Durante toda mi vida creí que lo más difícil que una persona podía hacer era luchar por sus sueños.Pero me equivoqué.Lo más difícil es perderlos cuando acabas de cumplirlos.Esa es la despedida más agría y dolorosa, porque entierras una parte de ti con ellos.
Eso es justamente lo que sucede conmigo cuando los doctores me dicen que probablemente nunca volveré a bailar, que aunque lo deseara y pusiera todo de mí para hacerlo, quizás no serviría de nada."Hay pocas probabilidades" me dicen, palabras huecas y agrías que rozan mis oídos pero mi cerebro parece no querer procesar.
—Pero...soy bailarina.—Le digo al doctor, parpadeando en medio del estupor.Simplemente no puedo creerlo, no quiero creerlo.
Hyunggu se mantiene en silencio durante toda la visita médica, pero jamás me suelta la mano.Incluso mientras recibimos la noticia.A pesar de ello, puedo sentir su impotencia y su dolor irradiando hacia mí desde su silenciosa postura.
Hasta que finalmente me llega el memorándum.
Yo era bailarina.
Los ojos del doctor se ablandan.
—Lo siento mucho.
Un semáforo rojo.
Solo le tomó a un ebrio saltearse un semáforo rojo para arruinar mis sueños y el trabajo de una vida.Así como así, simplemente en el transcurso de un segundo fueron arrasados todos los años que había dedicado a lo que amaba hacer, por lo que creí que había nacido.
¿Y después qué? ¿Qué se supone que debes hacer cuando la vida te derriba y te patea en el suelo? Supongo que durante las última semanas solo tuve una única respuesta: morder el polvo.
Hice varias sesiones de rehabilitación para intentar recuperar mis piernas, pero fue inútil.Avancé, avancé, y luego me estanqué.Por primera vez en mi vida no había algo que mi determinación pudiera solucionar.Ni las lágrimas derramadas, ni los golpes, ni las noches llenas de pesadillas dieron sus frutos.Eso es todo.Mordí el polvo.
Nunca recibí las respuestas que necesitaba porque el conductor ebrio falleció en el impacto.Las personas me dicen que tuve suerte de sobrevivir en el grupo de auto-ayuda, mi psiquiatra también lo asegura...pero yo no lo creo así."Un impacto mortal", dicen, "dio en la ventanilla del conductor y sigues aquí respirando, ¿no es un milagro?".
Si bien estoy agradecida por seguir con vida, no me atrevo a decirles que no se siente para nada un milagro.No cuando yo hice todo bien, cuando crucé en verde y respeté todas las leyes.No cuando me habían jodido la vida y esa persona jamás podría darme la explicación que necesitaba porque, aunque siguiera vivo, era uno de aquellos eventos en la vida en los que toda justificación no tendría sentido alguno.Eso no cambiaría mi situación.Nada cambiaría mi situación.
Estoy estancada.
Con el tiempo me resiento con la vida.Puedo sentirlo y me odio por ello, pero allí está: comienzo a ser incapaz de salir de la cama o pisar algún teatro.Tampoco quiero escuchar música alguna.El deseo de vivir se me escapa de entre los dedos y estos, adoloridos por el esfuerzo de intentar retenerlo, cada vez ceden más.Le pido a Kino que apague la radio cada vez que la enciende en mi estación favorita porque temo que Be my baby comience a sonar, porque temo recordar...porque temo sentir algo, lo que sea, y que eso me lance de cabeza hacia un abismo de dolor.Prefiero ser insensible.Prefiero que mi mente y mi alma sean ligeras.No quiero pensar en nada.
Simplemente me cierro al mundo.
~°~°~°~
sólo expresaré mis miles de sentimientos con respecto a éste capítulo con el siguiente emoji 💔
gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo! 💋
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Dancing queen » Kino
FanfictionHay veces en las que tus sueños se vuelven un arma de doble filo: pueden astillarse y clavarse en tu corazón. Esta es la historia de Kino y Baby. ▶ heterosexual. ▶ historia corta. ▶ lenguaje vulgar.