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Aparecimos en busca de nuestra hija, pasado el medio día, estacionamos el auto y la vimos jugar en el jardín con su abuela, estaban regando las plantas y jugando con el agua.

Verlas así de felices nos enterneció, bajamos del auto y fuímos con ellas a jugar, nuestro momento de pasión se había terminado, nuestra responsabilidad como padres comenzaba en este momento.

Almorzamos todos en familia y después de comer mi niña se quedó dormida en brazos de su padre.

-Me van a tener que perdonar pero es la hora de la siesta de mi princesita y como todos los días estas horas son todas de ella y nos vamos a dormir juntos, princesa madre no nos extrañes, sabes bien que mis noches son tuyas.

-Vayan a dormir su siesta, yo voy a ayudar a Sara con los preparativos de la boda, y recuperá energía porque esta noche volvemos a salir lobo feroz.

-Ok, gatita insaciable- besó mis labios y se fué con nuestra hija que ya dormía-.

-Que cambiado que está mi hijo, desde que volvieron a encontrarse, es mejor persona.

-Sabes que si, está enamorado de esta niña, a ella si la cuida, nunca la deja sola, aquella mala experiencia le enseñó mucho.

-Lastima que tuvimos que pasar por todo eso, para que ahora disfrutemos a tu hija hermosa.

-Sara, ya tengo ganas de tener otro hijo.

-Él lo sabe.

-Si y también lo desea, estamos haciendo los deberes bastante seguido.

-De verdad hija, otro nieto en la familia, sería hermoso, gracias por curar su corazón, volverlos a ver juntos aquel día que me llamaste, volví a creer en los milagros.

-Cuando lo ví en la galería ese día estaba aterrada, lo odié muchisimo, volver a creerle me costó mucho, pero lo deseaba hacía varios años.

-Tenes un corazón que vale oro, tenes que amarlo muchisimo, para haberle perdonado todo lo que te hizo.

-Si yo no lo perdonaba, no iba a poder seguir viviendo, respiro porque él respira, su aliento es mi aire de cada día.

Pasamos la tarde tomando mate con edulcorante y comiendo torta de naranja que ella misma horneó.

Tres horas más tarde mi niña apareció en la cocina en brazos de Bruno.

-Me parece que mi princesita quiere su merienda.

-Venga mi niña, vamos a hacerte tu lechita rica, rica.

Mi hora de madre ya comenzaba, esa charla con mi suegra fué muy grata, siempre que tenemos tiempo a sólas nos regalamos tiempo juntas.

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El día de la boda llegó en un día lluvioso, durante el civil hasta cayeron piedras de hielo, el cielo completamente encapotado no nos dejó disfrutar de la celebración en el jardín, todas las mesas tuvieron que ser llevadas adentro y de apuro, tuvimos que salir a buscar un restaurant para festejar la boda de civil.

Menos mal que al día siguiente salió un sol radiante y se pudo realizar la fiesta religiosa en una residencia privada, ciento cincuenta invitados asistieron esa noche.

Nosotros estuvimos bailando toda la noche, nuestra hija, estuvo en brazos de sus abuelos y eso nos permitió disfrutar unos momentos de privacidad.

Volvimos a casa de sus padres temprano, al ser padres de una beba hermosa, había que acostarla temprano.

Quedamos agotados, y los tres dormimos abrazados el resto de la noche.

Como ella había dormido en brazos de todos, se despertó bien temprano, mi descanso se terminó diez y media de la mañana cuando me despertaron unas manitos juguetonas solicitando amor de madre.

Jugamos a las cosquillitas y se nos unió  Bruno, para él también se había terminado el descanso, solamente habíamos dormido cuatro horas.

Nos levantamos con ella y fuímos a desayunar a la cocina, me sentia mal, tenía nauseas.

-Perdón tengo que ir al baño, tengo nauseas.

-¿Pam, te sentis mal?

-Desde hace unos días estoy así.

-¿Princesa, no estarás embarazada de nuevo?

-No creo, será algo que me cayó mal.

-Voy a la farmacia a comprar un test de embarazo, tenemos que sacarnos la duda.

-Bueno, pero no tardes.

Esperarlo aumentó mi anciedad, Belén jugaba cuando entró con las cajas en la mano.

-Tomá hacetelo y nos sacamos las dudas.

-Bueno, Bru, ¿vas a querer otro hijo?

-Si ya estas embarazada, no hay vuelta atrás, será bienvenido y lo vamos a amar como a esta niña hermosa, andá y averigualo yo te espero acá, te amo princesa.

Entré al baño miré el envase y tuve terror de abrirlo, me quedé un rato así hasta que tomé coraje y lo saqué, me temblaban las manos.

Salí del baño y cinco minutos más tarde el test dió positivo y decía seis semanas.

Nos miramos en silencio, ninguno reaccionaba, volví a agarrarlo y me senté en la cama.

-Pam vamos a ser padres de vuelta, estoy muy feliz, y vos?

-Sí, aún no caigo, tenemos que comenzar de nuevo con todo esto.

-Viste mi amor, todo lo malo que pasamos hace años, ahora Dios nos está regalando otro nuevo hijo y vas a ver que todo va a salir bien también, no vuelvas a tener miedo, estamos juntos y nada nos va a separar ahora.

-Te amo mi capitan.

-Gatita, otra vez voy a tener que cuidarte como en el otro embarazo, se terminaron las maratones de sexo desenfrenado todas las noches.

-Ufa! Ahora que ya estabamos bien adaptados a los horarios de nuestra hija, tenemos que dejar de hacerlo como nos gusta.

-Gatita indecente, te amo cuando estás así de caprichosa.

-Si, ¿y qué amás tanto de esta gatita?

-Amo estas tetas gigantes que tenes y sumergirme en ellas, besarlas, lamerlas, tocarlas.
Amo esta boca carnosa, morder tus labios- cada cosa que me decía y hacía, yo me encendía como fuego- jugar con tu lengua.
Desnudarte, romper tu ropa interior, esas tangas hilo dental que te ponés cuando me provocás.

Toda vos amo gatita, sos la luz de mis ojos y ahora me regalaste lo más hermoso que un hombre puede desear, un nuevo hijo.

Siempre soñe con formar una gran familia con vos y ahora lo estamos logrando, TE AMO.

Escuchar esas palabras me emocionaron, comencé a llorar, y él limpió mis lágrimas con su pulgar, tomó mi cara entre sus manos y me besó.

Volvimos a amarnos esa noche, bajo una luz ténue toco cada centímetro de mi piel, me trató con dulzura, me amó de verdad.

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NO SUELTES MI MANO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora