26: No me dejes

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(BUGHEAD)

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Tres meses largos e interminables junto con dos semanas.

Habían pasado tres malditos meses y dos semanas desde que había ido a visitar a Betty y todo había salido más que mal.

Yo amaba a Betty, claro que sí, y aunque intentará odiarla no podía. Pero aunque la amaba, yo quería lo mejor para nuestra hija y definitivamente Alice Jones no iba a crecer ahí dentro.

Y sí, hace cinco días en la noche Alice me había llamado para avisarme que Alice Jones había nacido fuerte y sana.

Y hoy yo había llamado a una de las mejores abogadas para pelear por la custodia de mi hija.

— ¿Entonces dice que sí puedo quitársela? —pregunté a la madre de Archie.

— Sí, ella es su madre pero tiene muchos antecedentes en su historial. —me explicó Mary Andrews. — Es esquizofrénica, bipolar y tiene un problema de trastorno doble personalidad, tienes asegurada la victoria.

— Hermano, no puedes hablar en serio. —Archie negó. — Vas a dejar a Betty destrozada, no le hagas esto.

— Arch, ella está en verdad mal. —dije al pelirrojo. — No puedo dejar que mi hija crezca en ese Infierno y yo se lo advertí, le dije que si no salía de ahí le quitaría a Alice.

— Piénsalo bien, si amas a Betty no puedes hacerle daño de esta forma. —dijo Archie. — Lo lamento pero yo siempre he dicho que el lugar de un hijo es al lado de su madre.

— ¿Y eso significa...?

— Significa que no pienso apoyarte en esto, perdón. —Archie se paró de la silla y se fue.

— Jughead perdón pero tengo que decirte que Archie tiene razón, vas a dañar a Betty. —Mary me habló. — ¿Aún quieres seguir con esto?

Entonces me puse a pensar, Archie y su madre tenían razón, Betty ya estaba demasiado mal para auméntarle más, seguía pensando en cuanto recibí un mensaje de mi padre.

— No, déjelo asi. —dije y me paré de la silla tomando mi chaqueta Serpiente que estaba en ella.

— ¿A dónde vas? —Archie preguntó.

— Iré a sacar a Betty y a mi hija de ahí, y las traeré conmigo. —dije antes de salir por la puerta. — Ya sea por las buenas... O por las malas.

Y sin más arranqué hacia el manicomio tétrico e inhumano en donde estaba mi Betty. ¿En serio pensé en quitarle a nuestro bebé? Demonios, que idiota fui en ese momento.

— Bien, habla con ella y hazla cambiar de opinión. —Alice me esperaba en la entrada junto con mi padre. — Por favor, hazlo. Tu padre y yo iremos a las incubadoras a ver a nuestra nieta.

— Está bien, dame unos treinta minutos y entonces entras a firmar los papeles para sacarla de aquí. —dije a Alice, ella asintió mientras entraban y mi padre pasaba un brazo por su cintura para abrazarla.

«Supongo que los Cooper y los Jones fueron hechos el uno para el otro.»

— ¿Qué busca aquí, joven Jones? —la señora castaña me preguntó con mal tono.

— Quiero ver a Elizabeth Cooper, aquí esta la autorización. —del bolsillo de mi chaqueta saqué el permiso que estaba firmado por Alice Cooper.

— Venga conmigo. —dijo ella y yo la seguí por los tétricos y oscuros pasillos.

𝗥𝗘𝗦𝗖𝗨𝗘 𝗠𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora