La chica de lentes rosados

En casa

Gracias a dios, las clases acabaron por el día y todos debían retirarse.
Katie salía junto a Richard y Jennifer, hablando de cosas aleatorias.
-Jenni, esa condenada chica me acosa, me mira raro...y nunca cambia ¿Que puedo hacer?-Pregunta Katie tomándola de los hombros.
-Mira, empieza acercándote a ella y dile que no le gustas, que te deje en paz, etc. Seguramente entiende y te deja de molestar.
-¿Crees que sea tan fácil?- Enuncia Richard.
-Yo, con lo alto que soy, de igual forma me da cosa verla por mucho tiempo. Como que al verla a los ojos, su alrededor se deforma de maneras extrañas.
-Deja las drogas, Richard. Ella es normal solo que, quizas, algo abstraída o callada.
-Como quieras. Bueno, nos vemos mañana, adios- Se despide el rubio alto, separándose de las chicas.

Las dos siguieron su camino y siguieron hablándose.
- Jennifer, no creo que me siga por amor, primero, no soy lesbiana. Segundo, no me gusta ella y tercero, ella da miedo. Cada vez que la veo, se me suben escalofríos intensos ¿Como nadie se da cuenta de eso?
-No lo se, pero exageras, ni que fuese a causar fallas eléctricas por donde camina. Bueno, aquí nos separamos, nos vemos mañana ¡adiós!- Se despide Jennifer yendo a la izquierda, en dirección a su vivienda.
Ahora Katie estaba sola y no se sentía segura. Miró por todas las direcciones, vigilando con que no encuentre a la chica.

Todo marchaba con tranquilidad la musica la calmaba y la hacían olvidar la experiencia extraña de la escuela. Olvidando a esa chica inquietante que nunca cambiaba su expresión muerta.

Llegó a su puerta y la abrió con calma, sintiéndose mas fresca, liberada y relajada.
-¡Mama! ¿Dónde estas?
No recibe respuesta alguna. Sin embargo, su padre estaba viendo la televisión en el sillón del comedor.
-Hola papi ¿todo bien?
-y, andando ¿Como te fue en la escuela?
-Fue un día muy extraño, una chica con cabello rosa me miró todo el tiempo, mi amigo Richard dice que la miró a los ojos por unos segundos y se sintió mareado o algo parecido. Es muy extraña esa chica. Da escalofríos.
-En mis tiempos también había una chica rara, decían que hizo pacto con Cthulhu. Pero se olvidaron que Cthulhu no existe- Vociferó para después reír.

-Chiquilla, no te preocupes. Hay cada loco en la calle y en la escuela- Afirma Sentando a Katie al lado suyo y acariciando su cabeza.
- Bueno... Mejor dejamos de hablar del tema ¿como te fue en el trabajo?
-Bien, cansador, pero gané lo suficiente para subsistir- Responde levantándose y caminando a la cocina.

Katie se queda mirando la televisión por unos momentos y cambia a un canal de noticias. En el mismo, ocurría un hecho extraño. Una pareja de granjeros se descubrió asesinada en la noche de ayer en la cual, la misma noche, se estrelló un objeto extraño a varios metros de la granja. La pareja no era joven y los dos tenían entre cuarenta y algo de años.
La mujer fue asesinada por un profundo corte en la garganta y el esposo por un disparo en la boca. Sin embargo, no habían rastros del asesino y todo indicaba que se trató del marido, el cual parece ser que asesinó a su amada y luego se suicidó.

Repentinamente, la señal fallaba sin razón. Pero, entre las interferencias, se escuchaban sonidos que no venían, o no tendrían que venir, de la televisión.
Murmullos leves y extraños se lograban percibir entre la distorsionada señal así como también voces que relataban en lenguas desconocida para el saber humano.
En un momento, la pantalla se oscureció bruscamente dejando todo negro. Eso no incomodó a Katie, lo que la hizo saltar del sillón fue lo que logró ver en el reflejo del vidrio del televisor.
Ahí estaba ella, mirando por la ventana, nuevamente con su expresión permanente de felicidad. Esta vez, los ojos no miraban nada mas que a ella, esos ojos sin vida que miraban mas allá del alma, ese celeste agobiante que invade el cuerpo, convirtiéndose en un producto de inenarrable terror e inseguridad, eso sentía Katie, la pobre adolescente que estaba siendo acosada por esa cosa. Porque no hay forma de saber si es humana.

Katie, con los nervios al máximo y los pelos de punta, golpeó la televisión y la señal volvió. Ahora con un programa documental de animales.
Miró por la ventana y la chica rosada ya no estaba, desapareció.
-Ok, creo que ya es muy obvio... Esa cosa no viene de aquí- Se dijo a si misma, respirando con pesadez.

A metros lejos de la casa, Jennifer estaba tirada en su cama usando su celular y hablando con amigas.
De un momento a otro, le llega un mensaje desde un numero desconocido., Jennifer se fijo el contacto y su imagen de perfil mostraba unos lentes rosas en un fondo de extraños colores.
El mensaje era el siguiente:
"R'kkatlahrk, bagk'nak, Sommn-Naawa Ptralk"

Jennifer estaba confundida, esas palabras no tenían sentido alguno y el contacto llegó de la nada. Le recordaba a esas ridículas novelitas de terror en WhatsApp en wattpad.
-Que ridículo, a ver que mas me dice...- Afirma con confusión la chica morocha procediendo a escribirle con la clásica pregunta de:"¿Quien eres y que quieres?

Jennifer esperó, mirando las agujas del reloj, la ventana con el atardecer y el viento que movía con belleza las blancas cortinas. El polvo en el aire comenzaba a moverse mas rápido, el viento se intensificó y una puerta se abrió con fuerza.
Jennifer, obviamente, pensó en el viento. Pero ¿será cierto?
Se levantó de su esponjosa y suave cama azul, caminó descalza por el pasillo y volvió a abrir la puerta, esta vez, colocando algo pesado para que no se cierre.
Al voltearse, su sangre se heló, sus pelos se pusieron de punta y del terror casi se le cae el teléfono.

El caso era que, de alguna manera, por alguna anómala razón, logró ver a la chica de cabello y lentes rosados enfrente de su hermano pequeño en el baño, el cual estaba al extremo del angosto pasillo.
La mano de la chica se posaba en el hombro del pequeño David de once años, hasta que la rosada chica hizo contacto visual con Jennifer y la puerta se cerró con tediosa lentitud.

La morocha corrió al baño, abrió la puerta y encontró a David lavándose las manos.
-¡David! ¿Que paso?
-¿Pasar que?- Respondió confundido el niño.
-La chica ¿por qué la chica de lentes rosados estaba contigo ¿donde esta?
-Jenni por favor ¿estas loca?
-¡¡NO!! ¡Tu fuiste tocado por ella! ¡¡estuvo aquí hace un segundo!! ¡¡NO JUEGUES CONMIGO!!- Vocifera furiosa la joven mientras agita al chico de los hombros.
-¡¡DEJA DE GRITARME!!¡¡MAMÁ, JENNI ME ESTA GRITANDO!!

Luego del barullo, el ambiente se calmó y Jennifer fingió no ver lo anterior, por su bien mental. Comienza a darle la razón a Katie.

Todo se puso extraño muy rápido.