Audrey.
Dina deja la taza con café frente a mí, sobre la mesa. Dirige la mirada hacía la piscina, donde mis padres ríen y abrazan mientras encienden la parrilla. Mi amiga devuelve la mirada a mí, y con un gesto de asombro toma asiento en la silla que tengo al lado, toma leves respiraciones y luego habla.
— Tus padres están aquí —afirma, le respondo con un asentamiento de cabeza— y no están encerrados en sus habitaciones trabajando —cierra los ojos pesando luego los abre— ¿Tienes algo que contar?
Sonrío, le pido a Din ponerse cómoda, mientras le relato con lujo de detalle lo sucedido en las últimas semanas; desde la visita a la capilla, lo cual ya fue hace tres semanas, las palabras de Kyle que me hicieron reaccionar, la visita a la universidad y la charla con mis padres. Ella me escucha con toda su atención y sonríe con orgullo y mucha alegría cuando termino de hablar.
— Eso es genial Audrey —sus manos acarician mi rostro— ¡Lo ves! Te dije que algún día llegaría el chico perfecto para ti.
Mi pecho se estruja ante aquello. Quiero evitar pensar en todas aquellas cosas que llevan tiempo sin dejarme dormir, evitar reproducir las palabras de Noah una y otra vez en mi cabeza, pero cada día se vuelve difícil y más si no está Kyle a mi lado para decirme que aquello no era verdad.
Miro a mi amiga, le sonrío con respuesta; no quiero pronunciar palabra alguna con respecto a ello, prefiero dejar todo eso para mí, para mis noches tormentosas en las que lo único que me calma son estos pensamientos.
— Me han admitido en la universidad —opto por contarle aquello para lo que la cité aquí y la razón por la cuál mis padres están afuera intentando encender la parrilla.
Dina abre su boca ante la confesión y es cuestión de segundos para que todo su cuerpo quede sobre mí y sus labios repartan besos por todo mi rostro.
— ¡Es asombro, magnífico! —tiene la voz cargada de orgullo— me hace feliz, Audrey, muy feliz.
Intento sonreír junto a ella, pero se vuelve difícil, porque hay algo en mí que me dice día y noche que está no es mi vida, que yo no soy de las chicas que ganan un beca estudiantil y entran a una de las mejores universidades de la ciudad. Y sé que eso refleja lo más masoquista de mi ser, pero es que han pasado tantos años en los que mi único aliento entre tanto tormento era el recuerdo de mi hermano vivo, pero ahora que he aceptado su muerte, ahora que mis padres y yo estamos juntos; siento que ese aliento ha desaparecido y toda la negrura que Kyle había alejado de mi vida hoy se alza nuevamente sobre mí y temo estarnos hundiendo.
Ya no soy yo quién necesita ayuda. Eso lo tengo claro desde hace un tiempo.
—... Entonces podremos mudarnos juntas —levanto la mirada—. ¿Me escuchas, Audrey?
— Sí, mudarnos juntas —esta vez sonrío, porque aunque no la crea hay una pizca de felicidad en mí.
Dina vuelve con un abrazo, correspondo al instante, me aferro a ella, como si necesitara de algo puro para vivir.
— He hablado con Noah —susurra apenada.
Nos alejamos, tomo uno de sus mechones rubios teñidos en rosado y lo enrollo en mi dedo índice.
— Hacen excelente pareja —su mirada se encuentra con la mía, noto que la pena desaparece—. Nunca quise que ustedes terminarán —le aclaro— sentí un poco de culpa cuando sucedió, aún así, no quise molestarte con eso, sabía que necesitabas ordenas tus ideas para volver con él.
Suspiro. Saber que Dina es feliz me llena por completo.
— ¿Entonces todo está bien? —se reclina sobre su asiento, toma de su café y vuelve a sonreír—; Tú y yo en la universidad, yo de nuevo con Noah, ya no hay más problemas... Tú y Kyle.
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DEMONS.✅
Teen Fiction《 Todos tenemos demonios. La mayoría de nosotros hace lo posible para esconderlos, para no mostralos a la sociedad y ser marcados como monstruos, pero quienes restan muestran orgullosos las cicatricez que les ha dejado la batalla con ellos. Pero cua...