HOSEOK Y TAEHYUNG - VHOPE (1)

Capítulo Doce, "Estoy para ti"

     No quería ver, no quería ni pensar que HoSeok podría llegar a ser asesinado por esas personas de una manera tan fría y cruel, no. No lo iba a permitir. TaeHyung apretó la daga con sus dedos, deseoso de saltar y arremeter contra esas personas.

Desde su posición podía saltar y caer en una chica, la que se encontraba más cerca de HoSeok, y tal vez matarla con el golpe o herirla lo suficiente para después matarla con la daga, pero no pudo moverse, TaeHyung se quedó helado, ¿Qué tanto tiempo ganaría antes de que fueran contra él, asesinándole los tres restantes? ¿Valía la pena si terminaría él muerto?

Se fijó con atención en el arbusto, tratando de mandar un mensaje por vía telepática a HoSeok, algo que claramente no iba a pasar. "No te muevas más, no lo hagas, te va a encontrar si lo haces", rogó. Miró entonces a su mano, fijándose en la daga, y luego de pensarlo un momento, regresó su vista al suelo, al arbusto. Se le ocurrió entonces algo pero no sabría si funcionaría, si lograría mantenerles con vida a ambos, pero igual lo intentó.

Levantó el brazo, mordiendo sus labios para fijarse en las cuatro personas, notando que la mujer cerca de HoSeok se asomaba tras el arbusto, a lo que él reaccionó. Tiró la daga al suelo con fuerza, específicamente al arbusto en la espalda de la chica. El ruido logró hacer que todos voltearán al tiempo que –asustada- la liebre salía de un salto y huía.

—¡Ah! —exclamó un hombre, arrojando su lanza para intentar atravesar y matar al animal, pero este lo esquivó, brincando para huir— ¡Maten al conejo!

—¡Es una liebre, tonto!

—¿¡Y a mí que me importa eso?! ¡Yo quiero comer!

Un cañonazo sonó al tiempo que los cuatro seguían al animal, corriendo entre risas. TaeHyung cerró los ojos esperando a no escucharles más, a que los latidos de su corazón se normalizaran, a calmarse luego de tanto terror por ser descubiertos. Se quedó quieto, atento a las risas y ruidos que poco a poco se alejaban. TaeHyung no les puso más atención a sus palabras, no deseó saber si lograron su objetivo o no, solo quería que se alejaran.

HoSeok. Pensó en él, abriendo los ojos y fijándose en donde se encontraba, esperando verle salir con cuidado pero no, está vez el arbusto se mantuvo completamente quieto. No habló hasta asegurarse de que las voces de las otras personas no se escuchaban —Hyung. —llamó, moviéndose ligeramente para intentar bajar por su cuenta, o preparase para que HoSeok viniera y le ayudara a bajar. Él jamás había subido o bajado de un árbol antes, no hasta ese día. La altura no era mucha pero desde su perspectiva le parecía complicado saltar y aterrizar bien. Volvió a llamarle, sin obtener respuesta.

Preocupado, intentó bajar con cuidado pero al no saber de dónde agarrarse o donde pisar, acabó resbalando. Fue fuerte el golpe de la caída, lo suficiente como para que jadease y sintiera que su costado quemaba, confirmándole que la herida se había abierto. Le dolió tanto. Se encogió en su lugar, sintiendo sus ojos lagrimear y abriendo la boca ahogando un grito. Solo tomó aire, llenando sus pulmones mientras intentaba calmarse y recomponerse. Debía salir de ahí.

Realmente no fue consciente del tiempo que duró en esa posición encorvada, pero con esfuerzo logró usar sus manos para apoyarse y levantarse, sintiéndose débil pero de pie. Suspiró antes de acercarse al arbusto » ¿Hyung? —le llamó una vez más, asomándose entre las ramas para encontrarse con el hombre temblando, protegiendo su cabeza con sus brazos llenos de rasguños por las espinas y ramas del arbusto — Hyung, se han ido, hy —estiró su brazo para moverle, ocasionando entonces que el mayor se sobresaltara. Saltó alzando la cabeza y retrocediendo, ocultándose más y haciéndose más daño. TaeHyung vio su rostro lloroso y lastimado.