Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅

Capítulo#47

Ohh chicas Lo siento mucho les dije a las 00:00 y me quedé dormida, pero aquí está en:

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0...

Al volver, solo me quedé encerrada en mi torre como Rapunzel y no salía ni por comida, la verdad que estaba muy descuidada y creo que baje de peso.

Otro día nuevo que empezar, era la graduación de mi mejor amigo y de Darlen, así que por lo menos tenía que hacer un esfuerzo inhumano de arreglarme como toda una dama, y demostrarles que sus logros me hacían feliz.

Solo quedaban horas, así que tome un taxi para ir al local en dónde se celebraría.

Todo estuvo increíblemente hermoso como me lo imaginaba, una ceremonia llena de sorpresas, llantos y alegría, y yo como siempre al lado de mi mejor amigo viéndolo triunfar por la vida. Era hora de celebrar en la casa de la Sra.Camacho y gracias al padre creador Richard no se había hecho presente.

—Elys, querida tenemos un asunto pendiente de que hablar —me dijo la Sra.Camacho.

Momento en el que me sentí débil, comencé a ver gris, mis oídos escuchaban un zumbido desconocido y después no se que pasó conmigo.

Hospital

Cuando volví abrir los ojos solo ví luces blancas, olor a medicina, un leve dolor en el brazo donde tenía el pinchazo de un catéter y una solución salina, al parecer era de madrugada porque ningún ruido se escuchaba, nadie estaba a mi lado por desgracia, ví como la puerta se abría y apareció nadie menos que Richard con su bata blanca acercándose a mí con un medicamento en una jeringa.

—¡Mierda! —susurré para mí.—¿Por qué tienes que ser tu quien me atienda? —cuestioné con mi tono grosero y volteando a mirar a otro lado.

—Porqué soy el doctor que más te conoce —simple respuesta.

—Eso no es excusa —agregué como toda una cascarrabias.—Podría atenderme cualquiera que no seas tú.

—Es mi trabajo, y soy el mejor en emergencias.

Al verlo que me iba a inyertar jale el brazo con brusquedad.

—No quieres irte de aquí ¿Cierto? —me dijo viéndome raro.

—¿Por qué? —pregunté fulminándolo.

—Porque no quieres que te medique, y si no me dejas no vas a mejorar.

—Anja —dije con sarcasmo como si me importará mejorar mi estado de salud, porque solo verlo me causaba un trastorno emocional.

—Te has descuidado mucho, Elys.

—¿Qué quieres que haga?

—Que te cuides.

—Ese no es tu problema.

Sentí como si una avispa me hubiera picado el brazo e hice una mueca por el dolor.

—Lo es —afirmó él.

—Explícame ¿Por qué?

—Porque eres mi prio... Paciente.

—Idiota —susurré.

—Resentida.

Al parecer si me escuchó y se defendió.

—Lárgate de aquí.

La puerta se abrió y volteé a ver quién era, nadie menos que la enfermera a la que Richard había besado "Lissy".

—Te necesito ya —fue como si le ordenará algo a Richard mientras se acercaba.