No sabía nada de El Señor Oscuro. Bueno, solo lo que veía y lo esencial, que era básicamente su nombre: Zayn Malik. Había un loco rumor de que su nombre era con "i" y no con "y", otro que decía que su Harley Davidson era robada o que él antes vivía solo en un cuchitril porque su familia lo había abandonado. Bueno, eso era todo lo que sabía de él y eran rumores bastante pobres y crueles, para ser de personas universitarias.
Básicamente, mi ignorancia en cuanto a él se trataba era porque nunca antes había hablado con él, a excepción de la pregunta que le había hecho y las cinco palabras que le grité cuando éramos nuevos en la universidad. Y, muy a pesar mío, tenía que hablar con él. Tenía que preguntarle que íbamos a hacer con el trabajo del final de semestre (esa cosa es la mitad de la nota final), y ya me había hecho la idea de hablarle con mi hermosa voz, cuando el timbre sonó y El Señor Oscuro desapareció.
—Jódete—murmuré—, jódete con tu maldita ropa oscura.
A la siguiente hora, graciosamente me tocó con la profesora Yo-amo-a-Radiohead. Pero lo gracioso se fue por el baño cuando tuve (tuvimos) que oír durante media hora sus teorías sobre los extraterrestres y esas cosas. Creo que le gusta esta otra banda que de la que ahora no recuerdo su nombre.
En esa clase me topaba celestialmente con mis dos grandes amigos: James o Jimmy (así le digo yo), y Louis. Ellos son mis vecinos en casa desde que tengo memoria.
Jimmy estaba sentado en el banco a mi izquierda y Louis en el que estaba frente a mí.
Como la clase no avanzaba en lo más mínimo, comenzamos a conversar a través de una hoja. Louis escribió:
«Esta profesora tiene muy, muy buenos pechos.»
El papel pasó hasta mí. Escribí: «Tú tienes muy, muy buen culo.»
Pasé el papel a Jimmy. Escribió: «Tú tienes buen culo y tetas.»
Le pasó el papel a Louis. Él escribió: «Eso fue raro.»
«Definitivamente.»
«Solo quería seguir la línea. Además, no estoy ciego. Recuerden que Pequeño James está conectado con mi cerebro...»
«¡Hey! Se supone que Laila es de nuestro mismo sexo.»
«Eso mismo. En fin, tengo Artes con El Señor Oscuro.»
«¿Algo interesante?»
«¿Algo interesante? Se supone que ellos se aman pero no lo dicen porque les da vergüenza. Eso es muy interesante» Louis definitivamente era el más cotilla de todos.
«Pff, lo voy a odiar hasta el final de mis días. Bueno, la cuestión es que me sonrió... Fue raro... y escalofriante. También entró Mike, todo hermoso como siempre.»
«Asqueroso.»
«Fétido. Ayer mientras calentábamos, sus mejillas traseras aplaudieron un montón.»
«Louis, que asco.»
«¡Frank me lo comentó hoy!»
«Prefiero que estés enamorada de Zayn que de Mike. Al menos a él no le aplauden las mejillas traseras en público.»
«No.»
«Yo también pienso lo mismo.»
«Ves. Zayn no nos quiere matar por la nariz»
Generalmente, desde aquel incidente con El Señor Oscuro, Jimmy y Louis me molestaban un montón con él, y yo nunca me había molestado, porque sinceramente, era estúpido. No obstante, sentí ganas de romper algo en aquella ocasión. No sabía porque, pero estaba tan molesta que deje de hablar con ellos por el papel.
Pero a mí el enojo no me dura mucho, así que cuando estuvimos fuera del salón, de camino a la cafetería por algo de la "Savia de la Vida" (un café cargado y mucha azúcar) volví a ser la chica sonriente que soy.
Cuando íbamos de vuelta al edificio, me percaté de que El Señor Oscuro iba en dirección contraria a la nuestras, tan serio y oscuro como siempre. No me miró ni me sonrió, ni mucho menos me hablo. Fue aún más extraño que ver sus labios curvados hacia arriba durante Artes. Además, extrañamente, una pequeña —mínima parte de mi deseaba que volviera a sonreírme. No porque me gustara, sino porque sinceramente, y creo que me arrepentí mucho de eso, encontraba su sonrisa muy hermosa.
A la hora de almuerzo, no muchos estudiantes estaban en el comedor, pero aun así había mucho, muchísimo ruido. Y nuestra mesa era la que lo provocaba.
Además de Jimmy, Louis y yo, estaban Julie y Stan. Julie es la hermana menor de Jimmy; es solo un año menor. Somos amigos todos porque tenemos algo en común: Hablamos mucho. Nunca nos falta tema de conversación. Podemos estar hablando de la filosofía de la vida y pasar rápidamente a lo que hizo Jimmy en el baño la noche anterior.
Así que ahí estábamos los cinco, conversando como cotorras en el comedor.
Deben saber que cuando Louis se pone serio, es porque de verdad es algo serio. Es por eso que casi me dio un ataque cardiaco cuando Louis dejo de sonreír de la nada y me miró fijamente por unos instantes. Sin embargo, luego movió sus ojos de mí a algo que estaba detrás de mí y luego volvió a mirarme. Lo repitió un par de veces.
La mesa ya estaba en silencio cuando me di la vuelta y me encontré con Mike. De su espalda venia un rayo de luz blanco y creo haber oído el coro de ángeles cuando me sonrió. Me pidió que lo acompañara un momento.
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—Una cita...en la fiesta de bienvenida para los de primero... con Mike.
—Si Jimmy, no debería sorprenderte. No soy fea, ¿sabes?—contesté, levemente herida.
—Pero estamos hablando de Mike, el chico por el que babeas desde que lo viste en primer año—puntualizó Louis.
—Bien, pero vamos, voy a tener una cita con Mike—contesté, mi sonrisa era aún más amplia que antes.
—Mira, si yo fuese Mike y realmente me gustaras, te llevaría a cenar o a ver una jodida película, pero nunca a una fiesta de esas—dijo Jimmy.
—Bien, pero voy a tener una cita con Mike.—Ambos se golpearon la frente como si de hermanos gemelos y sincronizados se tratasen.
En ese momento, íbamos de camino al edificio de nuestros dormitorios.
Lo malo de vivir en dormitorios mixtos, es que una se puede encontrar de todo. Desde chicas corriendo desnudas hasta su habitación, hasta condones sucios tirados en el piso (supongo que a modo de broma, espero que sea a modo de broma). Pero, lo más terrible, es que tus dos amigos estén tan buenos que las chicas los esperan asomadas en sus puertas.
Bueno, Louis es becado en fútbol y tiene un muy, muy buen trasero, además de que es bastante guapo, sobre todo cuando lleva esa barba descuidada. Jimmy, al contrario de Louis, es codiciado por sus buenos masajes a domicilio (si saben a lo que me refiero), y bueno, tampoco es feo. Él es como el típico niño bonito de películas para adolescentes.
Después de dejarlos en su dormitorio, fui caminando relajadamente al mío. Al entrar y lanzar mis zapatillas a Dios sabe dónde, note que había un papel en el piso. Decía "Tengo que hablar contigo" en una letra masculinamente perfecta.
Me molestó un poco que no tuviese algo más, como quien la enviaba o algo, pero tenía la leve sospecha de quien podría haberla escrito. Sin embargo, la ignore y me lancé a mi cama a leer mi libro de matemáticas. Eso era mucho más interesante que 'tener que hablar con alguien' que no había dicho quién era.
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Capítulo mugriento, pero a algo lleva (; Laila en multimedia.
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Black watercolour; z.m au
Fanfiction"Él es oscuro, él es solitario. Él es como una pintura oscura." Anteriormente The Dark Paint. Editando. Todos los derechos reservado.©