🌿Capítulo 24 - La conversación

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~Ellie Mitchell

Al final había quedado de verme con Darlen en la cafetería cercana a casa y no sabía si le había enviado la ubicación bien porque la verdad se estaba tardando bastante y la espera muy en el fondo desespera.

Sentada en una mesa de la esquina, la que me gustaba y la que solía tolerar mis malos días como aquellos buenos tomando cafeína.

Iba por la segunda taza de café y por poco pierdo la fe hasta que la logré ver traspasando la puerta de cristal, se notaba que quería hasta sudar buscandome por todo el lugar. Tampoco me haría notar porque ella me había hecho esperar.

Me preguntaba sino le interesaba lo que teníamos que platicar en aquel lugar. No sabía en que momento nos habíamos hecho tan amigas, pero para mí tenía un lugar especial en ese órgano que mi sangre hacia circular.

—Sé que tardé mucho, pero disculpame estaba haciendo de niñera y no pasaban a recoger la nena —dijo recuperando el aliento mientras tomaba asiento en frente mío.

—Antes que nada deberías saludar —me pauso mirándola—. Luego das las excusas, pero esta bien ¿Cómo te va?

—Hola Ellie, siento mucho haberte hecho esperar —dijo haciéndome caso y eso me hizo sonreír.

—Solo era broma, aunque acepto tus disculpas —le guiño un ojo sin dejar de sonreír le—. Lo importante después de todo es que estés aquí ¿Vas a ordenar algo? Porque he tomado suficiente café por hoy.

—Por supuesto, además de algo que masticar porque muero de hambre —confirma viéndose más tranquila—. A veces es agotador trabajar con niños, pero a lo que vinimos.


—Creo que no tengo otra opción —trato de bromear para apaciguar el ambiente.

—Quería preguntarte, pero no me atrevía a hacerlo para no parecer entrometida —aclara.

—No te preocupes, todas en algún momento lo hemos sido.

—Te escucho —dijo mientras le tomaban la orden.

—No sé por dónde empezar —dejo escapar un suspiro—. Mis neuronas no se encuentran bien analizando la situación.

—No te presiones solamente respira y sino te sientes cómoda contandome... —me mira un instante lo suficiente comprensiva para hacerme entender que no era necesario sino quería hacerlo—. Pues, no lo hagas.

—No es eso. Es solo que ni yo misma puedo entender que es lo que está ocurriendo entre nosotros —le explico.

A la mesa había llegado su orden. Un capuchino y algunos croissants acompañados con patatas azadas más carne de pollo agridulce. Amaba lo rápido que llegaban los servicios.

Su mirada me hizo entender que estaba bastante hambrienta y para tanta comida se veía delgada. De modo que, aprovecharía que su atención estaba dividida para no sentirme tan atendida, aunque en el fondo sabía que no me juzgaría.

Comencé a contarle todo desde el hospital hasta lo más reciente en pasar, para ver si así llegabamos algún lugar porque analizar todo sola me estaba dando dolores cerebrales y sentía que me volvería loca si me lo volvía a encontrar. No podía ser otra casualidad.

—No me esperaba todo eso —se relamía los labios saboreando lo que estaba masticando—. Pero en realidad hay mucha tela de donde cortar.

—Aún no haz dicho nada —le digo para que no diera tantas vueltas a lo que iba a decirme.

—La verdad es que están pasando cosas entre ustedes aunque no lo quieras admitir —toma un sorbo de su capuchino y me mira.

—No creo volver a verle —le aseguro.

—No hay manera de que se haga realidad lo que dices —sostiene bastante tranquila.

—¿Por qué? —No dudo en soltar.

—Es tu doctor. —Ciertamente no había pensando ese pequeño detalle y solo dejo escapar un suspiro cansada sobre mi asiento mientras ella observa mis acciones—. No puedes evitarlo.

—Tienes razón.

—Aunque tienes la opción de cambiar de doctor —sugirió.

—Tendré que hacer papeleos —cada idea por más buena que pareciera de alguna manera hacía que este estuviera involucrado en ella.

—Cierto —suspiro.

—Por el momento solo trataré de evitarlo —digo siendo eso lo mejor que podría hacer.

—Eso traera novedades —Darlen siempre tenía que entrar la realidad en todo.

—Ojalá que no —Solo esperaba tener tiempo suficiente de asimilar la situación y tener a mano una solución.

—Yashua sabe esto —inquiere ella bastante interesada.

—Aún no —respondo bajando la mirada a mis manos las cuales se habían juntado sobre la mesa—. No estoy segura de que sea buena idea contarle.

—Entiendo —la comprensividad en su voz me hizo sentir más tranquila—. Y no tienes que hacerlo sino estás lo suficiente segura.

—No sé, realmente debo hablar con él.

—Es tu decisión.

—Tienes razón —le había mostrado una sonrisa fugaz—. Te agradezco que hayas venido y compartido este momento conmigo, Darlen.

—Puedes contar siempre conmigo —sus manos se posaron encima de las mías brindando algo calor mientras me miraba con una chispa genuina.

Ambas nos sonreímos al despedirnos esperando volver a compartir momentos que se vuelvan memorísticos.

Fue agradable encontrar una amiga más y no sentirme sola en esta enorme ciudad.

•••

Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora