Porqué

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Era miércoles, Daisy solía salir temprano del trabajo esos días, Adam por su parte no estaba trabajando, pues apenas está por cumplir la semana de haber regresado a Londres.

A pesar de los nervios que ambos tenían, trataron de disimular, cuando se dirigían a la plaza, el camino les fue largo.

Daisy fue la primera en llegar, frotaba sus manos, contra sí, para tratar de calmar los nervios que sentía, fijó su mirada al centro de la plaza y notó como Adam recién llegado se sentaba en una de las bancas, sonrió y se dirigió donde él, parándose delante.

-Hola Adam- saludo con una leve sonrisa.

Adam la seguía mirando con un semblante serio

- Veo que esta vez sí llegaste.

Daisy borró su sonrisa, no era su intención tratarla así pero ya lo había hecho y se maldijo a sí mismo.

-Creo que el que está vez llegó fuiste tú.- soltó Daisy, molesta por su actitud y por lo que acababa de decir.

Adam la miró fijo y serio, está vez pensó bien antes de hablar.

-¿Podemos hablar en un lugar privado? - preguntó tranquilo.

Ella solo afirmó con la cabeza, ambos comenzaron a caminar, Daisy siguió a Adam, tomaron el metro, todo el transcurso fue en un completo silencio, donde de vez en cuando sus mirada se cruzaban, miradas expresión que notaban nostalgia y algo de alegría.

Llegaron a un complejo de apartamentos, muy lindos, llegaron al de Adam.

-Preparé la compra de este lugar antes de regresar- le dijo Adam, invitándole a sentarse.

-Está muy lindo- respondió Daisy- Yo ahora vivo con Kika, en su casa.

Adam le sonrió y a ella le pareció la sonrisa más linda del mundo. E incluso quedó un poco embobada, cosa que para él no pasó de largo.

-¿Aún creo efectos en ti?- pregunta en un tono algo seductor.

Daisy apartó la mirada.

-Ammm…- la verdad no sabía qué decir, así que optó por quedarse callada.

-Tomaré eso como un sí- dijo, acercándose a ella, la tomó de las manos y con un semblante afligido y lleno de dolor preguntó directamente- ¿Por qué no llegaste aquel día, Daisy? ¿Por qué me rompiste el corazón de esa forma?

Un capítulo cada día si puedo, para que lo lean y se claven más, llegamos al punto clave de la historia estén atentos y presten atención

CARTAS AL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora