Al no poder convencerlo, tuve que implementar un nuevo plan para averiguar donde estaba el banco que él tenía la deuda.
Comencé a ir seguido a su oficina, le coqueteé varios días hasta que le saqué la clave de la computadora, cuando salió una mañana me colé en la oficina y entré muy facilmente, era tan obvio que usó "gatita-princesa". Al encontrar la carpeta que buscaba, anoté los datos del banco y el número de cuenta, apagué todo para que nadie sospeche y salí sin ser vista.
Fuí a mi habitación, tomé mi cartera y una barrita de cereal para no sufrir hambre y me fuí a realizar mi plan.
Un taxi que pasaba me llevó hasta el centro de Milan, el banco recien abría y fuí directo a la recepcionista para consultar a que sector ir.
Me indicó que la oficina de créditos estaba en el primer piso, tomé el ascensor y al salir la bendita puerta estaba delante mío.
Esperé una hora para ser atendida, y gracias a mi excelente dicción del italiano, no tube problemas de hablar con el empleado del banco.
Acordamos que la deuda la pagaba yo con una transacción desde mi cuenta de Buenos Aires, giraron un millon ciento trece mil dolares de mi cuenta, y me aseguraron que la cuenta estaba saldada, le pedí al empleado que no abra la boca y que si él aparecía que dijera que la cuenta estaba saldada.
Salí del banco y fuí a tomar un café frente al banco, me sente en una mesita en la vereda, al rato desde mi silla lo veo salir furioso del banco, salió derrapando el auto, para tranquilizarlo le mandé un mensaje como a él le gustan.
*Mi lobo feroz, volvé al cafesito de enfrente del banco, te estoy esperando😚
No recibí respuesta, pero su auto se estacionó a toda velocidad cinco minutos después, estaba furioso.
-Estás loca, como vas a pagar mis deudas, ahora voy a tener que pagartelo a vos.
-Y, que hay con eso, tu machismo no te permite asimilar que fuí más astuta que vos.
-Te había dicho que esa deuda era mía, y vos te entrometiste.
-¿Y? Vos me mentiste tantas veces con tantas cosas, acordate cuando me regalaste el auto que por cierto aún lo tengo, y me hiciste firmar algo con una trampa,- rodeó los ojos al recordar- ¡aha te acordaste!, ves que feo es esa sensación.
-Pero esto es diferente.
- No podes asumir que ahora tengo más dinero que vos y que puedo sacarte de la mierda.
-No es eso Pamela, no somos nada, tu dinero es tuyo.
-Un día vos me dijiste...
LO MÍO ES TUYO SIEMPRE Y PARA SIEMPRE. Y bueno ahora yo te dí lo mío que también es tuyo.-Con todo el daño que te hice todos estos años y vos me perdonas así como así.
-Para seguir adelante hay que perdonar y yo te perdoné hace varios años, el amor de la familia me hizo perdonarte.
-Mi mamá siempre fué la bruja que supo que vos ibas a salvarme de mi mismo.
-Ves que podés asumir que nos necesitamos- tomé sus manos y entrelacé las mías con las suyas- yo nunca dejé de amarte, y vos nunca pudiste olvidarme, volviste a mi y me trajiste hasta aquí para hablar conmigo en un terreno neutral.
-Eso es verdad, cuando termine con algunos asuntos pendientes, vamos a volver a Buenos Aires y voy a arreglar las cosas con la familia- se lo veía derrotado, mis pasos adelantados lograron que entendiera que para seguir adelante hay que perdonar y perdonarse, yo tardé mucho tiempo en asumirlo, si lo hice sola, sufrí mucho pero logré superé las adversidades que se presentaron en mi camino, salí del pozo sin fondo, al asomar la cabeza volví a respirar aire puro, mis pulmones se llenaron de energía para llegar a donde estoy, ahora la página se dió vuelta y volvemos a estar juntos, no sé que será de ahora en adelante, no puedo volver a equivicarme, voy a confiar en él de nuevo, necesito confiar que ahora sí cambió, lo necesito como se necesitan el sol y la luna, sin ellos no habría amaneceres ni atardeceres para contemplar, lo necesito como la tierra necesita al agua, para crear vida en la tierra, lo necesito para volver a amarlo, para volver a sentirlo, para ser feliz.
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NO SUELTES MI MANO 2
RomancePamela pudo recuperarse de su anorexia y sanar su corazón roto. Ocho años después, volvió a encontrarse con Bruno en un viaje por Italia, ya que él se había instalado en Milán. De tantas idas y vueltas de la vida, ese fuego nunca se apagó y en aquel...