Cuando por fin recuperé la vista después de unas horas me di cuenta de que volvía a estar en aquella cama, "me habré vuelto a desmayar" pensé. Arqueé las cejas, solo había dos cambios en el cuarto, unas gotitas de sangre al lado de la cama que serían de la nariz y el labio, y que Jenny se había cambiado por Carlos.
-Jenny...-Dije en un tono bajo, no tenía fuerzas en el cuerpo.
-¡Alexa!-Se puso a gritar y a sonreir de oreja a oreja mientras me abrazaba.
-¿Carlos y Liam...?- Pregunté con un nudo en la garganta. Me sentía mal, aquél nudo era imposible de deshacer. Liam, supongo que era mi mejor amigo aunque nunca hubiésemos confirmado ese título, nuestras madres eran como hermanas también, nacieron en el mismo sitio, de ahí nuestros nombres.
Y Carlos, lo más cercano al amor que he tenido de niña, que haría lo que fuera por mí, o eso ha demostrado y que me ha hecho sonreír como hacia mucho tiempo no hacía.
Los he perdido, a los dos, solo me quedaban Jenny y Abbi, pero a Abbi no la veía desde hacía años, y supongo que no la veré, así que sería mejor descartarla en este momento.
-Liam se...fue, no se donde, le dijo a Carlos que por su bien no te pasara nada, te quiere mucho Alexa...- Lo sabía, sabía de sobra que Liam me quería mucho, no es por ser egocéntrica pero me lo había demostrado. Pero no permitiría que le pasara nada a Carlos.
-¿Cómo sabes como se llama?-Me había dado cuenta con atraso, ¿Jenny por qué sabía cómo se llamaba? No le había hablado de él.
-Bueno cuando...cuando te desmayaste, me puse a llorar, no sabía que te pasaría, ni si estarías bien, y él me abrazó y luego...Bueno luego le besé - Esas palabras me provocaron un escalofrío interior. No se conocían de nada, nunca se habían visto, no me esperaba eso de mi mejor amiga, pero mucho menos de Carlos.
Contuve las lágrimas dentro, no quería hacer ver que me importaba - ¿Estás bien?-Pregunta estúpida.
-Claro, ¿por qué no iba a estarlo? Mi mejor amiga se besa con un extraño, mi mejor amigo se va y me odia aunque me proteja, el médico dice que soy diferente, me he desmayado dos veces y estoy hecha un cristo. ¿Por qué no iba a estar bien? Por no mencionar que Carlos, el chico de los hoyuelos perfectos, se ha ido también, la única persona que me ha hecho llorar de felicidad, todo bien. Ahora, por favor, déjame sola.
-No me voy a ir, lo siento si te ha molestado algo, pero creo que no he hecho nada mal.Y Carlos - Le corté la frase, "¿creo que no he hecho nada mal?" Dios.
-Fuera- Dije en seco, no la quería ver. Ahora si que no tenía amigos.
Se fue dando un portazo que hizo retumbar el suelo y me quedé sola en la habitación, echaba de menos eso de estar sola, paz y tranquilidad.
Cuando esa paz se rompió con el sonido de dos golpes en la puerta, alguien entró en la habitación, Carlos.
ESTÁS LEYENDO
Chica de cristal
Romance¿Podrían ser los sentimientos armas de destrucción contra corazones de cristal? No elegimos de qué queremos estar hechos, si de acero o de cristal, pero quizás queden personas que nos cuiden como verdaderas reliquias.