Atravesaron grandes lugares, como el parque y un sin fin de calles, no era fácil y menos con la lluvia que caía, eran los únicos que estaban bajo ella, pero el motivo que los tenía corriendo en esas circunstancias era más grande que cualquier cosa, iban tomados de la mano.
Cuando por fin llegaron a la casa de Daisy, les pareció un alivio, pues estar bajo la lluvia les pareció algo eterno, apenas ella abrió la puerta se dirigió a su habitación seguida por Adam, Kika aún seguía de paseo con su novio y no les molestaria con preguntas, cosa que agradecía mucho. Miró detrás de su ropero y sacó un sobre grueso, sin decir nada miró a Adam y se lo entregó, él la miró por unos segundos dudoso y aceptó el sobre.
Al abrir el sobre lo primero que relució fueron las cartas que le había enviado, sonrió levemente, las sacó y las puso en la cama de ella, abajo estaban los tickets, su corazón se aceleró al verlos, sacó el primero y pudo ver las fechas, se sintió desmayar, eso no podía ser posible, diciembre 2018, todos los tickets tenían ese año, miró a Daisy, ella estaba más que mojada, al igual que él, y sólo pudo decir.
-Tenemos que hablar más tranquilamente- dijo con un tono de asombro y a la vez calmado, ella solo asintió.
Daisy le pidió a Adam que esperara en la sala, mientras se cambiaba y tomaba un baño, después de hacerlo, le pidió que él también tomara un baño para entrar en calor, había una que otra prenda de su padre, que olvidaba cuando iba a visitarlas a ella y su hermana, que Adam aprovechó, Daisy preparó té para cuando él saliera del baño, no pasaron muchos minutos y así lo hizo.
Se sentaron frente el uno del otro, por unos minutos ninguno habló, no sabían cómo, lo que acababa de pasar sólo dejaba muchas interrogantes.
-Ahora que lo pienso, si yo hubiera prestado atención, me habría dado cuenta de que un niño no podía poner su dirección en una revista- dijo Daisy, con una sonrisa, una sonrisa tonta y que trataba de parecer tranquila.
-Tenia veinte años cuando publiqué mi dirección en esa revista, fue en el 2003, Domhnall me convenció, pero la única que me escribió fuiste tú- le dió un sorbo a su té.
-Esa revista, estaba en la sección de cosas viejas- lo miró a los ojos- La curiosidad mató al gato- dijo eso último riendo- Tomé una dirección al azar y mandé la carta, si recuerdas pedí disculpas porque tal vez podría ser un viejo o algo así- él le sonrió.
Tomaron su té hasta acabarlo, antes de volver a la plática.
-De ahí, te seguí mandando cartas, mi hermana es una firme testigo de ello.
Adam la miró a los ojos, esos ojos hermosos que le causaban mil sensaciones, no había dicho nada, quería que ella acabara de contar su versión antes de hablar.
-cuando no llegaste ese día, me dolió tanto, que me importó poco lo que me pasara, al llegar a casa, Kika me acostó y se quedó conmigo- sus emociones comenzaron a ganarle de nuevo- Luego escribí la carta que me fue devuelta, al año decidí ir, pero había una familia ahí, esa tarde volví a casa y lloré más que nunca- se limpió unas lágrimas que amenazaban con salir- Perdí toda esperanza, salí con un par de chicos más, pero no funcionaron, jamás pude sentir lo que siento contigo- terminó y sin despegar la mirada de Adam una lágrima cayó de su ojo, Adam la limpio muy suavemente.
El se levantó de la silla y caminó un poco antes de volver a ella, soltó un suspiro, junto sus manos y dijo:
-Cuando tu carta me llegó, me pareció el mejor día de mi vida, iba a hacer casi un año de que había publicado mi dirección- río un poco- Lo siento me parece gracioso que lo hiciera- dijo para poder continuar- Solía releer las cartas que nos enviamos más de una vez, eran una droga para mí,cuando ví tu foto, supe que había encontrado a la chica de mi vida- Daisy lo miró con un asombro, se sintió halagada - No, tu belleza fue el bonus, ese día, pasé horas esperando pero no llegaste, y jamás volví a recibir respuestas tuyas, estaba tan molesto que yo tampoco lo hice, en esos días decía “ es ella la que tiene que escribir” - calló un poco- A los años me ofrecieron ir a Estados Unidos, a trabajar con otra empresa, al ir allá, conocí a una mujer llamada Joanne. Empezamos a salir al año, y nos casamos, todo iba bien, ella supo de ti, pero durante aproximadamente un año y medio me llene de trabajo y todo el tiempo estaba ocupado- Adam tocó su pelo y suspiro- para no alargar la historia, ella me engañó, y nos divorciamos.
Daisy le dijo:
-Lo siento, Adam-
Él negó con la cabeza.
-No tienes porqué, después del divorcio conocí a Óscar, nos hicimos buenos amigos y a los años me convenció de regresar a Londres, y ahora estoy aquí contigo- concluyó, fue hasta ese momento donde se dejaron de ver a los ojos.
-No me imagino que debió ser para ti, 15 años, para mí solo fueron 4 y me sentía deshecha.
Adam le tomó la mano, transmitiendo paz y que todo estaba bien.
-Había oído de viajes en el tiempo, pero todos eran de personas, jamás que un objeto, lo hiciera, es como si la vida se hubiera querido divertir con dos jóvenes enamorados, de la manera más cruel- Daisy se levantó, y Adam también lo hizo, y se dieron un fuerte abrazo, un abrazo que ambos ansiaban desde años, algo tan mágico y puro, un sentimiento que a pesar de los destiempos no murió.
Daisy y Adam se amaron en diferentes tiempos, en tiempos donde por más que se hubieran buscado jamás se habrían encontrado.
Y es que todo era perfecto, pero ellos jamás contaron con que el destino se rió de ellos durante un tiempo o mejor dicho, el señor Tiempo, siempre estuvo enmedio de ambos, impidiendoles estar juntos, pero ahora les daba la oportunidad de hacerlo, o por lo menos intentarlo, no había más que decir, ambos comprenden que se conocieron en épocas distintas, y ahora que están frente a frente, no se soltarían.
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CARTAS AL PASADO
RomanceSe enamoraron a través del tiempo, una vieja tradición, las letras pueden expresar más de lo que se cree, las cartas iban y venían... (Prohibido copiar, resubir sin mi autorización)