~Richard Camacho
No había dormido nada porque me quedé pensando demasiadas cosas que me abrumaron. Me tomé un café caliente en la cafetería del hospital y luego decidí entrar a trabajar.
—Doctor Camacho hay varios pacientes esperando en sala —me dice una enfermera cuando recién voy entrando por la puerta.
Al parecer ya me estaban esperando. Ese es el resultado de ser bueno y aplicado en tu trabajo.
—Voy a revisar algunos expedientes y vuelvo enseguida —le explico—, Y por favor, tenme el pedido de los medicamentos listo.
—Muy bien Doctor Camacho, estará listo cuando vuelva —respondió la enfermera desapareciendo de mi vista.
Recibí una llamada de mi madre que parecia intranquila porque no habia hablado con ella últimamente. No me gustaba verle, ni escucharla preocupada por mi, y le hice sentir que todo estaba bien y cuidaba tanto de mi salud fisica como mental.
Después, fui a revisar rápidamente los expedientes que tenía que ver para proceder con mi jornada laboral.
Aunque era viernes fue un día cansado y tenia una salida pendiente con Lissy. Me inquietaba que el doctor de turno que me relevaria no había llegado. Eran las 20:45 y empecé a organizar mis cosas antes de irme.
Al pasar por sala de emergencia con mis cosas al hombro una enfermera me hace detener en el camino.—Oiga Doctor Camacho, puede esperar unos minutos más antes de irse.
—Lo siento, pero ya no puedo esperar ni un minuto más al siguiente en turno, ya se me pasó una hora de mi tiempo cubriendo la sala —suelto un suspiro un poco estresado—, Trabaje dos turnos seguidos hoy y estoy agotado, ademas tengo un compromiso pendiente.
—Bueno, no sé preocupe por eso, que yo ya le vuelvo a marcar al doctor Moore para que se apure en llegar —dice la enfermera con una sonrisa de boca cerrada.
—Nos vemos el lunes —le digo dándole la espalda para continuar caminando.
—Camacho una pregunta —exclamó.
—Sí —admito volteando a mirarla.
—¿Usted no tiene servicio mañana?
—Mañana es mi día libre —le aclaró con seriedad.
—Oh cierto.
—Pero, si ocurre cualquier emergencia que se requiera de mi ayuda no dude en contactarme. —Esas fueron mis últimas palabras antes de marcharme del hospital.
Pasé a dejar mis cosas en casa y darme una larga y relajante ducha. Tomé lo primero que encontré en mis maletas porque aún no desempacaba nada. Conduje tan rápido como pude hasta el restaurante en dónde estaba Lissy esperándome para cenar juntos. Era un poco tarde, pero lo importante era llegar.
—Llegas tarde —Lissy comenta al ver me acercándo a la mesa en dónde se hallaba.
—Sí —digo tomando asiento en frente de ella.
—¿Por qué llegas tan tarde? Se supone que estarías aquí a las 20:00 —dice a modo de queja viendo que me tomé casi una hora en llegar.
—No tengo que darte ninguna explicación, Lissy —le respondí con algo de indiferencia.
—Lo siento, me olvidaba de quien eres —añadió con algo de sarcasmo.
—Desde un principio sabías en qué te metías, no entiendo la sorpresa —la aclaro tomando de la copa que me había servido para desgustar mi paladar.
—Lo había olvidado —gruño como si le incomodaba que le aclarara las cosas—.¿Cuándo piensas terminar de organizar todo en tu nueva casa? —decide cambiar de tema.
—No lo sé —me encojo de hombros—, No tengo nada de tiempo para hacerlo yo mismo como me gustaría.
—Pero dijiste que me ibas a dejar ayudarte —sus ojos azules se fijaron en mi rostro.
—Créeme que si ves de que se trata, con solo mirar lo que hay que organizar, te arrepientes de ofrecer tus servicios —le comento conociendo sus intenciones.
—Podriamos comenzar de a poco, ya luego terminamos todo —sus tacones llegaron a mi regazo empezando a rozar mi entrepierna.
—No creo que quieras iniciar algo que no vas a terminar Lissy —recalco mirando sus labios, recordando que no pudimos terminar por la interrupción de mi hermano con su amiga, Ellie.
—Ponme a prueba —susurro de manera retadora.
—Creo que esta cena será para llevar —le dije al mesero antes de retiramos del restaurante.
Cuando llegamos abrí la puerta con sumo cuidado invitandola a pasar posando mis manos en su cadera.
—Esta oscuro aquí, enciende las luces —dice Lissy entrando a la casa con cuidado.
Deje que se haga la amiga cuando toque mis palmas dejando en exhibición el desastre que había por todas partes
—¡Oh Dios mío! —gritó Lissy sorprendida observando todo a su alrededor.
—Imaginaba que esa sería tu reacción —le susurré al oído.
—Es bastante lo que hay que organizar aquí —no se había atrevido a pestañear después de lo que habían contemplado sus ojos.
—¿Te gusta el color de pintura que le puse? —le pregunto observando cada gesto que hace con su rostro.
—Me parece bien —afirma. Sus palabras me recordaron aquella noche cuando casi atropello a Ellie y su ropa mojada se adheria a su cuerpo.
—A mi mucho más —la atraje hacia mi por la cintura depositando un beso voraz en su boca.
Sentí como el deseo carnal se desprendía bajo mi ropa, por tenerla y poseer la.
La apegaba a mi cuerpo para que sintiera lo potente que estaba mi erección mientras mis manos bajaban a su feminidad, empezando a rozarla y deslizar mis dedos por una esquina en su ropa interior.
Escuchar como gemía y jadeaba por como la tocaba encendía más la llama. Poco a poco la llevé hasta la pared haciéndola girar sobre sus pies.
Deposite algunos besos desde el lóbulo de su oreja hasta su cuello mientras bajaba mis pantalones al junto de mis boxer para frotarme en su humedad antes de introducirme en ella.
Masajeaba sus pezones a lo que mi miembro erecto hacia contacto directo con su humedad. Hice que se inclinará un poco haciendo que sus bragas fueran a un lado y posicionandome en su centro deslizandome con fuerza.
Ella ahogó un gemido al sentirme dentro empezando a embestirla una y otra vez tomándola de la cintura.
Su respiración se sentía agitada viendo como su rubia melena caía por sus hombros en tanto aceleraba cada vez con más velocidad y en un instante pensé que era aquella chica que hacía mía, deseandola aún más.
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Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅
FanfictionEllie Mitchell es una joven y atractiva publicista de 24 años que vive en New York y desde siempre ha contado con su mejor amigo de toda la vida, Yashua Camacho. Sin embargo, por algunas implicaciones con su médico personal conoce al Doctor Richard...