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A la semana siguiente me animé y volví al bendito country, agarré las llaves de mi vollswagen, mi eterno compañero, regalo de Bruno, nunca pude venderlo, es mi joya más preciada.

Le mandé un mensaje a Sara, avisandole que iba de visita.

*¿Sari, si están en casa puédo ir a visitarlos, necesito hablar con vos?

Diez minutos después Sara me contestó.

☆Hola reina, si estamos en casa, te esperamos, Rosa ya está preparandote una tarta de manzana, ¿a qué hora venís?

* Ya estoy en la autopista en un rato llego, avisale a Silvy, asi veo a las nenas, ya las extraño.

☆Están acá en casa y ya no se aguantan las ganas de ver a su tía.

Guardé el telefono y a la altura de la 197 hubo un accidente entre una moto y un auto, eso me retrasó una hora en llegar.

En la entrada del country los empleados de seguridad revisaron mi vehículo y me dejaron pasar, como cada tanto vuelvo puedo entrar sin problemas.

Pasé por la que era mi casa, me dió nostalgia, desearía entrar a mi cuarto y ver desde mi ventana el lago, unas lágrimas traviesas salieron de mis ojos, igual que del cielo, que justo comenzó a llover.

Salí de esa nube de recuerdos, encendí el auto, giré a la derecha y entré al garage de mis suegros.

Entré por la cocina para no mojarme, porque estaba conectada al garage.

-Hola, hola, llego la nuera favorita.

-Nada de nuera favorita, vos sos una ex así que la nuera favorita soy yo- mi amiga y sus celos tontos-amiga por fin volviste, tu ahijada ya me tiene cansada preguntando cuando viene su madrina.

-Hola Silvy- nos dimos un abrazo eterno- tengo mucho que contarte.

-Si y olvidate que hoy volves a tu casa, mis hijas quieren dormir con su tía.

-¿Dónde están?

-Estan con Arturo y Abril mirando dibujitos en la sala de juegos.

-¿Ahora hay sala de juegos?

-Si, Sara llevó las pertenencias de tu ex al galpón y la acondicionó con juguetes y un home theater para que estén ahí cuando vienen acá y así nosotras podemos charlar tranquilas.

-Te molesta si voy a verlas, les traje regalos a la tres.

-Van a estar chochas, vamos todos están alla esperandote.

Volver a recorrer esa casa, me trajo al pasado, respiré hondo y seguí, aún duele.

Silvy abrió la puerta y ví a mis sobrinas, estaban abrazadas a sus abuelos mirando Frozen.

-Miren la sorpresa que me encontré en la cocina.

-Sorpresa - abrí los brazos para abrazarlas porque las tres vinieron corriendo y me tiraron al suelo- llegó la tía.

-Tía te quiero mucho- dijo Chiara.

-Yo también te quiero mucho Chiara dame un besote, pero bien rico- siempre era la primera en venir a mis brazos.

-¿Madrina, qué me trajiste?

-Ana, no seas maleducada, Pamela vino a verlas, no hay que pedir regalos, cuantas veces más te lo tengo que decir.

-Perdón tía- se acercó a mi oreja y susurrandome me preguntó- ¿me trajiste el chocolate que como en tu casa?

-Sí, está en mi cartera, ahora te lo doy, pero primero dame un besito.

NO SUELTES MI MANO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora