Comida

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Todo era jodidamente incómodo.

Lamentablemente no me quedaba de otra más que dejar pasar a Kellin y guiarlo hacia el comedor, que era donde se encontraba mi mamá poniendo la mesa.

En cuanto entré a la cocina, mi mamá me observó con una gran sonrisa y me lanzó mi celular, el cual tuve que atrapar en el aire.

—Deberías cambiar la contraseña, cariño— dijo mi madre con una sonrisa burlona— Tal vez a algo más complicado que "Kellin"

Me sonroje completamente al ver que Kellin estaba a mi lado y me veía con una pequeña sonrisa divertida.

Lo demás no fue tan revelante, simplemente mi mamá nos pidió que nos sentaramos y luego me empujó para que me sentara al lado de Kellin.

Mi mamá era esa típica hermana chismosa y shippeadora que se emociona por todo.

Y bueno, llegamos a este momento, donde no hacemos nada más que escuchar el sonido de los cubiertos chocando contra nuestros platos.

Podía ver que la mirada de mi madre era sospechosa, y sabía que se moría por preguntar algo.

Ojala no lo haga.

Ojala no lo haga.

Ojala no lo haga.

—Y dime Kellin— empezó a decir mi mamá— ¿La perra de Matty sigue molestando?

Mierda, lo hizo.

Casi escupo el bocado que había entrado a mi boca en ese preciso momento.

—¿Qué?— preguntó mi mamá con inocencia al recibir mi mirada de odio— Es una pregunta seria.

—Uhm...— murmuró Kellin un poco incómodo— Pues si... Creo.

—¿Crees?— preguntó mi mamá con una ceja enarcada—.

—Pues...

—¿Sabes Kellin?— empezó a decir mi mamá con tono serio— Mi hijo Vic es un chico muy lindo y no está teñido.

—Mamá— dije en tono de advertencia—.

—Y por eso he tomado la decisión de darte una ultima oportunidad— dijo mi madre— Eres muy lindo y como sabrás, te quiero de yerno.

Kellin me dirigió una mirada interrogante, pero ni siquiera yo sabia que es lo que le pasaba a mi madre.

¿Qué plan malvado pudo haber pensado en el poco tiempo que estuve en mi habitación?

—¿Por que no suben conmigo?— preguntó mi mamá— Quiero mostrarles algo.

—P-Pero...

De acuerdo, en este punto me daba un completo miedo. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que tal vez no debí contarle eso a mi madre.

Aunque es un poco –demasiado– incómodo estar con Kellin en presencia de mi madre, pero a la vez le agradecía –internamente– porque la había pasado de maravilla con aquel chico de ojos azulados y no quería despegarme de su lado.

Kellin se levantó un poco inseguro, porque debo admitirlo, mi madre daba miedo en ese momento.

No me quedó de otra más que levantarme junto con él, si mi madre planeaba matarlo, tendría que pasar primero sobre mi cadáver.

Kellin me había rechazado varias veces pero eso no quería decir que lo odiaba. Bueno si lo odiaba pero me seguía gustando demasiado como para dejar que mi madre lo mate.

Mi mamá sonrió triunfante y caminó hacia la puerta de la cocina, esperando a que la siguiéramos, Kellin y yo nos dirigimos una mirada temerosa, pero finalmente terminamos siguiéndola.

Subimos las escaleras con toda la lentitud posible, pero mi mamá parecía tan emocionada que no dejaba de apresurarnos.

—¿Matty es una perra?— pregunto Kellin con tono divertido para restarle un poco la tensión—.

—Yo no dije que era una perra— me excuse— Sólo dije que era teñido.

Kellin rió levemente mientras entrelazaba su mano con la mía, y claramente no me opuse.

—Eres lindo cuando estás celoso— dijo Kellin con una sonrisa tierna— Quiero que sepas que Matty no significa nada para mí, deje de sentir algo por él hace mucho.

Sentí que mi corazón daba un brinco de emoción con escucharlo decir eso.

¡Matty era una maldita perra derrotada!

Sonreí victorioso, más que nada porque sabía que no tenia ninguna competencia ahora.

Mi madre se detuvo, y nosotros junto con ella. Estábamos frente a mi habitación y era un poco raro y vergonzoso porque Kellin vería mi habitación que parecía mas de un niño que de un adolescente enamoradizo.

—Entren— dijo mi mamá abriendo la puerta— Adelante.

Entre con Kellin aún tomado Dr mi mano y mi mamá sonrió discretamente.

Una vez dentro de la habitación, mi mamá cerró la puerta a nuestras espaldas, dejándonos encerrados en mi habitación.

—No salen de ahí hasta que tengan sexo— dijo mi mamá mientras escuchaba que ponía el seguro a la puerta por fuera—.

—¡Mamá!— exclamé con pena—.

Escuché los pasos de mi mamá alejarse de mi habitación y bufé un poco molesto.

—Bueno— dijo Kellin viéndome un poco divertido y acercándose poco a poco a mí— ¿Por que no empezamos con lo que nos pidió?

Lo observé un poco confundido, pero todas mis dudas se aclararon cuando sus labios atacaron los míos.



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No actualice porque tenía exámenes y aún tengo :'v
Así que bueno, actualizo para decirles que quizá no pueda hacerlo hasta el próximo fin de semana.

Aun así, intentaré actualizar con normalidad :)

NO [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora