Sonríe, es lo único que pido...

Capítulo 2. El chico nuevo

Segundo día de clase, y vuelvo a llegar tarde, pero esta vez no entro fijo, ya han pasado cuatro minutos de que el timbre sonara para entrar y yo aún corriendo por el pasillo, encima me para un chico nuevo, era rubio, de ojos azules y alto.

-Perdona ¿me puedes decir donde esta 4C?

-Sí es mi clase sígueme.-Dije cogiéndole del brazo.

Toque a la puerta corriendo y junto al nuevo.

-¿Estas son horas de llegar a clase?-Dijo el profesor de historia.

-lo siento, ha sido mi culpa, yo me perdí y ella me acompaño .-Dijo el nuevo.

-Supongo que usted será el chico nuevo¿Daniel?-El asintió y el profesor dijo.-Esta bien, Mary ya que te gusta tanto acompañar a la gente, te sentarás con el nuevo durante lo que queda de semana, y así le enseñará el instituto.

-Esta bien.-Dije con resignación , era un chico muy guapo, pero entendedme, no le conocía de nada, y me gustaba sentarme con Javier porque ya teníamos confianza y las clases se pasaban antes gracias a que nos pasamos el día haciendo tonterías.

Nos sentamos en dos asientos que habían delante de mi loco, y me pasó una nota, que ponía "¿y ahora a quien le doy el coñazo?" a lo que yo le conteste "a tu nueva compañera, ya veo que es una morena de ojos verdes" y le guiñe un ojo mientras le pasaba la nota "a ella le quiero causar buena impresión, quiero que sea la señora de Javier" no pude evitar soltar una carcajada.

-¿Qué le parece tan gracioso Martínez?-Mierda el profesor me ha oído.

-Nada...- dije roja.
-Esta bien ya que no esta haciendo nada, me va ha escribir en la pizarra, el nombre de todos los países.-perfecto, empezó bien el día, cuando me levanté del asiento le eche una mirada de "ya me las pagaras" a mi mejor amigo a lo que me respondió para no ser oído "lo que quieras pero a ti te toca escribir".

Las dos siguientes horas pasaron rápido, y llego la hora del recreo y salí con Javier, fuimos directos al comedor y cuando fue a pagar su almuerzo se dio cuenta de que no tenía dinero.

-¿y ahora que? Si no te lo pago no almuerzas.

-Venga Mary se buena.

-Te dije que me las pagarías-Dije mirándolo de una manera un tanto diabólica.-Tienes que gritar "soy una furcia y me gustan los pequineses".

-¡Ni de coña!

-¿Una napolitana de chocolate?-dijo la cocinera.

-¿lo haces o no?

-Tranquilo yo te lo pago-dijo el nuevo detrás de nosotros.

-Gracia, gracias...

-Eso no es justo, estaba a puntito- Dije con indignación.

Las clases pasaron rápido, y llegó la hora de ir a casa, cuando estaba saliendo por la puerta me despedí de Javier y el nuevo me llamo sonriente, como siempre, he de admitir que tenía una bonita sonrisa.

-¿quieres que te lleve a casa?.

-No tranquilo tengo moto.

-Vale, pero mañana te llevo-dijo y se fue.

subí a mi moto y me fui directa a casa, donde me esperaba mi madre llorando...