Ser una idol entre las más populares y tener una vida social es casi imposible y lo sabe muy bien Irene, quién desde siempre es el crush no tan secreto de Suho🐰.
🍰¿Logrará lidiar con los caprichos de su corazón, sus amistades y con una amenaza en...
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Irene volteó a ver a Joy que tampoco esperaba compartir ese evento junto a los miembros de EXO. Siempre era muy atenta y evitaba cualquier contacto pero no sabía como salir de esa situación. No le quedó de otra que levantarse junto a los demás y saludarlos con una reverencia.
-Muchas gracias, no se molesten, disculpen por unirnos un poco tarde -se excusó amablemente Suho viendo directamente los ojos de Irene y tomando asiento a la par suya, desde lejos se podía ver su felicidad.
La verdad era que había hecho cartas falsas para poder sentarse en su misma mesa. Junto a Chanyeol habían tardado para ir a buscar a la organizadora de logística para que los cambiara de lugar, luego de una larga tratativa accedió y a cambio le prometieron entradas gratis para su próximo concierto. Y ahora allí estaba, a pocos centímetros de distancia de su crush.
Le sudaban las manos, por eso las frotó sobre su pantalón y tomó un sorbo de agua mientras seguía con interés la conversación de los demás. Pero le resultaba muy difícil ya que la delicada fragancia del perfume de Irene constantemente lo hacía perder el hilo del discurso. Cuando llegó el momento de escoger el menú, ellos dos fueron los primeros en decidir y mientras esperaba que los demás escogieran se armó de valor para llamar su atención.
Se aclaró la garganta.
-Y-yo... Estuve muy feliz de recibir tu tarjeta de agradecimiento el otro día.
Irene lo volteó a ver y cuando sus ojos hicieron contacto sintió un vuelco en el corazón. Habían sido contadas las veces que se habían hablado tan de cerca.
-No, gracias a ti por darme aquel regalo, fue mucho, no te hubieras molestado.
Notó un ligero sonrojo en su lisas mejías, pero seguramente se había equivocado y era solo el juego de luces.
-No fue ninguna molestia, al contrario, espero que sean cosas que te puedan servir en tu viaje. Estoy seguro que recibirán mucho amor también en Corea del Norte.
Ella le dedicó una pequeña sonrisa que calentó su corazón.
-Eso es lo que más deseamos porque de lo contrario el mismo Lee So-man deberá ir a buscarnos -bromeó pero notó una ligera preocupación en su rostro -Uh, bueno pero eso es más que improbable.
Poco a poco la tensión inicial se fue disipando y a mitad de la cena los dos platicaban de forma natural y relajada junto a los otros mientras degustaban los deliciosos platos. Su natural amabilidad y carisma hacían que su presencia fuera agradable el uno para el otro. Y era a esa comodidad que Irene le temía, lo natural que resultaba platicar de temas variados y lo agradable que era escuchar su dulce voz masculina.
En una ocasión se sorprendió a sí misma mientras admiraba el perfil de su rostro. La línea elegante de la nariz reta, los pómulos altos, mechas de cabello castaño que recaían en su amplia frente, la piel blanca y lisa... Desvió la mirada, un poco apenada, esperando que nadie se hubiese dado cuenta. ¿Porqué sentía calor tan de repente? Seguramente era por el vino rojo que había tomado.
Por su lado, Suho realmente disfrutaba de cada minuto a su lado. La mayoría de las veces, Irene era siempre muy distante, circundada de muchas personas y cuando la había encontrado en la agencia, casi siempre andaba de prisa. Por eso, esa noche, era su gran oportunidad de volverse un poco cercano a ella.
Mientras tanto, la ancianos actores los miraban sonriendo.
-Son una pareja muy linda -expresó de punto en blanco el señor -¿Joven, qué esperas a pedirle de salir? Sino lo haces tú alguien más se te adelantará.
En la mesa se hizo silencio y hasta algunas personas a la par tendieron la oreja. Chanyeol casi se atraganta con la pieza de pollo que estaba saboreando. Joy miró alarmada a su amiga que volteó a ver para otro lado, incómoda. Suho también estaba sorprendido pero mantuvo la compostura.
-Tiene razón señor, pero temo que no es una empresa fácil ganarse su corazón. El hombre que lo haga será muy afortunado.
Irene se sintió halagada por aquellas palabras y el señor ya no pudo replicar porque en ese momento la sala quedó en la casi penumbra, apenas se lograba ver el brillo de las copas, la única luz tenue iluminaba una joven cantante de tez canela que se estaba robando toda la atención. La suave música jazz con ritmo caraíbico creó pronto una atmósfera de ensueño.
Las personas se relajaron en sus cómodos asientos y se dejaron transportar por aquella melodía. Sin darse cuenta, Junmyeon se había inclinado más hacia el lado de Irene, podía ver la línea de su hombro que se movía al ritmo lento de la música, si se acercaba un poco más, sólo por un momento, estaba seguro que podría sentir el aroma el perfume que desprendía su larga cabellera oscura.
Irene disfrutaba de esa cálida voz, de repente sintió un hormigueo en la piel de su espalda y cuándo se volteó para tomar su copa, su rostro tocó algo suave y húmedo. Sin entender, ahogó un gritito de sorpresa y se tiró para atrás. Casi escapó a caerse de la silla sino hubiera sido por los dos brazos que le rodearon la cintura y la sostuvieron firmemente.
A poco centímetros de su rostros se encontró con el brillo de los ojos de Suho que le regresaba la mirada.
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