"Proyecto"

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Kellin Quinn se encargaba de determinar mi emoción del día.

Cuando lo veía me sentía enamorado.

Cuando me sonreía me sentía feliz.

Cuando me rechazaba me sentía desanimado.

Cuando lo veía llorar me sentía triste y quería llorar con él.

Cuando no lo veía, me sentía neutral, sin ninguna emoción, sólo anhelaba verlo.

Cuando me besaba me sentía en las malditas nubes.

Y cuando lo veía con Matty Mullins, su ex, me sentía en el puto infierno.

Mike podía notar el gran y curioso cambio de mis emociones en un santiamén y Jaime, quien en ese momento estaba sentado a mi lado, también lo notó, por lo que rodó los ojos.

— Si tanto te molesta que esté con su ex, ve y dile.

— No puedo decirle nada cuando tu estás sentado a mi lado — observé —.

— Touché — dijo Jaime —.

— ¿Y por qué está con él? — preguntó Mike —.

— Dice que es por un proyecto — dije rodando los ojos —.

— Pues ese beso no parece de un proyecto — comentó Jaime —.

Voltee rápidamente hacia la mesa en donde ellos se encontraban, tanto así que hasta sentí cómo tronaba mi cuello.

Suspire de alivio cuando me di cuenta que sólo era una broma pesada de Jaime y Kellin se encontraba manteniendo su distancia de Matty.

— Idiota — dije mientras lo golpeaba en el hombro — Me espantaste.

— Deberías confiar un poco más — dijo Jaime — No queremos que te termine por inseguro.

— Lo siento por no confiar en las personas, pero el idiota de mi ex me engañó con una chica — repliqué con una sonrisa burlona —.

Jaime gruñó por lo bajo y siguió comiendo, yo sonreí victorioso y mi hermano solamente nos observaba con una sonrisa burlona.

Ya estaba acostumbrado a que tuviéramos este tipo de discusiones en las que nos echábamos en cara todo lo malo que pasó en nuestra relación.

Así como Jaime tenía sus contras, yo también los tenía, sólo que yo era más de echarlos en cara y Jaime era un poco más relajado en esa cuestión.

— ¿Cuándo termina lo del proyecto? — preguntó Mike —.

— Dijo que en una semana.

— Bueno, pues para ese entonces tu ya estarás haciendo equipo con él — dijo Mike con una sonrisa cómplice —

— No entendí — admití —.

—Para cuando la semana del "proyecto" termine, estarás suplicándole a los profesores que te dejen en equipo con él — explicó Mike — Así tendrás más tiempo para pasar con él y más oportunidades para pedirle que sea tu novio.

— Eres un genio hermano — dije con una sonrisa cómplice — Sabes, como siguiente idea para pedirle que sea mi novio, estaba pensando en pedirle lo del picnic una vez más o llevarlo a la feria.

— Quizá podrías llevarlo a la feria y así está de buen humor — opinó Mike — Además, así puedes ganar un peluche para él y todo es más romántico.

— ¡Si! — exclamé feliz — Y entonces después, le compró un algodón de azúcar, él los adora.

— Oigan chicos.

— Y al finalizar, podrían subirse a la ruleta — comentó Mike —.

— Chicos...

— ¡Si! — exclamé feliz — Pero sería hasta la noche porque así es mas romántico.

— ¡Chicos! — exclamó Jaime —.

— Si, además, sería hermoso porque la ciudad estará iluminada y...

— ¡Oigan! — exclamó Jaime llamando por fin nuestra atención —.

— ¿Qué? — pregunté irritado —.

Jaime pasó saliva un poco nervioso al recibir nuestras miradas interrogantes y un poco irritadas de que nos haya interrumpido.

— Ahora si se están besando.

Voltee mi cuello con una extrema lentitud, tal vez porque no quería toparme con aquella imagen.

Pero inevitablemente, mi vista enfocó dos mesas más allá, donde Matty Mullins estaba con sus labios pegados a los de Kellin.

Kellin no hacía nada para quitarlo, tampoco hacía algo para alejarse, simplemente estaba ahí, dejando que el contacto de sus labios siguiera vigente.

— Vic... — murmuró Mike —.

— Y-Yo... — dije sintiendo un nudo en mi garganta — Tengo que irme.

Ni siquiera esperé a que Jaime me dirigiera aquella mirada burlona o que Mike me viera con lástima, simplemente tomé mi mochila y la colgué en mi hombro.

Todos los ruidos parecían desaparecer a mi paso, sentía como si tuviera tapones en mis oídos.

Podía sentir las miradas de los estudiantes sobre mí y a duras penas podía escuchar los susurros que emitían conforme pasaba a su lado.

Necesitaba urgentemente salir de ese ligar, no sólo de la cafetería, sino de aquellos pasillos en forma de laberintos.

Y aunque sabía que la puerta de salida estaba a tan sólo veinte pasos de donde yo me encontraba, cada paso que daba se sentía como si me estuviera alejando.

¡Puto pasillo interminable!

— ¡Vic! — exclamó aquella voz que no quería escuchar ahora —.

— Ahora no — dije sin dignarme a voltear —.

— Por favor, déjame explicarte — pidió Kellin mientras tomaba mi brazo para detenerme —.

Su tacto quemaba, y pensar que hace unas horas deseaba sentirlo cerca mío.

Sus ojos se encontraban un poco cristalizados y reflejaban la desesperación que sentía.

— Vuelve — dije desviando mi mirada — Termina tu "proyecto".

— No, necesito que me escuches — pidió despegado una vez más — Por favor, dejame decirte que...

— No quiero escucharte — dije zafándome de su agarre —.

— Vic...

— Ni siquiera quiero que me toques — dije viéndolo con frialdad — No quiero verte lo que resta del día.

— Por favor — pidió Kellin de nuevo casi al borde del llanto —.

— No — dije empezando a caminar lejos de él —.

NO [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora