Capítulo 39 -

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Ya le había puesto claro que no me buscará, pero no aquí estaba.

—¿Qué haces aquí? –le pregunté sin siquiera mirarlo a la cara.

—Tenemos un asunto pendiente Elys –respondió mientras se acercaba.

—Hmm... De todos modos yo me tengo ir a mi casa –dijo Darlen abriendo el ascensor.—Nos vemos Elys.

Le estaba rogando con la mirada a Darlen que no me dejará sola con él y así lo hizo.

—Tengo una cena pendiente con tú mamá, y no quiero llegar tarde –le aclaré a ver si me dejaba ir.

Me estaba observando detenidamente de los pies a la cabeza y luego comentó.—Estás hermosa.

No le dije nada.

—Te puedo llevar ¿Si quieres? –cuestionó sin quitarme los ojo de encima.

—No gracias –negué tratando de parecer normal.—De hecho, iba a tomar un taxi cuando saliera.

—Entonces, al menos podemos habl...

Ni siquiera le dejé terminar para negarle la respuesta y muy decida entré al ascensor. Juraría por mi gato muerto que le gustaba desistir, pero esta vez hacía más que insistir, rogar. Algo que no era muy común en él.

Saliendo del edificio me tomó de un brazo para que no me fuera caminando hasta tomar un taxi que me llevará.

—¡Richard! ¡Por favor! –le exclamé por su nombre casi rogándole para que me dejará en paz.

—¿Qué fue lo que te hizo cambiar tanto conmigo? –contraatacó interrogando me sin soltarme.

Solté un gemido molesta y le argumento frustrada.—Ya eh visto demasiado como para explicarte lo que me pasa.

—No puedo hacer lo tú quieres Elys –dijo subiendo el tono de la voz.—Solo soy, como soy y nadie me puede cambiar.

—Yo estoy por lo menos un ochenta porciento (80%) segura de que tú no eras así –me pausé un segundo para inhalar aire.—Hubo algo que te hizo cam...

Richard intervino antes de que pudiera completar la última palabra.—Nada, ni nadie me hizo cambiar... Así soy yo –y prosiguió volviendo a recalcar lo que me dijo.—Esa no fue la pregunta que te hice.

—Ya te dí una respuesta –le aclaré rodando los ojos.

—Absolutamente, no me convenció –resagó instintivamente.—Necesito que me digas algo más... Algo que me ayude aclarar tu respuesta.

Logré soltarme.

—Yo no cambié contigo, solo te dí tu espacio... El único que tiene cambios de actitudes y hormonales eres tú –le grité sin rodeos. Quería desquitarme la rabia que me hacía sentir cuando se creía el último hombre del mundo.

—Pues, de actitudes a tí no te cabe opinar, porque eres una bipolar de mierda –argumentó defendiendo sé y a la vez insultándome.

—Pinche mujeriego –contraataque.

—Tan solo porque no lo hago solo contigo –hizo una pausa.—Sabes muy bien que esto es como un juego –añadió sin mirar.

Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora