❀38. Intenso deseo

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Cuando llegaron al departamento, los dos no se despegaron ni un minuto

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Cuando llegaron al departamento, los dos no se despegaron ni un minuto. Tampoco alcanzaron a llegar al segundo piso.

Esa noche, diferentes prendas estaban esparcidas por la sala. Desde uno de los sofá más cómodos provenían deliciosos gemidos y el sonido de labios que succionaban con energía. Irene estaba recostada, con la cabeza descansando cómodamente en una almohada. Encima de ella, hincado a sus piernas se encontraba el castaño que movía su lengua encima de su punto más sensible.

-Mi amor... -suplicó él tomándola de la cintura y haciéndola sentar encima.

La chica gimió despacio al sentir su dureza debajo de ella. Mientra el castaño la devoraba con la mirada, ella se tomó su tiempo. Se meció con lentitud encima de él y gozó viéndolo mientras contenía la respiración. Pues sentir la humedad y la suavidad de ella en su miembro duro y caliente era como tocar el paraíso.

Aquella noche, ella quería recompensarle de todo el placer que le regalaba. Así que tomó nuevamente toda su dureza entre las palmas y comenzó a friccionar, al principio despacio mientras él la miraba y acariciaba su cabello. Contuvo la respiración cuando ella se inclinó y movió su lengua lentamente, desde la base a la punta. Se sintió como el mismo paraíso pero eso no fue nada cuando lo tomó dentro de su pequeña boca.

Acompañó el movimiento de la mano junto a su labios, suavemente. Concentró su atención en la punta, sensible y caliente, paseó su lengua una y otra vez hasta que comenzó a sentir su liquido preseminal. Su sabor era ligeramente salado, succionó con delicadeza y dio rápidas lamidas como si se tratara de caramelo fundido.

JunMyeon tiró la cabeza para atrás y sofocó un gemido gutural, los músculos de sus abdominales estaban tensos y sentía que en cualquier momento estallaría. No supo a dónde encontró la determinación para tornarla nuevamente entre sus brazos.

-No aguanto por estar dentro de tí.

Ella acarició el cabello húmedo que cubría su frente, dejando bien visible su mirada oscura y seductora. Su rostro pálido era de una belleza única. Se inclinó para besar esos labios, mordió su lengua pero el dolor se sintió tan bien mientras ella bajaba con lentitud encima de él, sentía cada centímetro hasta que estuvo completamente dentro de ella.

Por un momento sus miradas se conectaron. Ella disfrutó ver su impaciencia dibujada en su hermoso y masculino rostro. Disfrutaba verlo tan malditamente amable y contenido aún cuando los dos se morían por hacer el amor de manera más salvaje. Pero esa vez sería diferente. JunMyeon bloqueó su cintura con ambas manos y empezó a mover sus caderas con movimientos intensos y circulares.

Esa noche, las estocada eran particularmente rápidas y fuertes. Pronto, Irene sintió acumularse en su bajo vientre una gran carga de placer. A la vez que la penetraba, su boca caliente no se despegaba de sus pechos. Estaba segura que el día siguiente amanecería con señas pero al momento no le importaba en lo más mínimo.

En amor gana quién huye... Hasta cierto punto {Suho♡Irene}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora