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Subí y pude darme una ducha relajante, Bruno entró al baño sin darme cuenta, se sacó la ropa y entró a la ducha conmigo.

Sentir sus manos sobre mi piel es una sensación desestresante, comenzó acariciando mis pechos en un movimiento circular, sus dedos precionando mis pezones hizo exitarme más, yo subí mis brazos y comencé a entrelazar mis manos en su cabello corto, bajé a sus orejas y acaricié su parte sencible, el lóbulo derecho, él bajó sus manos a mi vientre y lo acarició, con tanta dulzura que enterneció mi corazón.

Sus dedos curiosos llegaron a mi entrepierna y con un juego perverso comenzó a tocarme, mi clítoris estaba hinchado de placer y su pene estaba máz grande aún, mi mano desendió y comencé a masturbarlo, los dos nos dabamos placer al mismo tiempo, sentirlo removerse detrás mío me exitó más aún, sus jadeos bajo el agua es una sensación exitante, escucharlo derramar placer bajo mis dedos me hace sentir poderosa, estar al mando de su cuerpo es someterlo a mis ganas de darle placer a mi hombre.

Me giró, abrazó mi cintura, subió mis piernas alrededor de su cintura y así mojados como estabamos me llevó a la cama.

Hicimos el amor suavemente, no podíamos ser violentos como nos gustaba serlo, mi cuerpo comenzaba a sentir más placer desde que estoy embarazada, estaba más sensible, cualquier caricia de Bruno me encendía, cada beso me hacía arder en llamas.

-Gatita estás tan hermosa, desde que estás embarazada, tus ojos tienen otra energía y no parás de sorprenderme cada día que hacemos el amor.
Tus dedos parecían las garras de un gato cuando quiere ser atendido, verte asi me exita demaciado, tocarte me vuelve loco, verte jadear de placer bajo mis dedos curiosos alteran mi paz.
Volví a ser el hombre desesperado por verte cada noche, mientras no estuve a tu lado, nunca me sentí así de libre como con vos, antes era tener a una mujer en la cama para sacarme las ganas y desacerme de ella esa misma noche, busque en todas ellas lo que dejé pasar por tarado.
Nunca volví a sentir placer con una mujer hasta que te volví a tocar, a besar, a sentirte mía.

-Yo solamente estuve una vez con un hombre y no pude seguir con la relación, él era maravilloso, amoroso, me cuidaba mucho, pero no eras vos, sentir otras manos tocarme me dió repugnancia, me sentí sucia, me sentí violada, un día te dije que me habías marcado a fuego como una vaca, y es así, tus dedos quedaron en mi piel, tus besos quedaron en mi boca y nadie te pudo reemplazar.

-Que estupido fuí cuando me dejé engatuzar por esa mujer, sentirme celoso de nuestro hijo porque vos no tenías tiempo para mí, en que cabeza cabe lo que te hice, el daño que nos hice.

-Escucharte decir estas palabras es ser valiente de tu parte, asumir tu error hizo que vuelva a creer en vos, el paso del tiempi nos ayudó a perdonar y a reflexionar.

Mi mayor anhelo era volver a tus brazos y lo soñé miles de veces, desperté muchas veces sudada del placer que vivía en esos sueños eróticos, muchas veces tuve que tocarme intimamente para sacarme el deseo de tenerte dentro mío.

-De verdad pasaste por todo eso.

-Muchas veces y después lloraba al darme cuenta que no estabas a mi lado, que tenía que tocarme para volver a sentirme viva.

-Gatita perdoname, en ese tiempo estuve ciego, no supe reaccionar, me siento una mierda de persona al haberte hecho tanto daño y yo andando de mujer en mujer y huyendo del amor de mi vida- de sus ojos se desprendían lágrimas cinceras- el diablo se apoderó de mí y cuando saldé mi pacto con él ya era tarde, y tuve que huir para no llegar al fondo del infierno, cuando te ví tan enferma sentí que revivía de la muerte, sentí que volví a respirar, pero volver a vos me llevó mucho tiempo, primero tuve que perdonarme a mi mismo para buscarte, no podía hacerlo si yo no estaba convencido de mis errores.

Una vez que pude sanar mi corazón volví a vos, armar el plan del reencuentro me llevó más de un año, coordinar cada detalle, me mantenía vivo.

¿De verdad nunca sospechaste nada?

-No nunca, creí ciegamente en la exposición de Milan, le puse todas mi energías a ese evento, y luego cuando supe que fuiste vos el causante de todo eso te odié muchisimo.

-Tuve que hacerlo así porque sino no me ibas a volver a hablar, sacarte de tu lugar de confort fue lo mejor que hice en mucho tiempo, te obligué a sacar toda tu ira guardada, todo lo que no pudiste decirme aquella vez.

-Te acordás cuando le pegué el carterazo a esa malnacida.

-Si y le abriste la cabeza, le tuvieron que dar tres puntos para curarla y a mí me dislocaste el honbro,¿ qué tenías en la cartera que nos lastimaste así?

-Jaja ja- mis risas eran incontrolables- cuando los ví abrazados agarré un cascote de la vereda y lo acomodé en mi cartera Prune, esa que vos me regalaste para mi cumpleaños, y al verlos me cegué y los golpee con todas mis fuerzas, de alguna manera tenía que vengarme de ella, y no sabés el placer que sentí al verlos sufrir del dolor.

-Gatita atrevida, estabas realmente loca, y si quedaba inconciente con el golpe.

-La responsabilidad era tuya por meterla entre nosotros, aparte con tres puntos no se muere nadie y ella se lo merecía por ser una puta barata.

-Mejor dejemos de hablar de eso, porque me vas a volver a dar un carterazo.

-Ese día te lo merecías, y cuidate de no volver a hacerme daño, porque ya conoces a la Pamela loca y sacada de sus cabales.

-No gatita no quiero volver a sentir tus garras sobre mi indefenso cuerpo, tuve que ir al quinesiologo de como me dejaste dolorido.

-A comer ajo caballero.

Los dos nos reímos con mi comentario del ajo, siempre le causa gracia cuando se lo digo.

😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂

NO SUELTES MI MANO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora