María PoV.
Poco a poco te fui empujando hasta que chocaste con la pared de la ducha dónde el agua aún caía por nuestros cuerpos semi-desnudos.
No sé cómo pero tus manos subieron poco a poco hasta llegar a mi sujetador y rozaste mis pechos con miedo de no saber si lo hacías bien. Te dí mi sonrisa más sincera antes de atacar tu cuello y dejarte pequeños mordiscos.
Tus manos se lanzaron a mis pechos aún cubiertos por el sujetador y los apretaste haciéndome gemir en tu cuello. Mi sujetador desapareció al segundo y el tuyo no tardó mucho en encontrase en el suelo junto al mio.
Tus manos que se encontraban aún en mis pechos desaparecieron cuando atacaste mi cuello dejándome unas pequeñas marcas que no me importaba tapar en estos momentos como yo te hice el otro día.
Tus besos húmedos fueron bajando poco a poco hasta llegar de nuevo a mis pechos y con todas las ganas del mundo te lanzaste a ellos con una habilidad impresionante. Los chupaste con fuerza, primero uno y luego el otro haciendo que mis gemidos sean cada vez mayores.
Pero eso no se quedó ahí.
Cuando vi la oportunidad tomé las riendas y ahora era yo la que se encontraba dando besos por todo tu cuerpo, pero a comparación contigo, yo no me paré en tus pechos y seguí bajando hasta quedarme de rodillas frente a ti.
Mordí el elástico de tu braga y te miré desde allí abajo. Mis manos que en todo ese recorrido se encontraban dando placer a tus pechos ahora iban bajando lentamente hasta llegar a tu zona más íntima.
Te toqué por encima de las bragas y estabas tan húmeda como suponía que estaba yo.
- Estas súper mojada.
- Como para no estarlo. - Dijiste con la respiración acelerada.
Me reí desde ahí abajo y empecé a besarte los muslos haciendo que tus piernas tiemblen bajo el contacto de mis labios. Y mientras mis labios subían y bajaban por tus muslos mis manos bajaron tus bragas y tu te las quitaste.
Te miré de nuevo desde abajo y subí a darte un beso, necesitaba tu labios.
Con la excusa de estar en iguales condicione tú te deshiciste de mis bragas como anteriormente había hecho yo con las tuyas y ahora sí, desde arriba pude admirar tu cuerpo, eras y eres realmente preciosa.
Te besé de nuevo, tus besos para mi ya eran una droga y yo una adicta que no podía estar mucho tiempo sin ellos. Pero eso se acabó cuando de nuevo bajé mis besos hasta acabar en la misma posición que anteriormente me encontraba, entre tus piernas.
Besé tus muslos internos y cuando llegué a tu zona íntima paré y te miré.
- Joder María. - Dijiste cómo pudiste.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? - Te sonreí maliciosamente.
- Necesito..
- ¿Qué necesitas?
- A ti.
- ¿A mi?
- María, por favor. - Suplico ella.
- Es que no te entiendo.
- Te necesito a ti, dentro.
- ¿Dentro de dónde?
- De mi.
Y sin más preámbulo y con todo el tiempo del mundo ella abrió las piernas inconscientemente y yo hundí mi cara en ti.
Vicky PoV.
Tu lengua se movía con rapidez y a mi eso me ponía enferma. Mis manos se posaron en tu cabeza indicando que no te muevas e intentaba que mis gemidos no se oyeran muy alto.
De un momento a otro introdujiste uno de tus dedos dentro de mi mientras tu lengua se encontraba jugando con mi clítoris y yo ya no podía más.
- María, María... - Te llamé cómo pude. - Joder, me voy a correr. - Dije entre gemidos roncos.
Cuando dije eso tu metiste un segundo dedo en mi haciéndome estallar en uno de los mejores orgasmos que he vivido en mi vida.
Un gemido bastante fuerte salió de mi boca y juré por todos los dioses que no se ojala no se haya escuchado fuera.
Mis piernas temblaban bastantes y sentía que en cualquier momento me iba a caer, pero tus brazos me agarraron y me besaste sintiendo mi propio sabor.
Mordiste mi labio levemente y me sonreíste sin decir nada mientras mi respiración estaba cada vez mejor.
- ¿Qué tal? - Preguntaste con un cierto tono de miedo, miedo por mi respuesta.
- Buah. - Fue lo único que logré emitir después de todo lo que me habías hecho.
-¿Te ha gustado? - Preguntaste mientras me dabas un beso en la mejilla.
- No miento cuando digo que ha sido el mejor orgasmo de mi vida. - Ella sonríe y me vuelve a besar.
Y de nuevo los besos se volvían más y más calientes pero el destino pensó que nuestro momento debería acabarse aquí y alguien tocó la puerta de la ducha sobresaltándonos.
- ¿María, estas ahí? Llevas cuarenta minutos ahí dentro. - Dijo Marta.
- Ahora salgo, estaba pensando y se me pasó la hora. - Respondiste con una sonrisa mientas me mirabas.
- Pues venga que tenemos ensayo grupal con Vicky. Que por cierto, ¿la viste? - Preguntó la malagueña.
- Sí Marta, me estoy duchando, acabo de entrar. - La contesté como pudo porque en ese momento, tú me empezaste a besar el cuello y mis gemidos luchaban por salir.
- Pues os quedan veinte minutos bonitas o no llegáis.
- Vale Marta, gracias. - Dije yo porque tú estabas bastante ocupada con el cuello. - Para tenemos que ducharnos. - Dije mientras jadeaba.
- Mmmmm, 5 minutos más. - Dijiste contra mi cuello.
- Nono que no nos da tiempo guapa, luego. - Te miré y me besaste lentamente.
- ¿Habrá un luego? - Preguntaste con un brillo en los ojos.
- Yo no te dí lo que te mereces. -Reí al ver tu cara y nos duchamos entre pequeños besos y risas.
Salimos justo a tiempo para cambiarnos, maquillarnos y llegar las dos juntas a la dala dónde ya todos se encontraban para el ensayo grupal.
Después del ensayo cada uno se fue a ensayar su canción y yo decidí irme al sofá un rato a reflexionar todo no que me estaba pasando.
Me sentía bien, viva, contigo me sentía feliz y segura. Y es que María Villar me estaba enamorando de ti, y no sabía como iba a acabar todo esto.
Tenía dos opciones, o seguir con mi vida como hasta ahora, sin ti. O tirarme a una piscina que no sabía si estaba llena o vacía.
Y sin duda me la jugaría por ti una y otra vez.
Porque si tengo que volver a vivir sin ti no sería feliz.
Y contigo, mi felicidad se multiplica por mil,
tú sonrisa me ilumina los días,
y tus besos me traen loca.
Así que sí, sin duda estaba enamorada de ti.
Y ya, no había vuelta atrás.
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Hola bebesss.
Antes de todo aclarar que es la primera vez que escribo una escena hot, no sé si esta bien pero espero que os guste y que lo haya hecho lo mejor posible.
Gracias por todo el apoyo, os quieroo. 💖💖
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¿Te puedes callar y besarme? || María y Vicky.
Teen FictionEsta historia narra la historia de María y Vicky en Operación Triunfo. Algunos de los hechos pueden ser recogidos del programa pero la historia es totalmente ficticia.