continuo llorando.Ahora que las lágrimas han comenzado a deslizarse por mis mejillas, comienzo a sacar toda la angustia que había acumulado los últimos días, la cual no parece tener fin.
Lloro hasta que me quedo seca, hasta que estoy a punto de deshidratarme y pierdo la noción del tiempo, recibiendo pasivamente sus caricias.
—Lo siento...—Susurro entonces, con la voz rasposa—Lo siento tanto.
Él toma asiento y luego me deposita sobre sus piernas, abrazándome con mayor facilidad.Acaricia mi coronilla y deposita un beso en mi frente, perdurando la caricia.
—Vamos a hacer ésto juntos, ¿de acuerdo? Solo confía en mí.—Lo escucho decirme—Confía en mí como lo hacías arriba del escenario.Voy a cuidar de ti.No importa cómo resulte todo ésto.Tú vida no se acabó en aquél accidente y no dejaré que dejes de vivirla.
Sorbo por mi nariz, con el corazón hecho trizas, y alzo mi mirada hacia él.Kino me sonríe automáticamente, colocando sus manos en mis mejillas y acariciándolas con sus pulgares.
—¿Y qué hay de tu vida?—Me atrevo a preguntar con un hilo de voz.
Su boca se ladea hacia un lado y luego sus labios besan los míos suavemente.
—Tú eres mi vida.Y no voy a dejar que te me escapes entre los dedos.No importa cúanto luches, no importa lo que hagas para alejarme.Quiero que entiendas ésto, Baby.—Sus ojos me miran directamente—No voy a rendirme contigo.¿Me has oído? Y no pienso dejar que te falles a ti misma.Haremos ésto juntos o no lo haremos.
Presiono mis labios, descendiendo mi mirada.Sin embargo, él atrapa mi barbilla.
—Mirame a los ojos.Quiero saber que lo has entendido.
Elevo mis ojos hacia él, dejándome llevar por su agarre.Ambos nos miramos en silencio por lo que parece una eternidad y mientras lo observo juro que no he amado a alguien más en mi vida de lo que amo a Kang Hyung Gu.
—Esa silla no significa nada.Esa silla de ruedas no te define.Puede ser parte de ti ahora, pero no eres ella.¿Lo comprendes?—Me dice—Ese conductor ebrio no te arrebató la vida, estás aquí y estás viva.A partir de ahora no hagas más que honrarla.
Cierro mis ojos y me inclino hacia adelante, buscando sus labios.Su cálida boca me recibe al instante.
—Voy a hacer ésto.—Susurro, rozando su boca con la mía, respirando su mismo aire y cargándome con la persistencia que tanto envidié en él siempre—Voy a salir de ésto.
Su sonrisa me deja sin aliento mientras empuja un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—No, Baby.Vamos a hacer ésto.Juntos.
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Dos capítulos en un día es una ganga...
Faltan dos capítulos para el final ❤ vayan preparando sus corazones!!!

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Dancing queen » Kino
FanfictionHay veces en las que tus sueños se vuelven un arma de doble filo: pueden astillarse y clavarse en tu corazón. Esta es la historia de Kino y Baby. ▶ heterosexual. ▶ historia corta. ▶ lenguaje vulgar.