Quince.

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Me miré al espejo atentamente antes de darme una media vuelta y mirar la espalda del vestido que llevaba. No es que me estuviese arreglando demasiado para Harry, pero tenía este sentimiento extraño en mi pecho que me decía que al menos, si lo estuviese utilizando para sacarle un poco de celos a Zayn, tendría que verme bien y no avergonzarlo con algún vestido horrible.

Y el que llevaba estaba bien. No era muy corto, tampoco era ajustado y tenía un leve escote en la espalda. Quizás era demasiado blanco, pero suponía que con eso estaba bien. Los zapatos altos los descarte porque, a pesar de que Harry es realmente alto, con los zapatos que tenía le podría de lo mas bien mirarlo a los ojos directamente. Así que me decante por unos zapatos rojos de charol con un taco tan sutil que no subía más de cinco centímetros.

Mi compañera de habitación me había ayudado a maquillarme. No cambie mucho en los ojos, ella simplemente me pinto los labios de rojo porque dijo que así le daría un ataque cardiaco al pobre. Yo no quería eso, yo simplemente quería darle celos a Zayn. 

Si es que eso era posible, después de como se había estado comportando conmigo cuando volvimos de vacaciones.

"Estas bien, si lo que quieres el volver solo con un beso." me dijo me compañera de habitación, colocándose a mi lado.

"No quiero nada de él..." conteste. La sola idea de besar a Harry hacia que se me erizara la piel. No porque quisiera, sino porque seria como besar a Louis frente a Julie. Seria como desatar la tercera guerra mundial.

"¿Y por qué no? El es súper mega guapo y sus labios sin duda deben ser los mejores besadores de toda Inglaterra." replico ella, soñadora.

Negué con la cabeza, riendo un poco. "Oh, vamos si no es tan guapo..."

"¿Donde están tus anteojos, entonces?" 

Riendo, tome mi pequeño bolso, y estuve a punto de guardar mi celular en él, cuando sonó anunciando un mensaje de texto. Era de Harry y me decía que él aun no estaba listo y que si yo lo estaba, que fuera a su habitación. Dude un poco, pensando en que si Zayn estaba allí y nos veía salir juntos seria horrible, pero luego pense en que no lo seria tanto. Después de todo para eso era la maldita cita -al menos de mi parte, claro.

Cuando llegue a la puerta, me sentí como cuando fui a dibujarlo. Le di con mis nudillos unas tres veces, respire hondo e intente colocar la mejor de mis sonrisas. "¿Quien es?" oi que alguien preguntaba.

"Laila." Elevé un poco la voz, sintiendo un escalofrió cuando me di cuenta de que era lo mismo que había dicho el día en que fui a dibujarlo. Rogué internamente para que Zayn no estuviese.

Transcurrieron diez segundos, tal vez, hasta que la puerta se abrió y apareció el mismísimo frente a mi, luciendo realmente sorprendido al verme frente a su puerta. Luego, borro su sorpresa frunciendo el ceño un poco, mientras cambiaba el peso de su cuerpo de un pie a otro. "Estas -¿que haces aquí?" pregunto, levemente sonrojado, en un tono de voz suave.

Me sonroje un poco también, al ser evaluada bajo su mirada. "Oh, bueno. ¿Esta -esta Harry por ahí?, necesito hablar con él."

Zayn pareció darse cuenta de algo y luego su rostro paso de ser uno extrañado a uno furioso. "Se esta arreglando para una cita, y supongo que tu eres la cita..." afirmo. Me encogí de hombros, intentando no darle importancia al asunto. "Espera aquí, voy por él."

Me hizo pasar y sentarme en la cama de Harry, y después desapareció por la puerta de entrada. Ambos aparecieron al cabo de unos minutos, Harry con unos pantalones negros y una camisa negra con un diseño que no logre distinguir, acomodándose el cabello húmedo. "¡Hey, pero mira que guapa estas!" dijo, acercándose a mí e inclinándose para besarme la mejilla.

Black watercolour; z.m auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora