Especial 1k (1/4)
Kyle.Noto como Audrey agacha la cabeza y se encoje de hombros, aún trae a Willy entre sus brazos, así que repito mi última pregunta y espero a que responda, en cambio, levanta la mirada y deja ver sus mejillas rojizas, se le nota un poco de vergüenza en la mirada. Le sonrío amablemente para hacerla sentir como en casa, aquello la hace sonrojarse más, por lo cual decido llenar un vaso con agua y tenderselo sobre la barra que devidia el resto de la cocina con la estufa, ella lo toma y bebe su contenido hasta el fondo, luego ya más tranquila deja a Willy en el suelo, los dos vemos como desaparece corriendo hacía la parte trasera.
— Al parecer te encuentras mejor —mira mi nariz, sonríe un poco.
— El doctor se apareció esta mañana, ha dicho que lo que sigue es no volverme a meter en problemas —lo digo en burla, pero Audrey parece tomarlo como culpa.
Vuelve a bajar la mirada. Rodeo la barra hasta llegar a su lado, acaricio sus hombros, esta vez descubiertos. Mis manos sienten en roce de su cabello, y siento como su culpabilidad desaparece mientras cerra sus ojos y respira tranquilamente. Quería repetirle una y otra vez que nada de esto era su culpa, que ni los golpes, ni los rasguños, ni mi nariz rota era su culpa, pero al parecer decirle aquello no serviría de nada, tan solo necesitaba mostrarle que no lo era.
— Te ves linda hoy —le digo. A mi mente no venía nada más que eso.
Sonríe, abre los ojos y los posa sobre mí. Llevo mi mano hasta la curva entre su mejilla y oreja, la acaricio, no dejo de mirarla, ni ella a mí. Sabía que no era pecado alguno sentir atracción por una chica, pensar que es bella, que es hermosa, también estaba aquello de la fascinación, pero mi problema no era ver a Audrey atractiva, mucho menos el hecho de estar fascinado con su manera de boxear. Mi problema era que ella comenzaba a gustarme; no solo por su fisíco, sino, porque sabía que detrás de todo aquel papel de chica ruda e independiente, había una Audrey que necesitaba de mí.
Y no sabía si eso era bueno o malo.
— Kyle —su rostro está a centimetros, acaricio su pomulo con mi nariz, sonrío.
Era doloroso esto, lo admitía, era doloroso quererla cuando ni tan siquiera había una relación definida. ¿Qué éramos?; Amigos, conocidos. No lo sabía.
— Kyle detente —me toma por el pecho y me empuja, quedo a más de un metro de ella.
La miro asombrado esperando una respuesta ante aquel acto, en cambio, lo que recibo es un bufido de su parte y la vista de su espalda cuando se levanta del asiento. Tan solo la veo cubirse el rostro.
— ¿Todo bien? —le digo, pero aquello no parece ayudar en algo.
— No. —responde.
Me acerco a ella, ignoro la presión que comienza a formarse en mi pecho, y me engaño diciendome que todo estaría bien, que eso solo fue un pequeño arrebato, que no había nada malo rondando en su mente. Toco su hombro e intento acercarla un poco más a mí, pero ella reacciona de forma brusca, apartadose de golpe. Me mira, pero no es la Audrey de ayer en la tarde, ni mucho menos la que en mi fiesta de cumpleaños pidió llorando que me alejara. Es la Audrey del principio, la que con un golpe en el rostro me alejo de su vestidor. Y aquello duele, me encuentro en el principio de nuestro historia, pidiendo a gritos en mi mente que nada de lo que ya está construido se derrumbe.
— Esto... —trago saliva, y aunque no quiera, la dejo hablar— esto entre nosotros, no está bien. Para nada bien.
Empuño mis manos, decido mantenerme relajado. No quería discutir, no ahora. No cuando se suponía que estabamos en la cúspide de un algo.
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DEMONS.✅
Teen Fiction《 Todos tenemos demonios. La mayoría de nosotros hace lo posible para esconderlos, para no mostralos a la sociedad y ser marcados como monstruos, pero quienes restan muestran orgullosos las cicatricez que les ha dejado la batalla con ellos. Pero cua...