🌿Capítulo 13 - La pijamada

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~Ellie Mitchell


Había llegado un poco tarde a casa luego de haber organizado cada esquina de la casa de Richard, así que me había quedado dormida hasta el amanecer.

No quería levantarme de la cama, pero Yashua me había texteado que pasaba a buscarme para ayudarle a gestionar todo lo que necesitaría para realizar la pijamada.

No sabía porque siempre que tenia que salir no encontraba que ponerme o sentía que no tenia suficiente ropa en mi closet. Como saldría con mi mejor amigo a lo mejor a lugares no tan exóticos me puse algo simple, unos jeans y una sudadera.

Nos saludamos en el auto con la misma amabilidad de siempre, me gustaba que le trajera algo a mi paladar como sabia que me encantaba comer, y unas fresas con crema no estaban mal.

—Tenemos que comprar algunas cosas en el supermarket —dice mientras se enfoca en el volante.

—De acuerdo, pero que todo sea rápido —suspiro disfrutando lo sabrosas que están las fresas—. Necesito descansar mi cuerpo para tener energía para la noche.

—Eres un alma vieja en el cuerpo de una jovencita —añade a mi comentario.

—Odio admitirlo, pero si —le confirmo sonriendo.

Compramos algunos snacks y todo el alcohol que necesitaríamos para ponernos creativos.

Luego Yashua avisó que Darlen nos iba a echar una mano con la organización y estaba agradecida de no ser la única haciendo una mano de obra amistosa.

Al tocar la puerta quien nos abrió fue una pequeña de unos catorce años.

—Pasen adelante —nos dijo con amabilidad.

—¿Te importaría llamar a Darlen?—le dice Yashua observando a la chica.

—Claro —afirma ella subiendo las escaleras—. ¡Darlen te busca tu novio!

Escuchamos con mucha claridad lo que dijo y me le quedé viendo a Yashua, porque yo ni enterada.

—Ya te he dicho que Yashua no es mi novio —sus pasos se oían aproximándose.

—¿Y por qué un día los ví besándose? —Eso sí que me había dejado sorprendida.

—Eso no indica nada —dijo ella en respuesta.

Darlen se quedó pasmada al verme junto a Yashua, y le regalé una sonrisa para suavizar el momento. Aunque  cuando íbamos en el auto no pude evitar la curiosidad.

—No sabía que los amigos se besan en la boca —Darlen se quedó como si le hubieran cellado la boca.

—Fue algo que solo paso —suspiró—. Pero no tuvo ninguna importancia para nosotros.

—Yashua... los amigos no mienten —le digo bastante seria.

—No fue nada —aclara Darlen con una expresión neutral.

Luego de esa pequeña conversación todo el recorrido hasta llegar a casa de Richard fue silencioso.

Llevamos todo lo que compramos adentro y a comparación de antes, la casa estaba irreconocible.

Empezamos a organizar los espacios que utilizariamos y creamos un coctel, además de servir los snacks en un recipiente.

Todo estaba quedando perfecto y las horas junto a ellos pasaron volando, era como sí el mundo girará tan rápido que nada mas te daba tiempo de respirar.

Las chicas comenzaron llegar y pensaba que solo serían ellas y no iba ha venir nadie más. Entonces, iniciamos por ver una película de terror. La tipica película donde cinco jóvenes van a una cabaña en el bosque y una de ellos es poseída y los mata a todos, algo así. La pelicula se llamaba "Evil Dead - posesión infernal.

La mayoría estaba muerto del miedo, pero yo amaba ese género y la adrenalina que causaba.

Tan solo escuchar el timbre de la puerta las chicas se estremecieron y nadie quería ir.

—Yo abro —dije poniendo me de pie.

—¡Boo! —Los chicos de la fiesta estaban en la puerta.

—Me asustaron mucho, idiotas —dije sarcástica dejándolos pasar.

En cuanto no vi a nadie más empujé la puerta para cerrarla, pero una mano no me dejó terminar de hacerlo, y eso si que me asustó un poco.

No era nadie más y nadie menos que el dueño de casa, quien dijo que no vendría.

—Disfruta —le dije siendo un poco amable.

Me reincorporé a mi lugar sin quitar los ojos de la pantalla, mientras que los chicos al parecer no estaban interesados en ver película, sino en disfrutar la noche.

—¡Que aburrido! —comento creo que era Cole.

—¿Qué tal si jugamos un poco? —propuso Mark con esa sonrisa que no faltaba en su rostro.

—¿Qué sugieres? —cuestiona Yashua dedicándole una mirada no muy contenta.

—Siete minutos en el paraíso —la idea pareció gustarle a todos menos a mi.

—Yo paso, no quiero jugar —les dije.

—Siempe de aguafiestas, Ellie —comenta Stand mirándome fijo.

—Es obvio que es una cobarde y no esta preparada para tanta diversión —interviene Richard apareciendo de la nada.

No sabia que buscaba entrometiendose en algo que no es su asunto.

—Si no quiere jugar que no lo haga —argumenta Yashua en mi defensa.

—Habló quien dice que las pijamadas son aburridas y para niños —le digo viéndolo fugazmente.

—Esta no entra en ese reglon —respondió uniéndose a la ronda que se estaba formando. Sus ojos me miraban fríamente como si estuvieran retándome—. Así que jugaré con ustedes.

—Yo también.

•••

Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora