CACHORRO; BNIOR

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-¿Así que planeas hacer la cena de noche buena? Que romántico, Jinyoung. Y yo que pensé que te irías con tu madre este invierno a la casa de tu abuela.

-Bueno, ese era el plan pero Jaebum me conto hace unos días que su madre viajara para navidad a Japón y que pasaría noche buena solo, así que...

-No me digas. Así que no dudaste en implorarle a tu madre que te deje quedar con él y pasar las festividades a su lado ¿No?

Jinyoung se ruborizo, Mark había dado en el clavo. Aunque no rogo, si tuvo que informar a su madre de su deseo por quedarse al lado de su alfa, al principio recibiendo un no rotundo, ya que según era demasiado chico para cuidar de su casa y soportar tanto tiempo solo.

Su madre no volvería hasta después de fin de año pero eso no representaba un problema para él, más bien era un beneficio poder tener un poco de espacio y libertad en su propia casa. Ya no tendría la necesidad de ocultarse en su cuarto cuando se sentía cansado o con nauseas, podría recorrer el lugar sin miedo a que su madre notara en él los cambios físicos y tenía el motivo de que quería pasar su primera navidad como una familia junto a Jaebum.

La sola imagen de ellos juntos en noche buena y con la sensación de su cachorro rondando entre ambos llenaba su corazón de anhelo. De ahora en más serian una familia y no había cosas que más deseara Jinyoung que ir experimentando lo que eso significaba.

Ser solo los tres para toda la eternidad.

-No tuve que hacer mucho. Mas bien me puse firme y le dije que ya era grande, que además no estaría solo porque estaría mi alfa conmigo. Eso pareció tranquilizarla un poco, aunque no dejo de repetir que aun no podía creer que ya estuviera enlazado con alguien.

Jinyoung suspiro y empujo el carro de las compras por el pasillo de las bebidas. Mark quien lo seguía solo rió.

-Y eso que aun no sabe que su querido cachorro también tendrá su propio bebé ¿Cuándo piensas decirle? ¿Cuándo tu vientre salga y ya no puedas ocultarlo?

- Espero decirle luego de que vuelva de viaje.

-En la graduación dijiste que se lo dirías al volver a tu casa y ahora dices que esperaras al otro año.- Mark rodo los ojos y tomo un par de juegos naturales de naranja para ponerlos dentro del carro; había visto que estos estaban entre la lista de productos de su amigo así que lo comenzó a ayudar.-Tu vas aplazando lo inevitable, querido Jinyoung.

-Solo no quiero que ella se decepcione de mí o culpe a Jaebum. Lo que menos deseo es que mi hijo se quede sin una de sus abuelas por culpa de sus irresponsables padres.

-Pero si ella te ama, también amara a tu bebé, Jinnie. Solo debes confiar un poco más en el lazo que tienes con tu madre.- Mark apoyo su mano en el hombro de Jinyoung y sonrió.- Yo siento que todo estará bien. Además tienes a tu novio. No creo que Jaebum permita que tu o su hijo estén tristes. Ese cabeza dura movería el mundo si se lo pidieras.

Ambos soltaron una risa en afirmación. Tanto Jinyoung como Mark imaginaban la cantidad de cosas que el mayor haría por mantener su promesa. Aquella que Jaebum juro cuando él tenía solo 9 y Jinyoung 7.

-Nunca volverás a llorar o tener miedo mientras yo esté cerca, Jinyoung.- Esas palabras dulces salieron del alfa luego de haber salvado al menor de dos chicos mayores que estaban intimidándolo para sacarle su dinero.

Jaebum llego como todo un héroe para enfrentarse a ellos y patearles el trasero en medio del patio de juegos. Nadie luego de eso molesto a Jinyoung, y aunque el mayor fue mandado castigado una semana entera por agredir dentro del establecimiento, siempre le dijo a su amigo que lo volvería a hacer de nuevo si eso significaba mantenerlo a salvo.