Pasteles

162 26 19
                                    

—¿Por qué estamos aquí y no en la escuela?— preguntó Mike obligándome a voltear a verlo—.

—Porque esto es importante— dije mientras leía los ingredientes de un frasco de masa—.

—La escuela también es importante— replicó Mike—.

—En la escuela te enseñan el valor de 3.1416— contesté rodando los ojos— Dime, ¿cuándo vas a usar el puto Pi en tu vida diaria?

—¿Y una receta de pastel voy a usarla en mi vida?

—Una receta de pastel te salva de la paliza que podría darte Tony cuando olvides su cumpleaños.

Mike frunció sus labios y se quedó callado, dándome a entender que tenia mucha razón.

Suspire antes de volver mi vista al frasco y seguir leyendo los ingredientes.

—¿No es más fácil tomar el frasco que sea?— preguntó Mike mientras tomaba uno y lo ponía en el carrito—.

—No, idiota— dije rodando los ojos± Tiene que ser especial.

—¿Qué tiene de especial escoger una masa ya preparada?— preguntó con una ceja enarcada— Sería especial si tu la prepararas.

Suspire cansado de que me estuviera reprochando de todo.

¡No había parado de quejarse en todo el rato que habíamos estado ahí!

Además, me sentía muy desagradecido, ¡lo salvé de su estúpido examen de ciencias!

—¡Bien!— dije rendido— Haré yo mismo la masa, pero quedas advertido de que me ayudarás a prepararla.

—¡Pero...!— intentó reclamar—.

—Te callas y me ayudas o le diré a mamá que en estos tres meses que estuviste fuera no hiciste nada, más que activar tu vida sexual.

—Puto...— murmuró Mike molesto—.

Reí levemente por su contestación y deje el frasco en su lugar antes de tomar el carrito y volver a empujarlo.

—No es tan malo— dije mientras intentaba googlear cómo preparar un pastel desde cero— ¿Qué puede salir mal?

(...)

—¡Llama a los putos bomberos!— gritó Mike mientras corría—.

—¡Sólo es un pequeño fuego!— grité tratando de calmarlo— ¡Cálmate!

—¡Se está incendiando la servilleta!— exclamó Mike mientras tomaba el teléfono—.

—¡Tú dejaste la servilleta ahí!— lo incriminé—.

—¡Ni siquiera sé porque prendimos la estufa!— exclamó mientras intentaba apagar la servilleta—.

—¡Tú la prendiste!— exclamé irritado— Ya cállate y déjame terminar de adornar los pasteles.


Mike volvió a gritar mientras seguía moviendo la servilleta de un lado a otro sin parar.

Rodé los ojos mientras le daba la espalda y empezaba a decorar los intentos de pastel.

No me habían quedado perfectos, pero bueno, al menos no quemé la cocina mientras los preparaba.

Honestamente busqué miles de vídeos en YouTube, hasta que descubrí uno que parecía demasiado fácil.

Y aquí me tienen, sin tener una maldita idea de cómo decorarlos.

—Wow...— dijo Mike llegando a mi lado— ¿Pastel de Harry Potter?

NO [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora