HOSEOK Y TAEHYUNG - VHOPE (1)

Capítulo Catorce, "Juntos"

     TaeHyung suponía que estaban muy lejos de la cornucopia, al menos creía que esa es la razón por la que estos últimos días todo se mantenía tan tranquilo, en ocasiones pareciera que están solos en la arena.

No se habían topado con más contrincantes desde ese día, y lo agradecían, ambos estaban bien con eso, pero a la vez, intranquilos. Sentían irreal la situación, como si en cualquier momento fuesen atacados. No deberían de quedarse donde mismo, deberían moverse a otras partes y dormir en diferentes lugares cada noche, pero la seguridad que les daba ese edificio les hacía quedarse ahí pese a los riegos. Pasaban por más peligros cuando iban a buscar alimento, como la serpiente que casi acataba a HoSeok o la araña que picó a TaeHyung en el cuello, ocasionando que pasara dos días recostado con HoSeok haciendo todo para cuidarle y sanarle. Fue un alivio para ambos que no pasara de un fuerte dolor e inflamación.

Los dos hombres se encontraban bien ahora, tan bien como podía estarse luego de pasar más de una semana en la arena, sin embargo, sabían que el fin se acercaba. Los juegos jamás duraban más de 20 días. La décima puesta del sol anunciaba el comienzo de la noche, y con ellos conversando con calma, TaeHyung pensó que no había peligro alguno si subían al techo.

—¿Para qué quieres ir hasta allá? —preguntó HoSeok a lo que TaeHyung volteó a mirarle con una sonrisa.

—Quiero mostrarte algo. —no había regresado a esa parte del edificio desde su primera visita, así que estaba ansioso por volver a admirar las vistas y al mismo tiempo, mostrárselas a su compañero.

El paso del tiempo ahí logró unirlos más, todo gracias a la forma en la que se cuidaban el uno del otro, a lo que se habían confiado, consiguiendo que disfrutaran mucho de la compañía del otro.

Llegaron, TaeHyung tomó la mano de HoSeok para guiarle (a pesar de que no era necesario), y ayudarle a saltar la puerta tumbada. Los dos rieron y luego, callaron. Toda palabra o ruido fue cortado para centrar su atención en el anochecer, en el sol ocultándose en las montañas, en los arboles completamente quietos y en el soplar del viento, que parecía rugir en ocasiones. El cabello de ambos fue desacomodado cuando el aire pasó, sacando una risa de HoSeok. Se soltó de la mano del menor para caminar, admirando el espacio, ante sus ojos.

TaeHyung descubrió que cuando el cielo comenzaba a tintarse de naranja, la vista era mucho más bonita, brindándole una sensación de felicidad y calma mayor a la de la vez anterior, era eso y la compañía que tenía ahora. HoSeok se ganó su confianza cuidándole, contándole de su familia y del lugar que venía, siendo sincero con él y a la vez, alegrando sus días en la arena. Jamás pensó que llegaría a disfrutar una parte de los juegos, que HoSeok le haría olvidar lo que ocurría en realidad, en por qué estaban ahí.

En ocasiones, le era tan sencillo pensar que solamente estaban sentados en ese cuarto conversando como dos grandes amigos, hallándose en un tipo de lugar secreto en el que nadie les interrumpiría, en donde solo estaban ellos dos, a salvo. Era tan cruel cuando el cañón les traía a la realidad.

—Es hermoso. —escuchó decir del mayor, a lo que le miró, observándole caminar por la explanada abrazándose. Al estar anocheciendo, el frío comenzaba a sentirse, sobre todo en esa zona.

HoSeok se le quedó viendo al sol, caminando un poco antes de sentarse en el suelo, volteando a ver a TaeHyung en una clara invitación para que tomase lugar a su lado. El del doce comprendió y se sentó, admirando también el anochecer.

Su compañía se sentía tan dulce, uno al lado del otro, acompañándose una vez más como desde el primer día en la arena, serenándose solamente con escuchar la respiración del otro. HoSeok normalmente hablaba en los momentos más tranquilos, pero ahora no, está vez mantenía silencio con una sonrisa, dejándose llenar de la naturaleza y de la calma que le brindaba TaeHyung. En cierto momento se acercaron más él uno al otro, e incluso HoSeok recargó su cabeza en su hombro.