Veinte.

4.3K 320 47
                                    

No creo que sea muy necesario hablar sobre lo que ocurrió después de ese día, puesto que todo se convierte en algo mucho mas acaramelado y dulce y no quiero atormentarte tanto con esto. Lo que si puedo decirte, es que Zayn no ha cambiado en nada. Sigue siendo el chico silencioso y agradable con el que me encontré mientras hacíamos el mural y yo sigo siendo la misma chica risueña y habladora de siempre. Eso si, a veces cambiamos un poco los papeles, una vez al mes tal ves.

Hace un par de días, yo estaba totalmente intranquila. Zayn había estado un poco mas distante y ansioso por estar lejos de mi, como si ya no quisiera estar conmigo, pero a la vez no queriendo terminar porque seria demasiado fuerte. O quizás porque era demasiado cobarde. Yo no lo sabia y ya me estaba volviendo loca por su distanciamiento.

Ese día recibí un mensaje de texto bastante simple de Zayn.

«Te espero en las gradas a la hora de la comida.»

Yo entre en pánico. Zayn iba a terminar conmigo y yo no estaba siquiera preparada mentalmente para el golpe. Estuve el resto de la clase moviendo mi pierna y mirando la hora cada dos segundos, rogando porque avanzara luego el tiempo y terminar la agonía rápidamente. Los chicos me preguntaron que ocurría conmigo, pero yo les dije no me ocurría nada, puesto que si les decía que había recibido un mensaje un poco sospechoso de Zayn ellos irían tras él y lo atarían hasta sacarle la verdad.

Así que me quede allí, esperando a que el profesor dijera "La clase ha acabado". Fue una real tortura. La media hora que faltaba la sentí como una hora o quizás mas, y mi pierna, que saltaba en su sitio, de seguro ya estaba musculosa.

El profesor no había ni terminado de decir que la clase había acabado ya, cuando yo estaba corriendo hacia la puerta, mientras guardaba mis cosas en la mochila. Esquive al montón de estudiantes que salían también de sus salones y cuando estuve afuera, aminore mi paso a un trote. 

Cuando llegue al campo de fútbol, vi a Zayn sentado en las gradas, con la cabeza gacha y su mano moviéndose rápidamente sobre el cuaderno de dibujo en su regazo. A un paso aun mas lento, atravesé el campo y subí las escaleras, hasta llegar a Zayn. Me quede unos segundos parada mirándolo dibujar, hasta que él levanto su mirada y me miró, sonriendo de lado.

"Hola" susurro, mientras tomaba mi mano y me acercaba a él.

Me senté a su lado y mire que estaba dibujando. Había una silueta de uno de los jugadores  del equipo de fútbol pateando la pelota, pero no tenia rostro.

"¿Quien es?" pregunte.

"Nadie," contesto, "es un trabajo para expresión corporal."

Asentí con un "Ah" y gire mi rostro para mirar mas allá del campo de fútbol y de la universidad. Nos quedamos varios minutos en silencio. En mi mente, mi voz  interna comenzó a chillar; Zayn iba a terminar conmigo y tenia miedo de decírmelo. Rogué en silencio para que lo hiciera de una vez, pero el seguía callado, mirando a la nada, también, y a sus pies.

"Bien, probablemente no sea la mejor chica del país. Hablo demasiado y a veces hago cosas estúpidas, y estoy bastante segura de que aun piensas que soy una perra por haberte ignorado al principio, pero juro que puedo cambiar. Por favor, no termines con-"

"¿De que estas hablando, Laila?" medio rió Zayn.

"Vas a terminar conmigo..." susurré, acojonada.

Zayn resoplo una risa, mientras negaba con la cabeza. "No voy a hacer eso. Quiero darte algo."

Parpadee, sintiéndome completamente extrañanada y relajada a la vez. "Eso es...agradable de oír" suspire. 

Black watercolour; z.m auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora