Olvidar & Volver A Creer En El Amor《Richard Camacho》[Editando]✅

🌿Capítulo 2 - El accidente

~Ellie Mitchell

Solía trabajar solamente medio tiempo porque tambien tenía que estudiar y realizar los trabajos universitarios. La verdad no me quedaba tanto tiempo para mí porque eso es lo que conlleva independizarse, estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Luego de la jornada laboral tan pesada que tuve había salido muy tarde de la empresa donde trabajaba. Ser la asistente de alguien aunque parezca facil no lo es, tienes que organizar todo el mes de una persona y estar disponible siempre que te necesiten. Todo un fiasco.

Estaba saliendo y mi móvil no dejaba de recibir mensajes y correos, uno de ellos era de mi compañero Andrew quien también tenía que organizar la agenda de su jefe y necesitaba que le explicara unos detalles que le faltaban para terminar de ajustarla, mientras le texteaba una respuesta caminaba a la parada de autobuses para irme a casa.

De repente empezaron a caer pequeñas gotas frías de lluvia sobre mi, y estaba suplicando que no se mojaran los documentos que llevaba conmigo, por lo que quise darme prisa al cruzar la calle sin siquiera detener me a mirar si venia algún vehículo. Estaba muy apresurada y con tantas cosas en la cabeza al levantar la vista, una luz blanca me cegó y caí al suelo del susto de que casi soy atropellada por un auto.

Mi corazón latía a mil por horas mientras la lluvia se intensifica, reviso que no tuviera ningún rasguño y encuentro mi celular a centímetros de mi con la pantalla rota y quise llorar porque no sabía cómo iba a reparar lo si apenas conseguía para sobrevivir al mes, y no me disponia a pedir prestado para ello.

Aunque estaba oscuro veía como alguien robusto salía del auto acercándose a mi que aún seguía sentada en la calle mojada queriendo llorar, pero no dejaba una lágrima escapar.

-¿Estás bien? -me preguntó tendiendo me la mano para ayudar a reincorporar, la cual no dude en aceptar.

-Si, lo estoy, solo me asusté un poco -le digo acomodando la falda que llevaba.

-La próxima vez pon atención antes de cruzar -esa voz me parecía haberla escuchado antes.

-Si, lo haré... -suspiré tratando de contenerme, pero no pude-. Pero no seas grosero, tampoco es mi culpa que conduzcas como imbécil.

-Me llamas grosero a mi cuando tú eres la que me insultas -me contradijo llevando las manos a sus caderas.

-¿Y como querías que responda a tu comentario? -Inquirí arcando una ceja que obviamente no iba a poder ver porque estaba lloviendo a cántaros.

-Ni siquiera debí molestarme en desmontar para ayudar a alguien tan mal educada -gruño.

-Si, era lo mejor, así que siga su destino y déjame en paz -no me le iba a quedar me callada a un desconocido tan arrogante-. Debo irme a casa.

-Aparte, también te pones agria -dejo escapar un respiro pasando una mano por el cabello empapado que le cubría parte del rostro.

-Agria la naranja que usted se come en las mañanas -exclamé empezando a enojarme.

Y para más incomodidad empieza a burlarse de ello.

No dudo en dirigirme a la parada de autobuses para no perder más tiempo.

-Permite me checarte antes de que te vayas -dijo a mis espaldas.

-Ni que fueras algún profesional médico -volteo a verle cruzando me de brazos.

-Soy doctor -aclaró caminando hacia mi-. Sientate -me ordenó en cuanto llegamos a la parada.