19.-

268 14 3
                                    

Desayunamos tan tranquilos como nunca lo habíamos echo. Platicamos de cosas sin sentido todo el rato sacándonos una que otra sonrisa entre los 2 una plática que cada milenio teníamos él y yo como verdaderos hermanos que se quieren y son mas unidos que la uña y la mugre, ratos en los que no nos insultabamos el uno al otro, en que el dejaba su popularidad a un lado y yo mis libros y mi forma Nerd de ser.

Mis padres de nuevo se habían ido de viaje por cuestiones de trabajo durante 2 largas semanas, las cuales, esperaba poder disfrutar desde un principio, tranquilamente lo mas relajada posible sin necesidad de desvelarme por las noches con fiestas ilegales y madrugar para poder limpiar la casa. Tal ves pedía un verdadero milagro imposible pero tenía esperanzas de que fuera así. Lo merecía despues de todo

Uno que otro momento me ponía a pensar sobre lo sucedido ayer con Jackson. Me porte muy cruel con él, aunque no fue mi intención, no sabía lo de sus padres. Lo último que supe fue que estaban muy graves pero no creí que taaaan graves para perder la batalla.

Nuestra relación como compañeros de casa era algo rara a decir verdad porque 15 minutos estábamos como buenos amigos que se conocen de toda la vida y toda una semana peleando como perros y gatos. Llegaba a ser estresante esa situacion, era como si vivieramos en una montaña rusa, o como el aceite caliente y el agua en un mismo comal, en un cierto punto pensaba que solo jugaba conmigo, con mis emociones, y como no? Si era uno de los chicos más guapos de la escuela, empezando por mi hermano.

Subimos al carro y seguimos platicando dejando uno que otro minuto se silencio. Rodrigo iba tan despacio que si nos hubiéramos ido caminado a la escuela llegariamos más rápido. Si fuera otro día, en estos momentos estaría a punto de explotar del enojo gritando a Rodrigo que le pisara al pedal, pero hoy, hoy no era así. Incluso agradecía que fuera a esa velocidad y aún así se me hacía rápido.

En la escuela traté de evitar a Tamara el mayor tiempo posible. Algunos chicos me miraban con cara coqueta, me giñaban el ojo, me sonreían e incluso hasta se portaban amables conmigo al querer cargar mis libros o mi mochila. A mi no m gustaba ser el centro de atención, ni mucho menos con la hipocresía, por lo que no les respondía las caras ni los gestos amables. Si no tuviera este cambio de imagen, pasaría desapercibida como siempre lo hacía desde...desde que nací supongo

Buscaba por los pasillos a mi víctima pero no tuve suerte alguna. Se me hacía raro no encontrarlo tampoco en medio de la bolita de los populares, ni en el comedor haciendo relajo con otros de su equipo. Karoline pasó a mi lado y a lo lejos pude escuchar que también buscaba al mismo tipo que yo. Al parecer el muchacho desapareció como por arte de magia de la faz de la tierra.

Mi primera clase era Química, asi que me limité a seguir caminando hacia el salón de clases, él era mi compañero en esa clase por lo que lo vería y tal ves podría hablar con él, algo se me iba a ocurrir para hacerlo, tenía que, le debía una disculpa.

Al entrar al salón, la primera mirada con la que me crucé fue de Gustavo, quién me sonreía agitando la mano para después mirarme con ojos llenos de brillo sin apartar la mirada en mi, yo solo sonreí a medias, seguido de Tamara que me miraba extrañada señalando su reloj de mano, levanté mis hombros y me dirigí a mi asiento. Sólo iba 5 minutos tarde, el profesor no hacía nada más que ver su reloj y esperar más tiempo, sin decir nada. Miré a mi alrededor contando a las personas que faltaban por llegar. 5 en total, entre ellas él

- Bien, hemos esperado mucho a lo compañeros que faltan - el profesor cerró la puerta. Eran las 9:10 y Jackson no llegó a la clase. ¿Debía preocuparme? No. No creo.

En cada clase me adelantaba en salir del salón para evitar a mis 2 mejores amigos. Mi actitud hasta a mi se me hacía rara en este día. No estaba feliz, ni triste, tampoco preocupada pero tampoco despreocupada, no me sentía yo. Algo difícil de explicar, pero eso me estaba pasando. Muy raro.
Caminé más rápido entre los pasillos hasta llegar al baño. Dejé mi mochila en el piso y me recargue en el lavabo mirándome en el espejo, me mojé la cara y respiré profundamente. A lo lejos escuché el timbre de receso y suspiré.

¿Enamorado de una Nerd?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora